Chile: en tiempos de toque de queda, saquearon una sala en Concepción
La actividad artística y cultural de la capital chilena dio un giro ante la escalada de protestas y violencia y el toque de queda aún imperante en Chile. El último reporte de la entidad Red de Salas de Teatro indica que la Sala Andes de la ciudad de Concepción, ubicada a 400 kilómetros al sur de Santiago, fue saqueada ya en dos oportunidades. El primer accionar fue hace dos días en el marco de una manifestación pacífica que recorría el centro de la ciudad. En ese contexto un grupo de manifestantes saqueó la sala e intentó prenderle fuego al teatro. El accionar de Bomberos impidió que las llamas avanzaran. Ayer, Rosa Rodríguez, su administradora, sufrió otro intento de saqueo mientras intentaba vaciar la sala por temor a nuevos incidentes.
En la ciudad capital todos los grandes espectáculos programados para estos días debieron ser suspendidos, entre ellos las tres presentaciones de André Rieu y su orquesta, el recital de los británicos de Morcheeba, el canadiense Bryan Adams, así como el de los argentinos de BajoFondo. Pero incluso la entrega del Premio Municipal de Arte Joven o la venta de entradas para Gracias totales, de Soda Stereo fueron canceladas. Ayer, jueves, debería haberse realizado en esta ciudad la popular "La noche de los teatros", pero fue suspendida sin fecha precisa de realización. La crisis ha afectado incluso a quienes trabajan en la Argentina: Paulo Brunetti, actor argentino radicado en Chile desde hace muchos años, debía haber llegado ayer a Buenos Aires para sumarse al elenco de Muchacho de Luna, una producción de Oscar Barney Finn, pero no pudo subirse a un avión.
Las actividades previstas por la Bienal de Arquitectura y Urbanismo también fueron suspendidas. En un comunicado, los organizadores sostuvieron que "frente a las medidas del gobierno de mantener el estado de emergencia y el toque de queda, que han llevado a la militarización del espacio público y la vulneración de derechos [...], la muestra principal en Galpón Matadero se abrirá el día domingo en agradecimiento a todos quienes nos acogieron y acompañaron en el barrio junto a una jornada de diálogo y reflexión sobre los hechos que acontecen en el país". Por su parte, la Feria del Libro, que tendrá lugar en diciembre, como el festival Santiago a Mil, que se realiza cada enero, hasta el momento están confirmados. Para ese gran encuentro escénico el director argentino Lisandro Rodríguez presentará una performance que toma como referencia las raíces del neoliberalismo chileno.
La Red de Salas de Teatro, que nuclea a veintiún espacios y centros culturales de Santiago, tanto independientes como universitarios, condenó "todo hecho de violación y vejámenes a los derechos humanos en cualquier contexto y situación". Preocupados por conocer el estado actual de estos espacios tras protestas y saqueos, hicieron una consulta a los administradores de las salas, pero las respuestas –explica a LA NACION Verónica Tapia Courbis, presidenta de la entidad– llegan muy lentamente porque la gente no está en sus puestos de trabajo para comprobarlo. La primera señal de alerta la tuvieron el viernes cuando una actriz de la comedia musical La pérgola de las flores, que se presenta en el GAM (el centro de artes escénicas más importante del país) recibió un golpe en la calle en una manifestación y tuvo que ser traslada a un centro de salud.
Antes de que se decretara el toque de queda en Santiago, los gestores de los espacios culturales decidieron cerrar las salas, suspender obras, festivales y eventos. Luego vino la prohibición de salir a la calle. "Pero no podemos estar escondidos todo el tiempo", apunta Tapia Courbis. Y no lo estarán: en el Teatro Losplaymovil, este fin de semana organizarán encuentros de reflexión abiertos a la comunidad. Otras salas están pensando en hacer funciones por las tardes para evitar el toque de queda. La sala El Puente, ubicada en el centro de Santiago, instalará un centro de primeros auxilios para heridos en las manifestaciones. Tapia Courbis también es directora de la sala de la Universidad Católica (UC). Como sucede con la fachada del GAM, las paredes de ese teatro se han convertido en pizarrones del descontento social que se vive en la ciudad transandina.
"Imagino un fin de semana negro –apunta en conversación telefónica–. Imagínate: no podemos trabajar, no podemos hacer arte. Sí podemos manifestarnos pero de golpe, cuando viene el toque de queda, todo parece estancarse. Se suma que las autoridades de Cultura no nos están escuchando y eso nos deja en un estado de tensión permanente. Va a ser un fin de semana triste, frustrante. Esperamos que para los próximos podamos articular un cambio, pero tiene que ser un cambio radical para que realmente el estado de situación se detenga. Queremos volver a la normalidad, pero a otra normalidad, no la que teníamos".
De un lado y del otro de la Cordillera
Todo esto sucede mientras artistas chilenos y extranjeros (desde Luis Fonsi a Jorge Drexler pasando por las bandas norteamericanas Faith No More y Rage Against The Machine) expresan en las redes su rechazo a las medidas adoptadas por el gobierno. En forma colectiva, más de 170 músicos transandinos –entre los firmantes figuran Mon Laferte, DrefQuilaa, Gepe, Francisca Valenzuela, Cami, así como las bandas Weichafe, Moral Distraída y Quilapayún– redactaron una carta dirigida al primer mandatario en el que piden "gestos de grandeza, medidas drásticas para una situación dramática que no declina y que puede terminar en una tragedia impensada. Más bien se lo exigimos. No es hora de medias tintas ni ambigüedades, de evaluar la conveniencia pequeña, ni de hacer tiempo para empatar", dice el texto. El miércoles al mediodía un grupo de músicos intentó llegar a la sede del Ejecutivo para entregar la carta, pero tuvieron que quedarse en las inmediaciones, matizando la espera cantando temas de Víctor Jara. Sólo uno pudo ingresar. "No estamos conformes –dijo el cantante de Illapu, Roberto Márquez, al diario La Tercera– éramos sólo músicos, cantantes, un arcoiris enorme de músicos, y quisiéramos haber pasado, que nos hubieran visto a todos, pero finalmente se hizo así. No estamos conformes, pero es lo que se pudo hacer".
Paralelamente, más de 400 actores, bailarines, directores teatrales, artistas visuales y diversos colectivos de artistas redactaron otra misiva en la que declararon su "respaldo irrestricto a las protestas y movilizaciones que en estos momentos llevan adelante los estudiantes secundarios, organizaciones sociales y sindicales, y el pueblo chileno". Entre los firmantes se encuentran los directores Alfredo Castro y Ramón Griffero; las actrices Daniela Vega, Patricia Rivadeneira, Paula Zúñiga, Tamara Acosta y Malucha Pinto; y los escritores Nona Fernández y Marcelo Leonart. Desde los Estados Unidos, donde reside desde 1987, la escritora Isabel Allende señaló que las protestas "son la expresión iracunda de un pueblo frustrado. Esta crisis no se resuelve con los militares en la calle, se requieren cambios profundos".
De este lado de la cordillera, la Asamblea Autoconvocada de Escritoras y Escritores de Argentina manifestó su apoyo y solidaridad. "Que el país de voces dulces y profundas como la de Violeta y Nicanor Parra, Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Víctor Jara y tantas otras recupere ya su dignidad y el respeto por la vida y las instituciones democráticas", concluye esa misiva firmada, entre otros, por Claudia Piñeiro, Sergio Olguín, Marcelo Figueras, Guillermo Martínez, Enzo Maqueira y Gabriela Massuh. El miércoles, la función de Petróleo terminó con las actrices del grupo Piel de Lava con un cartel en apoyo a los artistas "vecinos", en medio de los aplausos del público.
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