Prioridad: jóvenes creadores
Se pudo concretar la idea del Programa de Pasantías del Teatro San Martín
En esta temporada, el Complejo Teatral de Buenos Aires diseñó un programa anual de pasantías, que posibilita a ocho jóvenes directores argentinos tomar contacto con la actividad que se desarrolla dentro de sus salas. La intención es que los alumnos se acerquen directamente a la labor creativa que tiene lugar dentro de un teatro público.
Con la coordinación pedagógica del autor y director Luis Cano, el proyecto tuvo una primera etapa de selección de postulantes (el jurado estuvo integrado por Cristian Drut, Daniel Veronese y Guillermo Cacace) y así fueron elegidos Ana Laura López Cassino, Blas Arrese Igor, Juan Dasso, Miguel Israilevich, Lucila Piffer, Julieta De Simone (todos de la ciudad de Buenos Aires), Jimena Sosa (Jujuy) y María Palacios (Córdoba). Según está planificado, cada año participarán de las pasantías dos creadores de provincias, los que contarán con una beca de la Fundación del Teatro San Martín que se ha denominado "Alejandra Boero".
"La idea de las pasantías surgió de Alberto Ligaluppi, director general del Complejo -explica Luis Cano-, él entiende que un teatro estatal también tiene que cumplir una función pedagógica. Cuando me convocó para este proyecto, me pareció inesperado porque uno no está acostumbrado a asociar la gestión con la enseñanza dentro de un teatro público, más allá de algunas experiencias que en algunas épocas se dieron brevemente. Me pareció interesante que el teatro hiciera algo que no tiene rédito visible y que propone atender necesidades de la cultura. Pasantías va a ser una actividad que va a repetirse cada año. Acá hay una intención que tiene que ver con el arte, con el trabajo, cómo repensar el uso de estos edificios, con este sistema de salas, qué hacer con la tradición, con el patrimonio. Todo el tiempo estamos discutiendo estas cuestiones."
Al cabo de una serie de encuentros, los pasantes asistieron a diversos seminarios dictados por el español Guillermo Heras, el chileno Ramón Grifero y los argentinos Rubén Szuchmacher, Guillermo Cacace y Luciano Suardi. Casi todos estos maestros han tenido experiencia de trabajo en el Complejo e interesaba que, además, fueran directores-docentes. "Y en esto también hay una intención declarada: la idea de transmitir el oficio, de crear un sistema de postas, algo que ciertas políticas culturales olvidaron dentro de la práctica teatral", aclara Cano.
Jimena Sosa es jujeña y en los últimos años su actividad está siendo destacada en el ámbito de su provincia. Llegó con muchas expectativas a participar de esta propuesta. Ella buscaba desarrollar la visión que tenía del teatro, según su experiencia dentro del campo de la dirección. "A través de los distintos encuentros y los seminarios -cuenta- he podido ahondar en esto de la dirección teatral. Salir de mi espacio me ha llevado a hacerme preguntas de manera muy visceral en torno a la creación. En ese sentido, ha sido muy enriquecedor para mí, por ejemplo, conectarme con el pensamiento de Guillermo Heras, que es como un filósofo del teatro en ese cruce que realiza entre la vida y lo teatral. Creo que ha sido muy bueno conocer hasta las dudas de nuestros propios compañeros y ver cómo juntos, al cabo de estos meses, hemos ido construyendo pensamiento."
Miguel Israilevich nació en Córdoba, pero hace diez años que vive en Buenos Aires. Se formó en el IUNA como actor y en puesta en escena junto con Rubén Szuchmacher. Entre sus trabajos en esta ciudad se destaca la dirección del espectáculo Body art . Para Miguel también participar de este proyecto ha sido muy movilizador. Su intención era tomar contacto con cuestiones quizá más ligadas a la producción de un espacio oficial. "Este entorno como marco de producción teatral me parece que te vuelve más visible y entonces hay algo más comprometido a nivel político, mucho más que lo que uno hace en espacios alternativos -explica-. Lo primero que estoy aprendiendo es que los directores que dirigen acá son igual que uno: personas tratando de hacer lo mejor posible con lo que tienen, todos estamos remándola igual. Lo interesante es familiarizarse con las reglas del espacio donde se trabaja. Indudablemente, las reglas de estos ámbitos son nuevas y desconocidas para nosotros. Pero saber que un director que dirige en la Martín Coronado también duda, eso es algo muy inquietante. A través de una serie de preguntas que nos dejó Guillermo Cacace, también empecé a plantearme para qué y para quién uno hace teatro. Y, en ese proceso, qué es lo que quiero priorizar como director. Quiero generar un canal de encuentro con otros seres humanos, privilegiando eso o busco privilegiar el resultado artístico, según las expectativas de repercusión y a veces sacrificando aspectos de lo humano."
Por estos días, los pasantes están culminando su trabajo. Por lo que algunos de ellos expresan que todo ha sido intenso y, sobre todo, muy movilizador de reflexión.
DIXIT
"La intención es trasmitir el oficio y crear un sistema de postas, algo olvidado por ciertas políticas culturales"
Luis Cano
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