Premios Hugo. El emotivo recuerdo a Sandra Guida y la consagración de Querido Evan: lo mejor de la gran noche del musical argentino
En medio del recuerdo de Sandra Guida o el homenaje a la permanencia de Forever Young, Topa, “Soy Rada” Aristarán y Julia Tozzi de Heathers se alzaron con varios de los galardones entregados en una larga noche
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Como viene sucediendo desde hace 13 años, el teatro musical celebró su gran noche en el día de ayer con la entrega de los Premios Hugo, creados por los directores Ricky Pashkus y Pablo Gorlero, en el teatro Astral. Desde las 19, artistas, cantantes, coreógrafos, productores, músicos y toda la amplia variedad de creadores ligados al teatro musical debieron lidiar con el fuerte viento que corría por la avenida Corrientes y atentaba contra los raros peinados nuevos.
Más allá de esa inclemencia climatológica, ya desde esa hora por la alfombra roja instalada en la puerta de la histórica sala cumplieron la estricta rutina de dar notas y sacarse fotos figuras populares como Nicolás Vázquez, Fer Dente, Laura Fernández, José María Listorti, Topa, Aníbal Pachano, Virginia Lago, Julia Zenko, Christian Sancho, Julieta Poggio, Toni Gelabert, el ministro de Cultura Enrique Avogadro y siguen los nombres (Graciela Alfano, quien presentó algunas de la ternas, llegó ya comenzada la ceremonia). Muchas horas después, pasada la medianoche, la obra que terminó marcando la velada de los premios fue Querido Evan, que se impuso como el mejor musical de la temporada y en otros seis rubros adicionales. A este trabajo, que se fue ganando un lugar en la cartelera porteña, le siguieron dos verdaderos tanques: Matilda, con seis premios, y Heathers, con cuatro. Cuando en agosto se anunciaron las nominaciones, ya partían como favoritas estas dos últimas, que aparecían en 16 ternas, seguidas por Querido Evan, con 14, y La tiendita del horror, con diez (la obra que, “con el diario del martes”, se fue con las manos vacías).
Antes de las 20, hora de inicio, el director y coreógrafo Ricky Pashkus, teniendo en cuenta la transmisión en vivo por el canal de YouTube de la TV Pública y su posterior emisión, arengaba a la platea cubierta de esos talentos creadores del género para que las cámaras den cuenta también de la importancia del género musical ante posibles nuevas audiencias. De pensarse en términos televisivos, la extensa duración de la ceremonia -casi cuatro horas- haría pensar que ahí, como sucede con otros galardones, la ecuación no cierra. A favor de los Hugo, no se cayó en la tentación de poner un “Hugo de Oro” como manera de captar la atención de la audiencia televisiva y/o impedir que la sala se vaya despoblando (pasado el tiempo, las ganas de comer se imponen). La amplia variedad de ternas -más de 40- por un lado intentan dar cuenta de la diversidad del teatro musical; pero, desde otra perspectiva, atenta contra el show en vivo como el de las pantallas más allá de las preciadas intervenciones de los dos creadores de este premio y de la impecable conducción de Laura Fernández, ternada por su trabajo por Matilda.
La ceremonia se inició con un atractivo cuadro creado por Gorlero que incluyó un sentido homenaje a Sandra Guida, figura emblemática del musical, fallecida el año pasado. El texto de la canción como la imagen proyectada daba cuenta de los grandes títulos musicales presentados en este último tiempo con el fondo de la avenida Corrientes con sus grandes marquesinas. Claro que, como contrapunto y como complemento, el primer trabajo premiado presentado por parte del elenco de Coqueluche fue por la letra de Personas que se encuentran lugares, propuesta que se presenta en la sala El método Kairós Teatro, del circuito alternativo. Tras cartón, vino el primer premio para Topa, es tiempo de jugar, el mismo creador que se alzó con el galardón como mejor intérprete masculino en musical infantil y/o juvenil. “Es la primera vez que estoy nominado. Amo trabajar para los chiquitos y para la familia”, dijo emocionado el artista ante una platea en la que se escuchaba la ovación de varios chiquitos y chiquitas del elenco de Matilda, aplaudiéndolo como buenos revoltosos que son.
A lo largo de la extensa ceremonia, justamente Matilda tuvo el primer número musical de la noche (luego vinieron otros tres más de las obras con mayor cantidad de nominaciones y otro dedicado a los 11 años en cartel de Forever Young). Para el número de Matilda, todos los habitantes del teatro Astral se convirtieron en verdaderos fanáticos de esos chicos y chicas que despliegan un talento expansivo y de una fuerte carga empática. Merecidamente, toda la platea y el pullman se paró para ovacionarlos.
Una hora más tarde, Bianca, Mina y Eva, tres integrantes de Matilda, ganaron el premio junto a Eluney Zalazar a la mejor interpretación femenina en ensamble. Las tres actrices, que rondan los diez años, sorprendidas de estar allí, rompieron en llanto recordando a cada uno de los integrantes del elenco y a sus familiares, como alguna abuela que las miraba desde el cielo. Tampoco debe haber creído estar allí el joven actor rionegrino Lucas Posse, el actor de A.K.A. Compartía la terna de revelación masculina con, por ejemplo, José María Listorti, por Matilda; con Franco Valerga, por Querido Evan; y con Santiago Toledo, por Heathers. “Sigan haciendo esto que está buenísimo”, dijo antes de abandonar el gran escenario y de recibir el galardón en manos de los protagonistas de Tootsie.
Fue justamente Nicolás Vázquez como, también anteriormente, lo había señalado Pablo Gorlero los que se dieron el tiempo para defender la producción de comedias musicales argentinas frente a los títulos nacidos y criados en otras latitudes. En perspectiva, a diferencia de lo sucedido en la reciente entrega de los Premios Sur, dedicados al cine nacional, en la que varios artistas expresaron su oposición ante las posturas de candidatos referidas al cierre del Incaa, durante la reciente entrega de los Premios Hugo el complejo escenario político apareció tibiamente durante la noche de ayer. A lo sumo, en declaraciones de Emiliano Dionisi -varias veces en el escenario por su trabajo en el infantil Este no es un cuento silvestre- o de Rochi Caldes, de Heathers, quien recibió el premio como revelación femenina, quienes destacaron el rol de la educación pública. De hecho, Este no es un cuento silvestre, como se señaló desde el mismo escenario, fue realizado también con alumnos del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón.
Luego de homenajes a la gran coreógrafa Doris Potroni, menciones a Hugo Midón, los premios a las cuatro obras generadas en el interior del país y de un emotivo recordatorio de varios artistas fallecidos en el último tiempo, llegó el tiempo de los pesos pesados de Premio Hugo. Como mejor musical del off el galardón fue para el numeroso elenco de Familia, sustantivo femenino.
Y así como Julia Tozzi, por Heathers, obtuvo el premio como mejor intérprete femenina, Agustín “Soy Rada” Aristarán se llevó el perteneciente al de intérprete masculino por su trabajo en Matilda en medio de un fuerte aplauso por la platea que seguía en el Astral. “Amo a Tronchatoro y se lo dedico a todas esas ratas que están por ahí”, dijo señalando al pullman, donde festejaban varios de los chiquitos de la obra, que volverá en enero.
Y como broche de oro, fue el turno del mejor musical que fue para Querido Evan, la obra dirigida por Sebastián Irigo que cuenta con un elenco compuesto por Julia Zenko, Laura Conforte, Fabio Aste, Guido Balzaretti y un numeroso elenco que celebró quedarse con el galardón más esperado de la noche antes de que todos los ganadores posaran para la foto.
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