Powder Her Face, el escándalo sexual que se convirtió en ópera
Como un relato periodístico, la obra de Thomas Adés representa un desafío tanto para los intérpretes como para el público
Una fotografía polaroid en la que aparece una mujer vestida únicamente con un collar de perlas mientras participa de una escena de sexo con un hombre al que solo se le distingue su torso, dio origen a uno de los divorcios más caros y escandalosos de la historia de Inglaterra. Su protagonista y la historia desenfrenada de su vida fue la que inspiró al compositor inglés Thomas Adés para Powder her face, obra con la cual ingresó al mundo de la ópera en 1995 con los más altos elogios por parte de la crítica y del público. Además de ser estreno latinoamericano, también es el título seleccionado para cerrar el ciclo de Ópera de Cámara del Teatro Colón y desde mañana sube a escena en el Centro Cultural 25 de Mayo.
Margaret Campbell fue conocida como la chica de oro de la aristocracia inglesa en los años treinta, constantemente fotografiada, admirada y varias veces en la lista de las mujeres más elegantes del mundo. Hasta Cole Porter la nombra en su canción "You are the top". Pero, después que su marido el duque de Argyll hiciera públicas sus infidelidades en un mediático juicio de divorcio en 1963, cayó en absoluta desgracia. El auge y caída de esa vida, narrada en una especie de flashback, constituye el tema central de esta ópera con libreto de Philip Hensher. Sugerida para mayores de 16 años, contiene la que se considera el aria más explícita en la historia de la ópera y que le ha valido el nombre de la "ópera de la felación".
Marcelo Lombardero, director artístico de esta producción, la describe como una obra muy compleja, cuyo montaje representa un gran desafío para quienes trabajan en ella y el público.
"La Ópera de Cámara del Colón está próxima a cumplir 50 años y tiene entre sus objetivos programar repertorio que se encuentre ausente en el país y así mostrar lo que se está haciendo dentro del teatro lírico en el mundo. Adés es uno de los compositores más importantes de la actualidad, tiene un entendimiento del teatro musical muy moderno y con una raigambre estilística interesantísima. Vamos a escuchar un tipo de obra muy sofisticada que a la vez contiene todos los ingredientes de la gran ópera".
Cuatro cantantes interpretan 16 roles en total, aunque la Duquesa (Daniela Tabernig) es siempre la misma. Los otros tres (Oriana Favaro, Santiago Burgi y Hernán Iturralde) son como fantasmas que se le aparecen y van interpretando personajes relacionados con la vida de ella. "Esta obra tiene algo poco común en la ópera y que constituye un elemento muy moderno: es una obra periodística. Es como si tomáramos un caso de la farándula con esos escándalos sexuales de personajes conocidos que continuamente están saliendo en las revistas para luego hacer una ópera. Esto le da un carácter de actualidad y, a la vez, universal. También es una ventaja que se dé en un teatro como este, el cual además de ser maravilloso y que cumple con el objetivo de que el Colón salga a los barrios es una obra que requiere cercanía, y este teatro la brinda", explica Lombardero.
En una entrevista que le hicieron a Adés al estrenar la ópera, el propio compositor explicó que la partitura la construyó describiendo los sonidos característicos de los diferentes períodos históricos a los que corresponde cada una de las escenas. Esto, para Marcelo Ayub, director musical en esta producción, representa un reto enorme. "Es un viaje por muchos compositores y estilos característicos del siglo XX. Vamos a poder escuchar a Kurt Weill, Alban Berg, también Piazzolla y hasta una cita a Stravinski. No digamos que llegamos a un dodecafonismo, porque no es así, pero la dificultad es muy grande. Hasta el punto de que cada instrumento es un solista. En realidad, el compositor pide solo 15 músicos, pero nosotros tuvimos que colocar uno más porque la obra estaba escrita para acordeón a botón y acá no encontramos quien pudiera hacerlo. Así que vamos a combinar el sonido del bandoneón, que tiene otro registro, con un sampler que haga el sonido del acordeón".
Esta ópera es muy famosa por una escena en particular. Y lo es porque logra ponerle música y canto a algo que claramente no se puede cantar. "Siempre repito que el trabajo de director de escena consiste en solucionar problemas dramáticos. Y hacer que una cantante logre cantar mientras realiza una felación es uno de ellos. En realidad, no es necesario que la haga, puesto que es la música la que lo hace. El desafío desde el punto de vista dramático es que la gente salga pensando que la vio. Pero para nada es una obra pornográfica, puesto que esta se da en términos de explicitud y aquí solo se da en términos musicales. Desnudos no va a haber. Mi intención es no cargar las tintas en algo que es una genialidad en términos musicales", afirma Lombardero.
Powder her face
Ópera de Thomas Adés
Centro Cultural 25 de Mayo, Av. Triunvirato 4444
Funciones, hoy, sábado y martes 18, a las 20, y domingo, a las 18.
Desde, $100
Temas
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