¿Quién es Valentina Berger, la productora de Broadway que tendrá dos grandes musicales en veredas enfrentadas de la calle Corrientes?
Luego de producir localmente el musical Madres, la productora argentina radicada en Nueva York va por más: estrenará Matilda, en el Gran Rex; y Heathers, en el Ópera. “Quiero ser un puente entre Broadway y Buenos Aires”, asegura
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Cuando LA NACION la entrevistó y la presentó en sociedad como “la productora argentina en Broadway”, Valentina Berger eligió terminar la charla arrojando al universo un deseo: “poder hacer Matilda alguna vez en Buenos Aires”. Ahora, a sólo un año y medio de aquella conversación, la joven entrepeneur que viene haciendo carrera en Nueva York desde hace una década puede darse doblemente por satisfecha. No sólo porque el musical basado en la película de 1996 subirá a escena en junio del año próximo en el Teatro Gran Rex sino porque también sumará el estreno de Heathers, un musical del Off Broadway que tomará cuerpo un mes después en el Teatro Opera. De esta manera, en 2023 la avenida Corrientes al 800 contará con dos exponentes teatrales bien distintos de La Gran Manzana y se presume que el asunto no terminará ahí: “a partir de ahora quiero ser un puente entre Broadway y Buenos Aires y traer las mejores propuestas de allí para acá”, asegura Valentina, antes de confirmar que las entradas para las versiones locales de ambos musicales ya están a la venta por Ticketek. Mientras que Matilda hará una temporada de dos meses, con funciones diarias, del 1° de junio al 31 de julio, Heathers ofrecerá sólo dos funciones capitalinas, el 1° y 2 de julio, luego de realizar una mini gira por el interior del país, “a la manera de los famosos previews de los Estados Unidos, donde las obras debutan en Washington y otras ciudades y recién después recalan en un teatro neyorquino”. Es una coproducción junto con José Luis Massa, de Club Media Network; Fernando Sokolowitz, de Aleph Media; y Ana Pérez, de 1010 Mente Colectiva.
Para Matilda se han realizado audiciones abiertas de las cuales aún no ha surgido el elenco definitivo. “Pero sí hay 60 niños preseleccionados, de 9 a 12 años, que esta semana empezaron una suerte de escuelita, donde son entrenados para la obra, y de la que surgirán los candidatos finales, que deben ser varios porque las leyes impiden que los chicos hagan varias funciones seguidas”, comenta la exitosa productora de sólo 32 años. Se trata de una coproducción en partes iguales entre Go Broadway, Tomás y Carlos Rottemberg, Ozono Producciones y MP Producciones.
En cuanto a Heathers, la semana pasada se llevaron a cabo un par de convocatorias, también abiertas, en el Teatro Ópera, a las que se presentaron más de 5000 aspirantes (algo que no ocurría desde los tiempos del armado de Drácula, allá por 1991), de 17 a 22 años. Pero como la idea es que el proyecto sea lo más federal posible, luego se sumaron scoutings en Córdoba capital, Rosario y resta efectivizar un tercero, en Mar del Plata, pautado para la semana próxima. De esta búsqueda a nivel nacional surgirán los nombres de los 16 protagonistas del musical de culto. “Ambos proyectos se dieron a la vez de pura casualidad, no fue algo buscado. Terminó la pandemia y se destrabó todo. Los proyectos son como jardines, uno los riega y riega y de repente florecen. Bueno, los dos florecieron simultáneamente”, explica la creadora de Go Broadway, la empresa que posibilita el viaje de jóvenes latinoamericanos a Nueva York y les brinda una formación artística integral intensiva.
“Matilda me interesó porque es un modelo para las niñas de este tiempo, tiene que ver con cómo quiero criar a mi hija. De alguna manera me siento identificada con el personaje principal, porque logra todo lo que se propone. En fin, Matilda es la historia de una nena empoderada. Yo crecí viendo la película, una y mil veces, en los años 90. Luego trabajé en la producción de la obra en Broadway, experiencia que contabilizo como una de las más lindas de mi vida. Poder ahora hacerla en la Argentina es cerrar un círculo mágico”, esgrime Valentina. Con respecto a Heathers sostiene: “me encantan los adolescentes, de hecho trabajo con ellos en Go Broadway, por eso me siento responsable frente a ellos y me interesa explorar sus problemáticas. Bueno, la obra habla del bullying, intenta explicarlo y ayuda a quienes lo sufren a sentirse menos solos”. Mientras que Matilda será dirigida por el experimentado Ariel Del Mastro (que tiene en su haber, por ejemplo, las puestas de Cabaret, Tango feroz, Despertar de primavera y Por amor a Sandro), de Heathers se hará cargo Fernando Dente, el actor de Casi normales, Aladín: será genial, Kinky Boots y Regreso en Patagonia, que aquí prácticamente debuta en las lides de la dirección (si se exceptúa su trabajo de 2014 con Criatura emocional).
Su puntapié inicial en la Argentina fue la producción de Madres, un musical con perspectiva de género sobre los dimes y diretes de la maternidad, que aún se mantiene en la cartelera porteña (“y que el año próximo saldrá de gira”). Para ese entonces ya había participado en Nueva York de los equipos de diversas producciones teatrales, entre ellos los de Evita, Billy Elliot y Once. Y más tarde se sumaría al de Company, el revival del famoso musical de Stephen Sondheim y George Furth, que se alzó con numerosos premios en la última entrega de los Tony. Ahora, en los Estados Unidos, la aguardan dos espectáculos en desarrollo: Alma, sobre los esclavos africanos que llegaron a Cuba “y transformaron todo el dolor de la esclavitud en la música y los bailes que se perciben en la isla caribeña”, con libro del argentino Iván Beláustegui (que vive en La Habana), con números aéreos, acrobáticos y del teatro de sombras, “a lo Cirque du Soleil”; y Frida, basado en la vida de la famosa artista plástica mexicana Frida Kahlo, “en el que tengo como socias a la sobrina y a las sobrinas nietas de ella, para contar su historia desde bien adentro, desde un punto de vista familiar inédito”.
–Viviendo y trabajando en los Estados Unidos tendrás una imagen global de la situación actual de la industria del espectáculo. ¿Cómo ves hoy el panorama teatral post pandemia, en Broadway y en el resto del mundo?
–Hoy me interesa más lo que sucede fuera de Broadway. Por eso este año me la pasé viajando por México, Cuba y España, para ver cómo se trabaja en otras plazas. No digo que cumplí un ciclo en Broadway, pero me alegra y me entusiasma más que los nuevos proyectos surjan en otros lados. Por ejemplo aquí, en mi país. Hoy en Broadway están operando todos los teatros, pero los proyectos se caen y los números de cuánto están ganando las obras por semana aún no son públicos. Por algo será, ¿no? Hace poco unos empresarios trataron de abrir un gran casino en Times Square, pero el grueso de la comunidad teatral se opuso y frenó el proyecto de inmediato. Ahora, en cambio, está por abrir ahí el Museo de Broadway, sobre el cual hay mucha expectativa. La última obra en la que participé, Company, pese a ganar todos los Tony, tuvo que bajar de cartel antes de tiempo. Era lindo tener una obra en pleno Broadway, pero fue una decisión sabia levantarlo para proteger los intereses de todos los productores. Siempre hay que saber bajar de cartel a tiempo, con la cabeza en alto y sin perder tanto dinero. Si un productor pierde demasiada plata después queda desmotivado como para volver a invertir. No hay que olvidar que, más allá de lo artístico, Broadway es un gran negocio.
–Por eso, luego de 35 temporadas, bajará en febrero El fantasma de la ópera, ¿no?
–Exacto. Ya no dan los números. Y es muy triste, porque marca el final de una época, el de las grandes producciones. De todos modos, Broadway siempre fue una incubadora y ahora mismo está incubando nuevos espectáculos, como el KPOP de los coreanos (que tendrá su opening night el 20 de noviembre, y tiene como base el género musical homónimo, proveniente de Corea del Sur, que registra influencias tanto del pop como del jazz, el hip hop, el reggae y la electrónica). En términos generales ha bajado el nivel de las producciones, allí y en todo el mundo. Se trata de adaptarse a la nueva realidad económica que emergió tras la pandemia. Yo, como productora, hoy elijo hacer espectáculos con elencos cada vez más chicos. Matilda y Heathers son una excepción, espectáculos muy ambiciosos para los cuales debí recurrir a varios socios para minimizar los riesgos. Y si todo sale bien, seguiremos trabajando juntos en tres o cuatro títulos más –que acabo de adquirir en los Estados Unidos– para ofrecerle al público argentino lo mejor del género musical.
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