Perderte otra vez
Una obra donde confluyen el drama, el humor, la acrobacia y la música
PERDERTE OTRA VEZ LIBRO E INTERPRETACION: EMILIANO DIONISI DIRECCION: MARIA ROSA FREGA ILUMINACION: CLAUDIO DEL BIANCO DISEÑO ACROBATICO: GLORIA VILLAVICENCIO0 VESTUARIO Y DISEÑO ESPACIAL: CLARISA GARCIA COREOGRAFIA: LUCIANO CEJAS, FLORENCIA BORDOLINI, EMANUEL ROBERTO ORTIZ TEATRO: EL CUBO (ZELAYA 3053) FUNCIONES: VIERNES A LAS 20.15 L DURACION: 60 MINUTOS
Nuestra opinión: muy buena
Un joven ha concertado una cita. La persona esperada llegará a su casa y todo deberá prepararse para la ocasión. Ya desde la mañana, el despertar parecería tener otro sabor. Al cabo del día, las fantasías irán ampliándose, la ansiedad adquirirá una dimensión inesperada y el cuerpo de ese ser encontrará múltiples motivaciones para expresar su excitación. A medida que las horas avanzan, esa persona invitada no llega y, entonces, cierto dejo de frustración irá empañando aquella algarabía del comienzo.
Con una dramaturgia sin palabras, construida con acciones, pequeños gestos y donde diversos temas musicales (el marco es muy amplio: desde temas interpretados por Olga Guillot, Nat King Cole, Camilo Sesto o Ana Belén) irán, a su manera, explicitando algo de lo que siente, sufre o ansía el personaje. El espectador va ingresando en el mundo personal de ese ser siempre conmovedor que, desde que hace su aparición en escena, se habrá comprado a la platea con su ternura.
Emiliano Dionisi, que hasta ahora había mostrado su costado de actor dramático, construye aquí una experiencia en la que se expone como mimo, clown, bailarín y acróbata. Con recursos muy genuinos y una técnica muy depurada, va construyendo pequeñas situaciones, pero siempre muy efectivas a la hora de dejar traslucir un estado anímico particular.
La dirección de María Rosa Frega es de una extrema precisión. La creadora conduce a ese actor por canales muy diferentes, que lo obligan a transitar momentos netamente actorales y otros en los que el intérprete debe apoyarse exclusivamente en su técnica acrobática, por ejemplo, para fortalecer una determinada situación dramática y allí también ahí la imagen deberá adquirir un discurso peculiar.
El juego opera como gran inspirador de la propuesta y, dentro de él, todo está permitido. La dupla Dionisi-Frega consigue una propuesta de cruce muy efectiva, donde también la ironía y el humor ocupan un espacio de importancia.