Para Benigni, la comedia es divina
En su primera visita a la Argentina, presentará el miércoles, en el Gran Rex, un unipersonal dedicado a Dante Alighieri
No hay diferencias a la vista (y al oído) entre el Roberto Benigni que hace una década festejaba en Hollywood saltando sobre las butacas y las cabezas de los invitados el Oscar otorgado a La vida es bella y el que atiende a LA NACION desde Montreal. Allí cumplió otra etapa de la vuelta al mundo que viene realizando en los últimos años con su espectáculo unipersonal dedicado a Dante Alighieri, Tutto Dante , cuya función despedida (íntegramente hablada en italiano) tendrá lugar precisamente aquí, en Buenos Aires: el primer encuentro entre el público argentino y Benigni será el próximo miércoles, a las 20.30, en el teatro Gran Rex.
"¡Estaba mal, pero ahora estoy bien, porque Buenos Aires hace bien a la salud!", dice Benigni, y la voz que suena italianísima, límpida, desbordante, efusiva y desprejuiciada del otro lado de la línea resulta inconfundible. La misma que abre en su país un abanico de risas, festejos y polémicas desde La vida es bella y su versión cinematográfica de Pinocho hasta una reciente intervención en el último Festival de San Remo fustigando -como es su costumbre- al primer ministro Silvio Berlusconi.
Como en su personalidad no hay diferencias entre actor y personaje -ambas facetas se manifiestan al mismo tiempo-, Benigni no tiene problemas en explicar que la actualidad italiana puede explicarse también a través de un espectáculo dedicado a alguien que vivió hace 700 años.
"Es algo facilísimo -explica el actor de El t igre y la nieve, que en octubre cumplirá 57 años, con el mismo tono enfático e irónico que traslada a los escenarios-. Yo hablo de Dante no como un profesor, sino como un artista. Y sobre el escenario recito el Quinto Canto de la Divina Comedia , el que habla de los lujuriosos, del sexo, del erotismo. Piense un poquito en Berlusconi en medio de todas esas mujeres, en cómo sigue esta historia, y entenderá lo moderno, lo actual que resulta Dante. Por eso, la primera parte de mi espectáculo prácticamente se llama «Tutto Berlusconi»."
-Usted dijo hace poco que Italia está viviendo hoy un momento de gran resurrección artística.
-¡Y eso que también tenemos a Berlusconi! Todo esto me hace reír mucho, porque a esta altura yo veo a Berlusconi casi como un colega. ¡Tiene más éxito que yo cuando se hace el cómico! Ya está en todas las colecciones de los clásicos del humorismo. Por naturaleza, los comediantes tenemos el deber de jugar y hacer bromas con quienes ocupan el poder. Y la verdad es que Berlusconi facilita las cosas. Mis colegas me envidian cuando viajo al exterior. Salgo para algún lado y me dicen: "¡Bendito seas, Roberto, porque tienes a Berlusconi!".
-Más allá de la actualidad, ¿está preparando algo especial para esta primera presentación en Buenos Aires?
-¡Estoy con una felicidad enorme! ¡Me late el corazón cada vez más fuerte! Mi idea es llegar un par de días antes, así veo, me informo, tomo contacto con la gente. ¡Me muero de ganas por llegar a Buenos Aires! Quiero tocarla, olerla, sentirla. Seguramente hablaré de todo lo que me pase por la cabeza desde que llegue. Mi espectáculo jamás es igual. Cambia de función en función. Por eso, cuando salgo de gira, jamás puedo poner subtítulos. Lo hago en italiano, en francés, en inglés, y nunca es el mismo.
-¿Y quién es Dante para usted?
-Sobre todo, es un amigo, alguien que nos conoce muy bien. Una gloria; uno de los tantos regalos que los italianos le hemos dado al mundo. Es el poeta más grande de todos los tiempos; la perla más luminosa de la cultura italiana. Y no lo digo sólo yo. Jorge Luis Borges dijo que Dante era el más grande. Y Borges no es italiano, es argentino.
-¿Cómo explica la vigencia de una figura de la Edad Media como Dante?
-Porque los grandes poetas están siempre un paso adelante. Y lo tenemos aquí, al lado nuestro. Cuando lo leía, me venían unas ganas locas de llamarlo por teléfono y decirle que no era yo quien lo leía, sino que era él quien me leía a mí y me conocía profundamente. El mejor regalo que nos hizo Dante fue dedicar toda su vida a decirnos que somos lo más bello que tiene el universo, que en los ojos de las mujeres está escrito que somos eternos. Nos hizo crecer, nos convenció de que somos libres. Y también nos hizo reír.
-Entonces, se puede hacer un espectáculo divertido con Dante.
-Dante recurrió a la palabra "comedia" como título para su gran obra. Tenía muy en claro que debía pertenecer al género popular y, de hecho, hay algunos cantos que nos hacen morir de risa, incluso en el Infierno. Escribió la obra poética más grande de todos los tiempos, y él mismo permitía que se jugara con ella.
-¿Dónde nació esta especie de obsesión suya por Dante?
-¡No es una obsesión! ¡Es un placer! En la escuela no sabía quién era. Pero después empecé a leerlo en voz alta. Me gustaba la música, el sonido de ese idioma maravilloso que es el italiano. Desde ese momento, no me dejó nunca y yo tampoco lo dejé a él. Y empecé a hacer espectáculos con estos textos increíbles pensando que iba a perder público en el camino. En cambio, ¡el público empezó a crecer! Un promedio de 5000, 6000 espectadores por show. Y llegué a hacer Tutto Dante ante 30.000 personas. Como si fuera un concierto de rock. ¡Dante es como Bruce Springsteen!
-¿Y cómo espera ser recibido aquí, en Buenos Aires?
-¡Rodeado por todos los argentinos! Y a lo mejor te llamo también a vos para que me des una mano allá arriba, en el escenario. ¡Buenos Aires ya es para mí un lugar fantástico, fabuloso! Todos me preguntan en Italia cuándo voy para allá. ¡Ah, la Argentina! Para mí, ya está a la altura de la Divina Comedia . Ya es un mito.
-En definitiva, lo que usted se propone es acercar desde la alegría la obra de algunos clásicos al público actual.
-Yo no hago algo literario: yo soy un hombre del espectáculo. Lo que quiero es contar una buena historia. Y Dante es un personaje muy apropiado para armar un espectáculo alrededor de él, porque nos permite ver y tocar todo lo que ha hecho. Les prometo a los argentinos una velada llena de alegría y también de belleza, porque cuando nos proponemos ser bellos, nos convertimos en poetas. Será algo emocionante, porque es la primera vez que estaré en Buenos Aires, el lugar donde hay más italianos en el mundo. ¡Más que en Italia!
Tutto Dante termina su viaje por todo el mundo en Buenos Aires. ¿Y después, qué?
-Vuelvo al cine con una comedia, que, por cierto, no será nada divina. La estoy preparando. Y a lo mejor estando en Buenos Aires se me ocurre alguna buena idea.
lanacionar