Palabra de Nun: el Cervantes, paralizado
El conflicto todavía no está resuelto
El secretario de Cultura, José Nun, afirmó que el Teatro Cervantes no está cerrado, sino paralizado, por el conflicto generado por los técnicos afiliados a la Asociación Trabajadores del Estado (ATE).
En una charla con LA NACION, el funcionario sugirió que la crisis con ese sector laboral estaba en una vía muerta debido a la radicalización político-gremial de ese sector.
"Esperamos que recapaciten, ya que nosotros cumplimos con lo acordado, que era abrir una paritaria específica para alcanzar el acuerdo", dijo Nun, lo que se interpretó como una forma de tomar la iniciativa, algo que la secretaría no había hecho en lo que lleva de vida la pugna.
La paralización del Cervantes, que algunos activos sectores teatrales definen como maniobras de cierre de ese escenario, se debe a la huelga de un grupo de 50 técnicos, en su mayoría afiliados a ATE, que han llevado a este estado la situación.
El teatro tiene previstas dos obras: Cremona , dirigida por Helena Tritek, con Rodolfo Bebán, Enrique Liporace, Malena Solda y Salo Pasik en los papeles principales, y Todo verde y un árbol lila , dirigida por Juan Carlos Gené, con una inversión que supera los 600.000 pesos, y que no pueden estrenar debido a este problema.
Este grupo de técnicos perdió su categoría, es decir, el reconocimiento de la especificidad en la tarea en 1992, en tiempos del ex ministro de Economía Domingo Cavallo.
Nun contó durante el diálogo que lograron abrir en el Ministerio de Trabajo una paritaria especial para negociar las condiciones de este grupo. Por cierto, se lograron tres adelantos que juzgó capitales en busca de un acuerdo: inclusión en la planta fija de los contratados; reconocimiento como agrupación específica a los técnicos -una forma de devolver la categoría- y, por último, un aumento de entre el 50 y el 70 por ciento del salario como colofón a su reconocimiento.
Mientras que la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), el otro gremio estatal, aceptó el acuerdo y firmó el convenio, ATE pugnó por un incremento del 25 por ciento adicional por el horario especial que cumplen los técnicos, lo cual llevó al mantenimiento de la medida de fuerza. Nun dijo que los dos gremios se habían comprometido a levantar la medida de fuerza si lograban sentarse en la paritaria y sólo lo hizo UPCN.
"Hay una crisis de credibilidad entre la secretaría y ese gremio; esperamos que vuelvan a sus tareas y no que continúen con este virtual abandono de trabajo", siguió el secretario, quien admitió que, si no queda otro camino, habrá despidos, pero que confía en que los técnicos recapaciten.
La huelga afecta no sólo al Cervantes, sino también a las orquestas y organismos estables dependientes del área de Cultura.
En otro orden, descartó de plano el cierre del teatro. "Sólo está paralizado", dijo, y luego adelantó que había gestionado en España un apoyo económico como para poner el recinto en un lugar de mayor protagonismo. Dentro de dos semanas habrá noticias sobre estos fondos que llevarán al teatro al lugar de obra del Bicentenario, según el secretario Nun.
"Pretendemos que el Cervantes resplandezca, ya que el éxito del Cervantes es el éxito de la secretaría", añadió.
El funcionario dijo también que se había firmado un acuerdo con la Dirección Nacional de Arquitectura para refaccionar la fachada, en tanto que las obras de mantenimiento y mejoras en su interior estarán finalizadas el año próximo.