Nicole Nau y Luis Pereyra, al rescate de la esencia de los ritmos autóctonos
La pareja de bailarines conformada por el santiagueño y la alemana, habitué de los grandes escenarios del mundo, presenta esta noche en el Teatro Astral un espectáculo que hermana al tango y al folklore a través de su raíz negra
- 6 minutos de lectura'
Él es argentino (de Santiago del Estero) y ella alemana (de Düsseldorf). Se conocieron hace treinta años de casualidad, en Buenos Aires, y el tango y el folklore los unieron para siempre. Primero fueron colegas, luego amigos, y por último marido y mujer. Desde hace 22 años los bailarines Luis Pereyra y Nicole Nau viven en Quilmes, pero pasean su arte por todos los continentes y se consideran ciudadanos del mundo. Actuaron, por ejemplo, en el Folies Bergère de París y en el World Centrum Den Haag de los Países Bajos. Su objetivo es el rescate de la esencia de los ritmos autóctonos, tal como figuraban en los escenarios locales en las décadas del 70 y 80.
Esta noche, a las 20, presentarán un espectáculo en el teatro Astral, titulado Vida!, junto a un nutrido cuerpo de baile, más músicos y cantantes. Se trata de una única función, ya que a continuación realizarán una gira por Europa. Luego, en el verano, volverán a Buenos Aires para realizar una temporada en una sala aún a confirmar. “Es un recital de danza, música y canto popular argentino, que rescata autores y temas que no se usan en demasía en los espectáculos de tango y folklore”, comienza explicando Pereyra, y asegura: “yo no concibo a estos géneros separados, no puedo dividirlos porque ambos están enraizados en la música negra y esto los une prácticamente en su totalidad”.
Para el ex bailarín de Tango Argentino y Forever Tango –dos espectáculos que hicieron furor en Broadway y en otras plazas teatrales, uno a mediados de los 80, el otro a fines de los 90- las similitudes entre el tango y el folklore no conluyen ahí: “el tango usa instrumentos musicales europeos –el bandoneón y la guitarra- y el folklore también: utiliza la guitarra, el violín y hasta el bandoneón; y las métricas musicales que tienen tanto el foklore del interior del país como el folklore urbano, que sería el tango, son las propias de la música negra. Astor Piazzolla es quien más lo deja de manifiesto en sus composiciones. Acá, a lo suyo, lo tildaron de jazz, y de hecho esto no es un error porque el jazz es negro, pero bien se lo podría denominar como folklore. Por su parte, la chacarera es completamente negra y el malambo, con la forma de tocar el bombo y los cajones peruanos, también. Todo eso confluye en la milonga sureña, que es la antecesora del tango, y antes de ella estaba el chamamé hecho por los guaraníes, que terminó mixturado con la música que trajeron los jesuitas de Europa. Como verás, el tango y folklore están entrelazados. En sus raíces están los negros cambá de la Mesopotamia, los negros esclavos de Buenos Aires y los negros esclavos de Córdoba hacia el norte, que son los que construyeron los grandes monasterios. También el aborigen, el mestizo, el criollo y el conquistador que se encuentra dentro de este último. En fin, como verás el tango no está escindido del folklore, es una parte más del folklore de Argentina, y eso es lo que nosotros demostramos en Vida!”, afirma quien cuenta en su haber, entre numerosos logros, el haber enseñado en Europa a bailar tango a Lady Di.
¿Y cómo se traduce todo esto en el espectáculo? “No es un show cronológico, donde se cuente la historia del folklore y el tango. Es más bien un show sensorial. Sólo al principio hay un cuadro, muy breve, que funciona como una acuarela, donde hay gauchos y paisanos bailando una milonga (”Milongueo del ayer”, de Abel Fleury), que ya señala hacia dónde nos estamos dirigiendo. Luego entramos nosotros dos y continuamos bailando esa música, pero con pasos muy básicos del tango; y de ahí pasamos a “La bordona”, de Emilio Balcarce, interpretada exclusivamente en guitarra, como era interpretado el tango en un principio. Y de ahí saltamos a Aníbal Troilo, con “Nobleza de arrabal”, un tango de Francisco Canaro que nos traslada a la ciudad, a un barrio bien porteño, pero, como también incluye segmentos de milonga sureña, nos reconecta con el campo, en un ida y vuelta entre el folklore y el tango”, explica Pereyra. En total Vida! está constituido por siete fragmentos o cuadros y en algunos momentos Nicole Nau, que habla perfectamente español (al igual que inglés y francés), y ostenta un parecido a Ute Lemper, actúa de presentadora, “contándole al público detalles desconocidos sobre el tango y el folklore”. El espectáculo, anticipa Pereyra, culmina con un cuadro dedicado al tema “Antiguo dueño de la flecha”, de Félix Luna y Ariel Ramirez, “más conocido aquí como “Indio Toba””.
En la sociedad artística de Luis Pereyra y Nicole Nau las funciones están bien divididas. “Él es la oreja dorada de la compañía, se pasa horas escuchando música hasta encontrar la adecuada. Nunca elige un tema simplemente porque es bonito para bailar, si no porque permite contar algo dentro de la obra que estamos pergeñando. En general nuestras obras nacen desde la música, recién después vamos al estudio y pensamos las coreografías. Yo me encargo de todo lo visual: del vestuario y de las luces”, comenta Nau. Ambos son, además de bailarines-protagonistas, los coreógrafos y directores de la compañía, que dieron en llamar “El sonido de mi tierra”. “También cantamos y tocamos instrumentos a lo largo del show, y pretendemos del resto de los compañeros exactamente lo mismo. Por eso nuestros castings son arduos, nos nos alcanza con que los bailarines hagan bien lo suyo, deben ser artistas integrales para difundir lo mejor del arte argentino en todo el mundo”, suma Nau.
“Lo que nosotros queremos y buscamos es recrear la magia que existía en el mundo del folklore y el tango en los 70 y 80, algo que se perdió y nunca volví a ver sobre un escenario. Yo, que debuté profesionalmente de pequeño en Caño 14, como integrante del Ballet Argentino de Mario Machaco y Norma Ré, conocí una forma de moverse, de vestirse y de coreografiar que me marcó para siempre. La misma magia que conocí en Michelángelo, donde en un mismo music hall convivían el baile clásico, el folklórico y el tango. Estaban Jaime Torres haciendo música andina, Daniel Riolobos cantando melódico y la orquesta de D´Arienzo con sus tangos típicos. Todas esas formas eran auténticas y puras, nadie copiaba a nadie. Por mi parte, tomo y recupero movimientos coreográficos que no existen más. En Vida! hay momentos de cuando Santiago Ayala, “El Chúcaro”, fue llevado por Atahualpa Yupanqui a Santiago del Estero y a Córdoba para rescatar cómo bailaba la gente popularmente, para luego volcarlo sobre un escenario. Lo mismo que hizo en España Antonio Gades, siendo un bailarín clásico, con el flamenco. Yo me crié en esas escuelas y a ellas busco ahora honrar, tratando con Nicole de aportar ese eslabón que está medio partido o perdido, muy a contrapelo de lo que hacen los shows de música urbana actuales, de tango y folklore, que están llenos de clichés”, concluye Pereyra.
Agradecimiento: Novotel Buenos Aires
Otras noticias de Tango
Piazzolla y Gardel en Nueva York. Un traductor de lujo, los ravioles de Nonina, el regalo de Nonino y la oferta que pudo truncar la vida de Astor
En Montserrat. Una gran colección de objetos y hasta vestigios de la 9 de Julio, detrás de la fachada de una iglesia
Tenía 71 años. Murió Graciela Susana, la cantante que llevó el tango a Japón
- 1
De Nicole Neumann al Kun Agüero, todos los famosos que fueron padres en el 2024
- 2
Festejos navideños: de Yuyito y Milei a un accidente de Silvina Escudero pasando por Ángela Leiva en modo romántico
- 3
Lo que hay que saber para ver la nueva temporada de El juego del calamar
- 4
Así pasan los hijos de Wanda Nara sus días en Europa con Maxi López: reencuentros, paseos y muñecos de nieve