Murió Federico González del Pino, traductor y adaptador de grandes éxitos de la cartelera porteña
El deceso se produjo esta tarde y mañana sus restos serán trasladados al Cementerio de la Chacarita; junto con Fernando Masllorens, su compañero de vida y socio, trajo al país los grandes éxitos del teatro mundial
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Este viernes por la tarde falleció Federico González del Pino, traductor, adaptador y agente literario. Junto con Fernando Masllorens, fue el responsable de adquirir los derechos y realizar la traducción y adaptación de innumerables piezas internacionales que poblaron las carteleras porteñas y las de las principales capitales del país.
Sus restos serán llevados mañana al Cementerio de la Chacarita donde, a las 11.30 se oficiará una misa y se realizará un responso en su memoria.
El productor Carlos Rottemberg recordó a González del Pino, con quien trabajó en decenas de obras que se montaron en sus salas Multitabaris, Multiteatro y Liceo de Buenos Aires: “Fue un apasionado del teatro, junto con su socio del teatro y de la vida Fernando Masllorens, logró hacer una marca en lo que tiene que ver con la representación literaria del teatro. Ambos también fueron representantes de algunas obras argentinas en el exterior. González del Pino era un conocedor del mundo artístico, un apasionado, un incansable trabajador en todo lo que tenía que ver con el entramado de las obras que se presentaban en la Argentina”, sostuvo el productor a LA NACION.
Federico González del Pino había nacido el 6 de febrero de 1943 y hasta 1960 se había dedicado a cultivar su afición de pianista. Además, fue profesor titular de Derecho Institucional Público en las universidades de Belgrano, Católica Argentina y del Salvador. En 1978 inició su tarea en el campo teatral como agente literario junto a Masllorens, siendo acreedores de varios premios, entre ellos el Konex en el 2004.
Entre sus traducciones se encuentran: Flores de acero, Amor, Valor, Compasión, Master class, Humores que matan, Ofensa, Bravo Caruso, El asesinato de la enfermera Jorge, Art, Nine, Mi bella dama, La cena de los tontos, Vita y Virginia, El juego del bebé, Panorama desde el puente, El camino a la Meca y La prueba, entre otras.
“No estaba enfermo, se descompensó por la tarde”, reconoció a LA NACION el periodista Roberto Funes Ugarte, sobrino político de González del Pino.
Funes Ugarte, actualmente integrante el staff de Telefe, lo recordó como “un ser extraordinario, generoso, ocurrente, talentoso. Conmigo fue muy cariñoso y un gran consejero. Estaba casado con mi tío Fernando Masllorens Funes, primo hermano de mi padre. Federico era sagaz y ocurrente, un gran coleccionista de arte y muy generoso. Siempre tenía una historia que con humor desdramatizaba todo. Ambos adoraban a su perrito Bacan, un yorkshire, a tal punto que tenían las cenizas con ellos”.
Además, Funes Ugarte agregó que González del Pino y Masllorens “vivían entre Buenos Aires, Nueva York y París, tenían casas en todos estos lugares, a los que viajaban para ver teatro, y traer obras al país para traducirlas y adaptarlas. Federico era la persona más inteligente, culta, graciosa y generosa que yo conocía en mi vida”, finalizó el periodista.
Federico González del Pino también fue abogado de la Embajada ee los Estados Unidos y hablaba cuatro idiomas, una característica indispensable para su tarea artística. Amigo íntimo de Inés Lafuente y Amalita Amoedo, solía pasar los veranos en Punta del Este trabajando sobre adaptaciones literarias.
Actualmente, uno de los materiales en cartel que lleva versión y traducción de González del Pino y Masllorens es Tootsie, la comedia protagonizada por Nicolás Vázquez.
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