Murió el director Miguel Guerberof
Estudioso de Shakespeare y Beckett
Ayer por la mañana murió el actor y director Miguel Guerberof. El último martes había sufrido un ataque cardíaco y, aunque todos eran optimistas con su recuperación, sorpresivamente el corazón de este teatrista mendocino de 67 años, que estudió en Córdoba y que llevó adelante gran parte de su carrera en Buenos Aires, dijo basta. Así fue como esta muerte inesperada produjo en su círculo íntimo de familiares, amigos y discípulos, y en el medio teatral en general, una tremenda tristeza.
Es recordado por una infinidad de trabajos como actor en los que supo mostrar tal ductilidad como para profundizar en el impactante mundo deSamuel Beckett o jugar a El gran señor , en un video del grupo Los Auténticos Decadentes. De todas formas, fue en su rol de maestro de actores y director donde Guerberof sacó brillo a una impecable producción.
Con la creación de la compañía Shakespeare Buenos Aires, el director desentrañó el mundo del dramaturgo inglés con humor y sensualidad como en las aplaudidas puestas de Todo está bien si termina bien y Para todos los gustos , entre otras. También indagó en el mundo de Beckett con la Beckett Factory, universo que lo atrajo desde joven y que lo llevó a darle el nombre del escritor irlandés a su propio teatro del Abasto, a realizar más de quince montajes de sus textos y a ofrecer un festival en su honor el año pasado, cuando se cumplió el centenario de su nacimiento, oportunidad que aprovechó para reponer un clásico de su producción, Acto sin palabras .
Otros trabajos para recordar de Guerberof son, sin duda, El gran ceremonial , Basta y solo , Comedia (con la que iba a participar del Festival Internacional de Teatro en Milán, en septiembre próximo), El retrato del pibe y Ceremonia enamorad a, entre las propuestas teatrales, porque este director también se sumó a varios proyectos cinematográficos, desde la actuación.
Sus actores
"Acaba de fallecer nuestro maestro, el que nos hizo conocer y amar a Shakespeare, el que nos acercó al mundo de Beckett cuando muchos de los de la movida de los 80 apenas pasábamos la postadolescencia. El que nos enseñó a improvisar sin descartar ningún lenguaje que conociéramos, siempre sumando. Para nosotros fue el maestro, una especie de patriarca que nos entregó su corazón", dijo María José Gabín.
Por su parte, Esmeralda Mitre expresó su dolor con palabras de admiración. "Fue mi gran maestro en el sentido más profundo de esa palabra. Unía bondad, generosidad y un desinterés nada común".
"Se fue nuestro gran maestro y hoy, sin saber lo que significará su ausencia, lo comienzo a extrañar", sintetizó Carla Petersen. Son los pensamientos de sólo tres de sus discípulas, a quienes se suman Facundo Ramírez, Gerardo Baamonde, Alejandra Flechner, Verónica Llinás y Horacio Acosta, entre muchísimo otros. Sus restos serán inhumados hoy, a las 12, en el cementerio de la Chacarita.