Murió Beatriz Seibel, una figura clave de la investigación teatral

"Cuando gastás el primer par de zapatos en el escenario, no lo dejás nunca más", solía afirmar la actriz, directora, dramaturga e investigadora Beatriz Seibel quien falleció hoy, en Buenos Aires, a las 86 años.

Había llegado al mundo del teatro siendo muy joven y luego de recibirse de contadora en la Universidad Nacional de La Plata. Un día pasó por el Instituto de Arte Moderno que dirigía Marcelo Lavalle y desde entonces nunca se apartó de la actividad. Formó parte de algunas compañías con las que realizó muchas giras por el interior del país. Así fue conociendo aspectos que desconocía sobre producciones de circo y radioteatro.

"Cada vez me fue interesando más la investigación teatral, la historia. Me resulta muy fácil generar trabajos porque continuamente me surgen nuevos temas o ideas para desarrollar. Siempre he buscado cuestiones no analizadas. Me gustan mucho los temas marginales: el circo, el radioteatro o la mujer en el teatro. La mujer está como invisible en la historia de la escena nacional", explicaba a este diario en 2012.

Por entonces estaba editando Vida de circo. Rosita de la Plata. Una estrella argentina en el mundo, trabajo en el que describía la historia de la famosa écuyère Rosalía Robba quien fue esposa de Antonio Podestá y acompañó al clown inglés Frank Brown en numerosas giras internacionales. Muchos años antes había publicado dos ensayos muy apreciados, Historia del circo y De ninfas a capitanas, mujer, teatro y sociedad.

Beatriz Seibel se autodenominaba "investigadora independiente", era una trabajadora incansable y muy obsesiva. De lunes a viernes dedicaba ocho horas diarias a escribir en su coqueto estudio de barrio Norte. Su producción ha sido muy vasta y siempre se enfocó en la historia del teatro argentino. Sus investigaciones demuestran mucho rigor y a la vez utilizaba un lenguaje llano y ameno a la hora de describir los diversos procesos teatrales con los que se comprometía. Su línea de trabajo estaba muy emparentada con la de figuras como Raúl Castagnino, Luis Ordaz o José Marial.

Entre sus publicaciones más importantes se destacan: Historia del teatro argentino. Desde los rituales hasta 1956 (Corregidor), Historia del Teatro Nacional Cervantes 1921/2010 (INT), Antología de obras de teatro argentino. Desde los orígenes hasta la actualidad, una producción que abarca XVIII tomos y en los que compiló textos de los más variados autores porteños y de provincias y cuya edición está a cargo del Instituto Nacional del Teatro. Sus prólogos a cada volumen resultan de gran interés por la gran cantidad de datos que aporta sobre cada período. Su último libro fue Teatro argentino en el exterior. Emigrados y nómades 1822-1973 (EUDEBA).

Por su trabajo recibió, entre otras, las siguientes distinciones: Premio a la Trayectoria de AINCRIT, Trinidad Guevara, Florencio Sánchez, Konex, Podestá y Argentores.

"Siempre me fascinaron temas y personajes un poco ocultos –declaró a La Nación en 2016-. Trabajé, a pesar de la poca documentación, sobre historias de vida; busqué incansablemente testimonios, saqué deducciones, me topé con fuentes inesperadas e inspiradoras. Y por supuesto, me convertí en asidua visitante de archivos, hemerotecas, en lectora prolija de carteleras teatrales y diarios de antaño". Figura emblemática de nuestro teatro, su obra ha marcado a muchas generaciones y, seguramente, lo seguirá haciendo.

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