Murió la actriz Susana Di Gerónimo, rostro habitual del teatro y la televisión
Versátil como pocas, Susana Di Gerónimotrabajó tanto con Inda Ledesma como con Emilio Disi y se ganó un gran prestigio como esas actrices de soporte que nunca pasan desapercibidas. Hacía unos días que no respondía llamados y fue encontrada hoy en su casa sin vida.
Inda Ledesma fue su maestra, colega y amiga, para quien escribió y fue dirigida, por ejemplo, en el Teatro Nacional Cervantes; y Disi fue su director en Brigada Cola y los Superhéroes, cuando encarnó a la Reina del Mal, en el Teatro Ópera. Si en la variedad está la diversión, la señora que no cedió al recorte de apellido se divierte muy seriamente. Actriz, directora, autora, psicopedagoga y docente, Susana nunca paró de trabajar y sabe que la fama puede ser tan efímera como la espuma de la cerveza.
"Aun cuando hacía televisión, en alguna tira de Quique Estevanez o la mala de Chiquititas, tuve más popularidad por una publicidad, la de 'Elsa Bor de Lencuentro', tremenda. Es tan aleatorio, del lugar menos esperado, pasa. Ni siquiera depende de una. A lo mejor, de casualidad vas al programa de chimentos con más rating y explota. Pero si no se sostiene con trabajo continuo y con prensa, se olvida. No hay que creerse ni un extremo ni el otro", dijo Di Gerónimo a LA NACION en una entrevista. "Hay que reconocer el propio deseo y llevarlo adelante, y no esperar el reconocimiento del otro, eso es lo que importa. Tengo y siento el respeto de los pares, un prestigio, los alumnos y un grupo de gente que me sigue a todas partes". En aquel entonces llenaba la sala Tadrón, con el unipersonal La cajita de jaspe, escrita para ella por Patricia Suárez y dirigida por Herminia Jensezian.
Como actriz protagonizó más de 50 obras en teatros oficiales, independientes y comerciales. Entre ellas: La cajita de jaspe, Cuando todo era, El viaje de una lady, Teratro de la vida cotidiana, Ana por la ventana, Kalvkött, carne de tenera, Negra leche del alba, Mujeres de colores, Lo que quedó, ¡Ay, mujeres!, Té de tías, Las de Barrando, De víctimas y victimarios, La visita de la anciana dama, No se paga, La roca y El despojamiento, entre muchas más. Con Teatro de la vida cotidiana estuvo de gira por todo el país durante cinco años.
Tuvo recordados papeles en televisión en programas como Señales del fin del mundo, Por siempre amigos, Dulce amor, Chiquititas, Grande, pa, La piñata, Gino, Son de Diez, Cebollitas, Los simuladores, De corazón, PH, La nocturna, Los médicos de hoy, Un hermano es un hermano, Por siempre mujercitas, Susana Giménez, Gasoleros, Campeones, Primicias, Rincón de luz, Franco Buenaventura, Mujeres de nadie, Sos mi vida, Amo de casa, Son amores, Don Juan y su bella dama y Por amor a vos, entre muchísimos otros.
"No hay año que no actúe. En realidad, empecé escribiendo, después pasé a la actuación y eso me llevó a dirigir. Y el entrenamiento de actores surgió por iniciativa de Inda, ella me animó". Desde 1989, sin interrupción, Susana Di Gerónimo daba clases. Tenía su propio estudio, en la zona del Congreso, y desde 2001 daba talleres trimestrales en el Cultural San Martín. "Al final, la psicopedagogía me terminó sirviendo para la docencia teatral. Estudié en Necochea, mi ciudad, para que mis padres se tranquilizaran. La terminé y vine a Buenos Aires a estudiar con Agustín Alezzo, Raúl Serrano, Inda... Volví a Necochea solo para visitarlos", decía a LA NACION.
Treinta años de docencia le enseñaron que es posible transmitir técnicas, herramientas con las que el artista pueda desarrollar su propia intuición creadora. "El trabajo del actor es un juego placentero en el teatro y también en la televisión. De todo se aprende. Tuve el placer de trabajar con Jorge Luz. Hacíamos un sketch, la Porota y la Betty, cuando no estaba Jorge Porcel, que era la Tota. Improvisar con él era una fiesta. La tevé te da oficio, la gente te conoce. Pero siempre, a la vez, traté de pisar el escenario, de tener mi propio proyecto: eso siempre se lo digo a los alumnos, que sean creativos, que jueguen, que no se queden en las modas", decía la maestra egresada del Seminario Teatral Bonaerense, que estudió con Raúl Serrano, Agustín Alezzo e Inda Ledesma. Obtuvo el Premio Municipal a la Dirección Teatral y segundo Premio Municipal de Dramaturgia por la obra Los aparecidos; el premio a la actuación en el Concurso Coca Cola en las Ciencias y las Artes por La llave, el premio Estrella de Mar por su trabajo en Kalvkött, carne de ternera y una nominación al premio ACE por la misma obra escrita por Silvina Chague y dirigida por Corina Fiorillo.
También fue autora y directora de las obras Los aparecidos, 6x3 (Monólogos y silencios), Piripitifláutica, Cataplum, Cuando todo era, nada era, Solfashow y El nido. También dirigió las obras Cuando todo era, Imagina Imaginador, Caprio y Cía, La huella del elefante, de Marta Albanese; Señoritas en concierto, de Cristina Escofet; Ladran Sancho y La gran odisea, de J. Bernal.
También fue un rostro muy solicitado por el mundo publicitario. Se la recuerda por las publicidades Elsa Bor de Lencuentro, de Quilmes, entre muchas otras.
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