Mucho ruido y pocas nueces: divertida y ágil versión de un gran clásico
Mucho ruido y pocas nueces
Nuestra opinión: buena
Autor: William Shakespeare. Elenco: Cristina Dramisino, Gustavo Bassani, Maia Francia, Antonia Bengoechea, Divina Gloria, Martín Urbaneja, María Rosa Frega, Gustavo Monje, Claudia Cárpena, Livia Fernán, Martín Palladino y elenco. Dirección: Jorge Azurmendi. Sala: La Comedia, Rodríguez Peña 1062. Funciones: martes, 20.30. Duración: 120 minutos.
Escrita entre 1598 y 1599 Mucho ruido y pocas nueces es una muy entretenida comedia de Shakespeare que expone las dificultades a las que deben sobreponerse dos parejas de cualidades diferentes (Beatriz y Benedicto /Hero y Claudio) para lograr llegar al casamiento. Una trama de enredos de la que participan la mayoría de los personajes promoviendo un juego siempre activo. Ellos asumen con total responsabilidad su adhesión a la mentira con tal de llevar a buen puerto los objetivos que se han trazado.
Soldados que llegan de la guerra, muchachas jóvenes que ansían encontrar a su pareja, hombres que son capaces de traicionar a su propia familia, un gobernador y un fraile que olvidan por un momento su estatus y hasta unos disparatados guardias terminan alimentando un universo en el que se cruzan el poder, la ingenuidad, la hipocresía, la desconfianza y también la picardía. Un conjunto de criaturas diseñadas con perfiles muy opuestos que, cuando se ponen en contacto, dan cuenta de las múltiples máscaras con las que puede moverse el ser humano.
La versión que dirige Jorge Azurmendi posee una fuerte vitalidad. Sintetiza con mucha claridad situaciones que se suceden con buen ritmo y busca que cada intérprete logre definir el perfil de su personaje, en la mayoría de los casos, con justos matices. Algo que posibilita dejar muy en claro sus roles y reconocer las distintas conductas, que el autor isabelino decide exponer en escena. Los músicos se integran a la acción en más de una oportunidad realizando un aporte verdaderamente creativo.
Si bien en el elenco se observa una fuerte adhesión a la propuesta general hay trabajos que exponen mayor profundidad. Como las parejas que conforman Maia Francia (Beatriz) y Jorge Noguera (Benedicto), Antonia Bengoechea (Hero) y Francisco Andrade (Claudio) o el desopilante dúo de guardias que conforman María Rosa Frega (Dogberry) y Gustavo Monje (Verges), quienes introducen una fuerte cuota de humor. Livia Fernán da vida a dos personajes también entrañables, el fraile y el escribano. Resultan muy destacables los trabajos de Carlos Di Pasquo (escenografía), Miguel Miglionico (vestuario), Rony Keselman (música original) y Mecha Fernández (dirección coreográfica).