Master Plan, hacia la etapa final
Telerman encabezó la comitiva que se interiorizó de las obras de restauración
"¡Vamos, arquitecta, no empiece a abrir el paraguas!", le dijo en tono risueño el jefe de gobierno porteño, Jorge Telerman, a Sonia Terreno, la coordinadora de las obras del Master Plan del Teatro Colón, durante el paso de la comitiva de funcionarios y periodistas por el Salón Dorado. Apenas comenzados los trabajos de restauración en ese lugar del teatro, la arquitecta hacía comentarios sobre el origen blanco de la sala que hoy se conoce por sus dorados ornamentos: "Bueno, si no llegamos a terminarla no estaríamos muy alejados de lo que alguna vez fue".
Esas no fueron las únicas risas en la distendida recorrida que se realizó anteayer por el Colón, y que organizó la ministra de Cultura de la ciudad de Buenos Aires, Silvia Fajre, para mostrar a la prensa el estado de las obras de puesta en valor y actualización tecnológica del teatro que comenzaron hace cinco años y que apuntan a estar listas el 25 de mayo de 2008, día en que el primer coliseo porteño cumplirá 100 años de vida.
Fajre contó con el respaldo del jefe de gobierno -quien se convirtió rápidamente en el centro de la escena, y a eso ayudó su sentido del humor-, luego de una semana que a ella se le presentó complicada a raíz de la intención de la legisladora porteña por ARI, Teresa de Anchorena, de presentar un recurso de amparo para detener el proceso licitatorio que involucraba a los textiles de la sala, proceso que concluyó ayer por la tarde con la apertura de los sobres, luego de que se introdujeran algunas modificaciones a las bases (ver recuadro página 3).
"Nos pusimos de acuerdo y la subcomisión de seguimiento de las obras [que integra Anchorena] se expidió favorablemente", explicó la ministra de Cultura, que siguió la recorrida sin Telerman, cuando la propuesta fue subir al techo. "No estoy en condiciones", dijo el jefe de gobierno tocándose la cabeza, antes de partir. Nunca más oportuna su despedida, ya que cuando lo que quedó de la comitiva llegó a los techos para ver el avance de las obras de restauración de los vitrales del foyer , comenzó la violenta lluvia que terminó en granizo y que fue tapa de todos los diarios de ayer.
Luego de la presentación inicial en pantalla gigante, donde se realizó un completo panorama del avance de las obras, gran parte de la visita se detuvo en la oficina del Master Plan, donde la arquitecta Terreno y Silvia Fajre se explayaron, precisamente, en el tema de los textiles. Con las manos enfundadas en blanquísimos guantes las dos mujeres se dedicaron a mostrar los gruesos cortinados de los palcos (bandó y cantonier) en distintos estados de prueba: tal cual están hoy colocados en la sala, desarmados y con un proceso de limpieza que la seda no resistió. Hecho tal, que -para los responsables de la restauración y sus asesores- justifica su reemplazo.
"La idea para toda la obra es que lo que se pueda restaurar se restaure, y lo que no, se reemplace. En el caso de los textiles es fundamental además hacer el cambio con telas ignífugas que, lógicamente, respeten texturas, colores y gramajes", explicó Fajre. A su lado, Terreno mostraba la tela que reemplazará a las que actualmente visten los palcos, y a la que se llegó luego de diez intentos.
El gran tema de discusión en torno de las obras tiene a la mundialmente famosa acústica del teatro como centro de escena. Cualquier alteración del coliseo que modifique esta principal característica sería catastrófica para sus responsables. De ahí que se empeñen en mostrar y demostrar sus denodados esfuerzos por llevar a buen puerto sus investigaciones y estudios que involucran a importantes asesores nacionales e internacionales, entre las que Fajre destacó a Irene Tomedi, especialista italiana que restauró los textiles de La Fenice antes de que se incendiara.
A sala vacía
El gran misterio de la vida acústica del teatro se develará para el público sólo el día de su centenario. Para eso todavía faltan casi dos años y mucho trabajo en el medio. De las cuarenta y dos obras licitadas ya se finalizaron dieciséis y otras tantas están en desarrollo y, mientras que cinco están en proceso de licitación, hay cinco más en etapa de proyecto. Más allá de cualquier broma, tanto Telerman, como Fajre y Terreno, están convencidos de que se llegará a tiempo con las obras, pero para eso es necesario, como estaba previsto, cerrar el teatro a partir del 1° de noviembre de este año y durante todo el que viene. Período durante el cual la temporada del teatro se llevará a cabo en lugares alternativos, como el Luna Park, el teatro Coliseo y otros que están en proceso de estudio.
Durante todo este tiempo se encararán las obras mayores que tienen su eje en la sala principal del teatro y en el escenario. Así, se desvestirá completamente el lugar, se trasladarán todas las butacas a los depósitos para su restauración completa, se reparará la araña central y sus sistema de control remoto, los palcos, el piso, los tablones del escenario y el sistema de autoelevadores para transportar escenografía.
"Puede ser que algunos trabajos, sobre todo en el exterior, queden pendientes para después de los festejos del centenario, pero todo lo que tiene que ver con la producción de espectáculos y su puesta en escena para el disfrute de la gente, estará listo mucho antes que ese día", concluye la arquitecta Terreno, a esta altura del recorrido, una experta en abrir paraguas.