"Marica es todo aquel que ha pensado diferente"
Su obra es un símbolo de la lucha por la igualdad de derechos
Se pueden decir muchas cosas sobre Pepe Cibrián Campoy, pero hay algo inobjetable: en medio de la campaña a favor del matrimonio igualitario él puso el cuerpo. Su charla en medio del living de Susana Giménez o su lectura de Marica en el Senado de la Nación son fotos de indudable peso en el inconsciente colectivo cuando se discutía la ley. Desde el jueves, ese monólogo que adquirió el valor de emblema y que es todo un homenaje a Federico García Lorca se estrenará en El Cubo.
-¿Por qué la titulaste Marica ?
-A García Lorca lo mataron por ser marica. En aquella época, en España, no existía la palabra homosexual. Yo pensé que esa terminología tan brutal expresaba el horror de esa muerte, por eso usé ese término tan insultante. Ahora la palabra marica no se usa tanto, se usa más puto, otro término espantoso; pero yo pensé que era importante rescatarlo. Como lo dije en el Senado, para mí marica es todo aquel que ha pensado diferente.
-¿Alguna vez te gritaron o dijeron marica?
-No, para nada. Durante toda la campaña por la promulgación de la ley de matrimonio igualitario, a la que yo me sumé azarosamente y que, en dos meses, terminé haciendo infinidad de notas; jamás me dijeron una cosa así. Al contrario, hubo desde padres de familia que me agradecían la posibilidad de pensar distinto a la misma Susana Giménez que me dijo que le había cambiado la cabeza. Y cuando me nombraron ciudadano ilustre fue, justamente, por mi participación en la campaña.
-En ese contexto, desde algunos sectores se podía pensar que el término había cambiado su significación. Hasta en esa inversión de significado admitía ser usado como señal de orgullo....
-Es una linda imagen, puede ser. Podemos verlo de esa manera.
-Pero antes de todo eso, ¿nunca te gritaron marica?
-No. Y mirá que soy un hombre excéntrico en mis formas, en mi vestimenta. Siento que hubo un respeto hacia mí, hacia mi familia; nunca recibí una agresión de este tipo. Tampoco me preguntaron en una nota sobre mi vida íntima cuando nadie podía dudar de mi elección sexual.
-¿Por qué pensás que nunca sucedió?
-Por una cuestión de respeto. Aún en los programas de chimentos nunca se metieron con mi vida privada.
-Cuando leíste parte de Marica en el Senado, ¿ésa fue tu mejor función?
-Otra linda imagen. Sí, de alguna manera lo fue. Uno, en un escenario, se expone como artista. Pero cuando te exponés como ciudadano sin medir las consecuencias es otra cosa. En ese sentido, ahora que lo decís, aquello se podría entender como mi mejor actuación. Más que eso: como algo irrepetible.
-¿Qué imágenes te vinieron en medio del aplauso en el Congreso?
-La de mi padre. La de mi padre que peleó. La de mis abuelos que se exiliaron en Francia porque había llegado Franco. La de mi abuelo enterrado en una fosa común. Me vinieron todas esas imágenes porque ellos, en su momento, pensaron diferente al facismo imperante de la época. Sentí que de alguna forma mi padre me estaba diciendo: «¡Bravo!». Sentí que estaba orgulloso de su hijo. Y, claro, mi madre al lado suyo. Te digo más: el mismo García Lorca.
Desde el jueves Marica llegará a El Cubo. A Pepe Cibrián Campoy le encantaría que la sala esté llena de público joven. Y otra fantasía que lo llena de energía: la de gira por el interior del país con este monólogo. "No hay nada que me divierta más que salir por las provincias con este espectáculo. Allí, la gente es adorable. Te diría que el único problema es que engordás como una bestia porque te invitan todo el tiempo de un lado al otro. Como en Marica soy yo solo en escena, podré ir a pueblos chiquitos en donde terminás actuando en un gimnasio o en un iglesia...
-Vos pensás que es posible presentar Marica en una iglesia cuando la iglesia hizo público su oposición al matrimonio igualitario.
- Marica no es una obra ofensiva hacia la iglesia, para nada. Tampoco es una obra que haga apología de la homosexualidad, que bien podría serlo. Es una apología al ser diferente. Y yo creo que también hay una iglesia abierta a muchas otras posturas, las generalizaciones nunca son buenas.
PARA AGENDAR
Marica: de Pepe Cibrián Campoy. Teatro: El Cubo, Zelaya 3053 (4-963-2568). Jueves, viernes y sábados, a las 20.30 , y domingos, a las 19.