Mar del Plata levanta un telón de emergencia
Que sí, que no, y otra vez que sí. Ese parece ser el periplo de la temporada teatral en Mar del Plata, o en todo el país si se ampliara el espectro. Aquellas primeras noticias de hace dos meses que anunciaban con contundencia que no habría teatros en el verano fueron mutando hasta confirmar que sí, que en esta ciudad donde el teatro es una de sus marcas indiscutidas subirá los telones... al menos de algunas salas. Telones de emergencia porque son pocos los que se atreven y lo hacen sólo para acompañar mantener viva esta actividad y para demostrar que el teatro es un lugar seguro si se toman todos los recaudos. Con un aforo del 30 por ciento, que parece ridículo si se tiene en cuenta que los casinos y los restaurantes abren con el 50 por ciento de su capacidad, y la suma de cuestiones específicas de esta actividad. Por ejemplo, los espectadores tendrán que permanecer en sus butacas todo el tiempo que dura la función -que no deberá superar los 90 minutos- con sus barbijos puestos y con la distancia reglamentaria entre las butacas. Por lo tanto, estar en una sala teatral pareciera ser una de las actividades más seguras. Si se tiene en cuenta además que las personas no hablan entre sí ni se desplazan por el lugar; o que el ingreso y el egreso están organizados previamente. Por todos estos motivos estrictamente sanitarios, por otros ligados a la producción y los sufrientes números que siempre son deficitarios para la actividad teatral -que ya viene arrastrando crisis de antaño-, los productores tienen la esperanza de que el 30 por ciento se convierta en 50 cuando comience enero y que entonces se animen más elencos a la temporada teatral.
Por lo pronto, son muy pocos los audaces que se le atreven a la temporada de Mar del Plata más bien como un modo de resistencia cultural, de hacer mover la rueda luego de tantos meses en pausa. Con un 30 % de la capacidad de los teatros, abrirlos implica más pérdida que ganancia, eso es claro. Sin embargo, Carlos Rottemberg decidió abrir. Él es la voz de muchos y sabe que para que exista teatro debe haber actividad. Y esta es su 43ª temporada ininterrumpida. Fue el primero en reabrir aquel inolvidable viernes 13 de noviembre cuando el Multiteatro levantó el telón. No hay dudas de que quedarán imágenes imborrables. El acompañamiento, la obra de Carlos Gorostiza vendió cuatro entradas esa noche. Sí, cuatro. Ambos protagonistas, Luis Brandoni y David Di Nápoli, le pusieron el pecho acompañados por este productor porque el único modo de retomar la actividad es demostrando que es segura. "Sigo pensando fervientemente que estamos haciendo bien en mover la rueda. De aquel viernes 13 de noviembre en el que vendimos solo cuatro entradas hoy miro los números de AADET y noto que fueron creciendo en estas seis semanas. En enero con algunos títulos más, más salas abiertas y a medida que la gente vaya tomando confianza con los protocolos, va a seguir creciendo, lo que la economía permita, claro", cuenta Rottemberg.
Muchos rituales se desplomaron en este año tan particular, pero algunos otros no. Eso de ponerle alguna etiqueta a la temporada estival por las propias características que se vislumbran en cada etapa es una "fija" de Rottemberg, así como esa inusual forma de sellar contratos poniendo el dedo simbólico en una servilleta blanca y recuperar ese valor tan olvidado que debe tener la palabra. La del verano de 2020 fue la temporada Casino: "porque es tan potente lo que se armó que muchos vamos pensando que somos banca y no sabemos si terminamos siendo punto", decía hace apenas un año cuando el mundo era otro y los nombres como Roberto Moldavsky, Fátima Flórez, Nicolás Cabré, Laurita Fernández, Luciano Castro, Antonio Gasalla, Luciano Cáceres, Carmen Barbieri, Mauricio Dayub, Juan Leyrado, Gabriel Rolón, Nora Cárpena, Federico Bal, se agolpaban para entrar a La Feliz.
"La temporada que empezó ayer será la 'Solidaria', entre otras cosas, por la comunión que hubo entre nuestro circuito y el independiente. También porque no se aumentaron prácticamente los precios respecto a la temporada anterior. Solidaria desde el punto de vista de todo lo que está pasando, incluso por haber ofrecido teatros para otros ámbitos que no pudieron abrir por temas de protocolos; y también porque algunos nos ocuparemos hasta de promocionar el teatro independiente local". Y sí, parece que la humorada en este contexto ya no tiene cabida y los propios productores teatrales salen al auxilio de los teatros independientes que en esta pandemia corren serios riesgos de desaparecer.
Con muchas más dudas que certezas, este fin de semana es la señal de arranque. De los seis teatros del productor, solo abrirán dos: el Mar del Plata en el que se reestrenó ayer El equilibrista, el unipersonal con Mauricio Dayub que tuvo una temporada espectacular durante todo 2019 y el verano de 2020 y que fue uno de los primeros en volver al escenario cuando se anunció la reapertura de los teatros, en su propia sala, el Chacarerean. Y en su relato también aparece la palabra solidaridad. "Recordé las palabras del maestro Francisco Javier que hablaba de una solidaridad afectuosa que había para él en la obra de Ionesco. Y yo sentí que esas dos palabras le venían muy bien a este retorno al teatro: solidaridad afectuosa", rememora Dayub. "Fueron funciones hermosas, todas con localidades agotadas. Mi sala tiene 180 butacas y pueden entrar sólo 52 personas. Pero fueron cuatro semanas que nos permitieron comprobar que en el teatro no hay coronavirus y eso fue fundamental porque ni nosotros ni los espectadores hubiésemos querido volver si era riesgoso. Eso me permite venir a Mar del Plata con mejor expectativa. Un párrafo aparte merecen los espectadores, porque debían respetar la distancia social, permitir que les tomen la temperatura, que se les ponga alcohol en sus manos, recibir la recomendación de que no se saquen el barbijo durante toda la función, o sentarse de manera espaciada, como indicaba el protocolo. No tuvimos ninguna queja, si no a todo el público a favor. Incluso los más arriesgados que se quedaban a saludar lo hacían con distancia, manteniendo el barbijo".
La dupla Dayub-Rottemberg es ejemplo de valentía y trabajo artístico. Con su unipersonal magnífico que le valió distinciones (entre los cuales ganó el premio ACE de Oro el año pasado), y el apoyo del público hará equilibrio más que nunca en la temporada más atípica de la historia. "Soy uno de los primeros en comenzar pero seremos pocos, no como la temporada pasada cuando comencé también temprano pero junto a muchos. Tengo una expectativa muy cautelosa, muy pendiente de la curva epidemiológica. Estoy en el teatro Mar del Plata, de mil localidades, porque tenemos sólo la posibilidad de trabajar con el 30% de aforo, da a la calle, tiene buena ventilación, ventanal corredizo arriba que permite darle tranquilidad a la gente. Cumplimos con todas las medidas y estamos en condiciones de demostrar que el teatro es un lugar seguro" agrega Dayub.
La otra sala del empresario Rottemberg que abrirá sus puertas es el Teatro Atlas. Ayer se debería haber levantado el telón para el estreno de Los cuatro fantásticos del humor, con Jorge "Carna" Crivelli, Rodolfo "Alacrán" Samsó, Diego Pérez y Alfredo Silva con doble función de martes a domingos. Pero el viernes se anunció que Diego Pérez se contagió el Covid-19 y se suspendió el estreno hasta nuevo aviso.
Desde el 2 de enero, al teatro Mar del Plata se sumará en una segunda función Escandalones en vivo, con el chimentero Rodrigo Lussich, el espectáculo de humor blanco de la farándula hará dos funciones semanales. Y serán estas dos salas las que abre el empresario porque, a pesar de ser económicamente más viable abrir salas que estén en el mismo complejo, de esta manera se asegura mayores cuidados, distancias sociales generosas y, en el caso tanto del Atlas como del Mar del Plata, se trata de salas que tienen techos capaces de abrirse y lograr una ventilación natural. "Hoy en día para ser productor teatral también hay que aprender sobre modos de ventilación naturales, de variables climáticas para minimizar más y más los riesgos" dice Rottemberg sin perder el humor pero tampoco los cuidados. De hecho, esta temporada es la primera en que los programas de mano los entregará folio mediante, porque le permite sanitizar el plástico mejor que el papel. Cuestiones por fuera del protocolo pero que le aseguran extremos cuidados. Y la gente lo agradece.
En el Teatro Carreras, el 3 de enero se estrenará El barrilete cómico, un super clásico, el nuevo espectáculo de Nito Artaza, acompañado por Abril Kan Nando, José y Celeste Casartelli, y dirigido por Cecilia Milone. En esa misma sala, Sergio Gonal protagonizará el espectáculo Nada es igual; y en el Mirador Cabo Corrientes, Miguel Ángel Cherutti subirá el telón con Son formidables, parte II.
Por su parte, en el teatro Santa Fe se podrá ver Terapia para dos, con Leandro Orowitz, Hernán Figueroa, Jimena Hecho y Silvana García. Y, por último, en el teatro Corrientes, llegará el show Mar del Plata, la revista, con Lorena Liggi, Mago Black, Yayo, Paquito Wanchankein, Bianca Giovanetti, el Mago Rebo, y un elenco de bailarines.
El Auditorium
Por su parte, el 5 de enero el Auditorium volverá a abrir sus puertas con actividades al aire libre y en sus dos salas, la Ástor Piazzolla y el café teatral Emilio Alfaro. Pero también estará presente en los barrios, con una programación que estará destinada a apoyar las artes escénicas independientes y locales, sin dudas las más sufridas, porque en muchas salas independientes las reformas a realizar para ajustarse a los protocolos son impracticables. Con un aforo del 20 %, las salas Ástor Piazzolla y el café teatral Emilio Alfaro en distintos días y horarios, incluirá los ciclos Foyer a los cuatro vientos y el Red de salas marplatenses, destinado a espectáculos de artistas y salas independientes locales. Pero habrá más: se incluirá en la programación espectáculos nacionales como 200 golpes de jamón serrano, protagonizado por Gustavo Garzón y Marina Otero; a Luis Salinas junto a otros músicos marplatenses; el taquillero Darío Sztajnszrajber con Filosofía del amor; y Julia Zenko en Vuelvo a ser luz, el último álbum que lanzó; entre otros.
Se sumarán espectáculos al aire libre en el Espacio Jardines, de la Biblioteca de la Universidad Nacional de Mar del Plata; en el Faro de la Memoria y en distintos barrios marplatenses en los que se incluirán espectáculos de títeres y clowns, así como también, parte de la programación del Auditorium, con el fin de ofrecer alternativas culturales en espacios al aire libre y a los distintos sectores.
Según trascendió esta semana, Dalia Gutmann estrenará un nuevo espectáculo en enero en el complejo teatral Radio City Roxy pero todavía sin certezas sobre cómo será esta temporada que, con el acotado aforo, impide espectáculos con numerosos elencos. Y en ese mismo complejo, está previsto sumar más propuestas a la programación pero aún no están confirmadas. Por su parte, Ezequiel Campa, uno de los referentes indiscutidos del mundo del stand-up hará una nueva función de su espectáculo Cheto y choto, el 9 de enero en este mismo teatro.
El histórico productor Lino Patalano, que todos los años lleva a La Feliz artistas populares como Fátima Flórez o Antonio Gasalla, esta vez no será de la partida. Así como tampoco el productor Javier Faroni; mientras que Carlos Mentasti también decidió mantener cerrado el teatro Provincial.
Será un verano atípico, cauteloso, lleno de cuidados, con el alcohol en gel como protagonista y el distanciamiento como el modo social necesario para que la curva epidemiológica no se eleve. Pendiente de los números de esta pandemia que no da tregua. Y demostrando una vez más que el encuentro con el espectáculo es indispensable y vital. Por lo tanto, si se toman todos los recaudos necesarios, es una actividad no solo necesaria sino segura.
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