Mamma mia!: el musical que hace cantar al mundo
Marisol Otero, Gabriela Bevacqua y Silvana Tomé son las protagonistas de esta obra que se nutre de las canciones del grupo sueco ABBA
Charlan, se ríen, están felices. Como tres amigas de años, las actrices entran y salen de la historia que contarán-bailarán-cantarán con la pasión evidente que las mueve a sostener a estas criaturas, famosas en los teatros de todo el globo. ¿Es por Abba ? Tal vez gracias a esas melodías simples y pegadizas es que resulte fascinante para Marisol Otero ( La Bella y la Bestia, El violinista en el tejado ) meterse en la piel de Donna, o para Gabriela Bevacqua (Sádica!, Juicio a lo natural) encarnar a su amiga Tanya, o para Silvana Tomé (la china de Avenida Q) completar el trío como Rosie. Lo cierto es que hoy encabezan el elenco de Mamma Mia!, el radiante musical de Catherine Johnson que será, para muchos, el gran suceso del año de la cartelera porteña. "Cuando nos encontramos en los Premios Hugo empezamos a los gritos y abrazos, felices de compartir esto. Las tres nos sorprendimos de quedar seleccionadas", abren grandes los ojos y las sonrisas.
En un encuentro con La Nacion, cuentan que todo el equipo, que suma a Paula Reca (Sophie, la hija de Donna), Germán Barceló (Sam), Diego Bros (Harry), Mariano Muso (Bill), Luciano Bassi (Sky), Celeste Sanazi (Ali), Anabella Simonetti (Lisa), Adrián Scaramella (Eddie) y Julián Rubino (Pepper), entre muchos otros, se integró cómodamente. Todos ellos son los encargados de ponerles dramaturgia a letras tan pegadizas y familiares como "Chiquitita", "Dancing Queen", "Voulez Vous", "Dame, dame, dame", "Hay sólo un ganador", "Yo lo soñé", "Mamma mia!", "Take a Chance on me" y "Super Trouper".
En esas canciones, escondidas e hilvanadas en una anécdota simple con personajes riquísimos, radica el éxito de esta obra en todo el mundo. Basta mirar videos de sus versiones y descubrir cómo los espectadores sienten ganas de bailar en sus butacas en muchos tramos.
Las chicas están fascinadas con el norteamericano Robert McQueen, el director asociado: "Es un genio, humilde, generoso, talentoso… queremos que se quede siempre (risas)". Destacan también que es un profesional "apasionado por lo que hace" y generó en el elenco lo mismo que Janet Rothermel, la coreógrafa, y que Wendy Cavett, la supervisora musical: "Se armó un equipo hermoso y una no dice esto en todas las notas, porque no sucede en todas las obras", coinciden las actrices. "Es un éxito de los directores el casting que hicieron. Nos dan toda la libertad para trabajar: aportan los lineamientos y nos dejan hacer y crear. Es maravillosa su manera de comunicar lo que quieren; va más allá del idioma". Además, forman parte del proceso con los locales Gerardo Gardelín (director musical), Rocío Rodríguez Conway (directora residente) y Héctor Hernández (coreógrafo residente). Todo esto también depende de ellos.
Un gran desafío
Las actrices detallan que para esta pieza, producida aquí por Time For Fun, tuvieron que escuchar al cuarteto sueco específicamente "para no tener variaciones en las melodías", ya que las notas debían ser exactas, y agregan que, para ello, Marcelo Kotliar también hizo un "laburo genial" en la traducción y adaptación. "Cada coma, cada respiración, se tiene que respetar –se ponen serias–. Son muy exigentes con eso." Desde el intenso trabajo vocal, la pieza les exige una concentración especial (Otero, por ejemplo, tiene un sostén en su coach Ignacio Mascardi). Tomé destaca que "es una obra muy difícil a nivel resistencia. El ensamble está fabuloso, bailan y saltan al mismo tiempo. ¡Y nosotras también! Estás saltando en una cama y tenés que sostener una nota –adelanta–. En ningún momento te parás a cantar: se trata de acciones que están completamente justificadas en la historia y es una obra muy aeróbica". Bevacqua suma que "vocalmente también es un gran desafío y ahora que conocemos más de Abba, nos damos cuenta de que las canciones tenían un registro tan amplio… Y nos piden exactitud y son muy meticulosos".
El éxito de la película que protagonizó Meryl Streep podría hacer temer a cualquier intérprete. Pero parece que no es así. "No hay puntos de comparación con la película. En la obra cada personaje está tomado desde su realidad dramática, no tiene la liviandad de ser sólo un musical". Otero explica que Donna está enojada porque le pasan muchas cosas. "Hicimos trabajo de mesa con McQueen y desmenuzamos la historia de cada personaje. Ella tenía padres muy estrictos, católicos, y su único escape era ir a cantar con sus amigas Tanya y Rosie, hasta que queda embarazada de muy joven, la echan de su casa y se queda viviendo en una isla griega que conoció en una de sus giras. Su gran amor se casa con otra y por diversos sucesos no se sabe quién es el padre de su hija. De golpe –narra la actriz–, cuando su hija, 20 años más tarde, se va a casar e invita a sus tres posibles padres, porque lo leyó en el diario de Donna, ella se encuentra sin aviso con esos tres hombres de su pasado, pero es una mujer fuerte, que irradia alegría y energía y se hizo cargo de muchas cosas.
Estas mujeres tienen una amistad que supera sus diferencias de personalidad y se aceptan y se quieren. Cuando se reúnen, vuelven a tener 18 años, y cuando las amigas perciben mal a Donna, la invitan a jugar y divertirse. "El público se sentirá identificado con alguno de los personajes, eso seguro. Son unas señoras de 40 tan nenas… El espíritu de la obra es reflejar el lado inocente, infantil, genuino de esta amistad", reflexionan.
"Es un placer hacer algo con semejante estructura: empezar la carrera, pasar por el off y hoy estar acá. Todo te arma como actriz, todo te entrena. Las sutilezas, la exigencia, el control y el descontrol… es un laburo enorme pero acá hay una red de sostén absoluta –reconoce Bevacqua–. Es una obra que entusiasma y brinda energía positiva. Sorprende la cantidad de gente que está trabajando para que esto salga bien."
Un suceso de Broadway y Hollywood
La intensa y divertida Mamma mia!, de Catherine Johnson, quien fue tentada por la productora Judy Craymer para escribir el guión, se estrenó en Londres, en 1999, antes que la reconocida película y, dos años más tarde, lo haría en el Winter Garden de Broadway. Marisol Otero cuenta que Meryl Streep fue a ver la obra "justo cuando sucedió el atentado de las Torres Gemelas. Quedó flasheada con lo lindo que le generó la obra y más tarde [en 2008] la convocaron para hacer la película".
La actriz, quien interpretará a la Donna local, reconoce que tenía "cierta inseguridad al encarar el papel en este musical, porque... ¡Imaginate semejante referencia!", se ríe. Lo cierto es que la ganadora del Oscar no estuvo sola en ese rol: la acompañaron entonces artistas como Colin Firth, Stellan Skarsgård, Julie Walter y Pierce Brosnan, entre otros.
Una curiosidad: si bien no es la primera vez que ocurre un intercambio similar en disciplinas artísticas de este tipo, la pieza estuvo dirigida, en aquel momento, por Phyllida Llyod, quien también dirigió el film más tarde.
CIFRAS
- 50
millones de personas vieron la pieza en todo el mundo
- 2000
millones de dólares de recaudación obtuvo sólo en taquilla
- 300
son las grandes ciudades del mundo en las que se estrenó
- 14
son las lenguas a las que fue traducida
- 13
son los años consecutivos que lleva en el West End de Londres (desde el 6 de abril de 1999)
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