Los productores consideran que la mención de una restricción horaria lleva a una “debacle irrecuperable”

Aadet, la asociación que nuclea a los dueños de salas comerciales de todo el país, sacó un duro comunicado en concordancia con la opinión del ministro de Cultura de la ciudad de Buenos Aires quien, ante los rumores de nuevas restricciones horarias producto de la curva ascendente de contagios, dijo a LA NACION este mediodía que “cerrar súbitamente a las 22 significa una herida de muerte para un sector”. El mencionado comunicado concluye de este modo: “Limitar a las 22 horas nuestra actividad es sinónimo de cancelación inmediata de obras y conciertos en cartel por imposibilidad de reprogramarlas, extinción de contratos laborales y propuestas de acceso cultural y el fin de muchas Pymes culturales”.

La entidad que agrupa la mayoría de salas ubicadas en la avenida Corrientes (desde el Paseo La Plaza al Luna Park pasando por el Multiteatro o el Maipo) expone la serie de medidas que fueron tomando en estos tiempos desde que el 13 de noviembre fue habilitada la actividad con un aforo inicial del 30 por ciento para la ciudad de Buenos Aires.

“Los espectáculos se desarrollan de manera restringida con aforos reducidos hasta el 50 por ciento de la capacidad de sala. Se realizaron cuantiosas inversiones en mejoras de los espacios, que garantizan la ventilación cien por ciento natural, colocando filtros F7 especialmente instalados, instrumentando el distanciamiento físico entre butacas e implementando el uso de barbijos en todo momento. Se implementó un programa de testeos periódicos y preventivos para elencos y equipos de trabajo de teatro y música a fin de mantener la seguridad sanitaria de todos los actores culturales que intervienen en la producción de espectáculos de manera de desarrollar ensayos y funciones en forma segura. El teatro y la música en vivo generan miles de puestos de trabajo de toda la comunidad artística gravemente afectada durante estos 13 meses en que la actividad disminuyó en un 80 por ciento (teatro) y 95 por ciento (música en vivo). Mantener activas las producciones y realizaciones de funciones ha impactado favorablemente en la calidad de vida de sus espectadores, representando una opción de consumo cultural necesario y responsable. La responsabilidad ha sido ejercida de forma compartida por todos: es notorio el grado de aceptación unánime y manifestaciones de agradecimiento de los públicos tanto por recuperar la posibilidad de acceder a una obra o concierto, como por los cuidados implementados”, explica el comunicado de la asociación que preside Roberto Bisogno.

Por lo cual, concluyen que “el grado de seguridad en el que se realizan funciones de teatro y conciertos se basa en las medidas implementadas, no en restricciones horarias. La sola mención de las mismas, sin haber considerado su daño, las lleva al camino a su debacle irrecuperable”. El comunicado emitido por la cámara que integran 180 empresarios del circuito comercial afirma que “el teatro y la música son seguros de noche y de día”.

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