Lolita Flores: "He hecho en mi vida todo lo que he querido a nivel profesional"
La cantante y actriz artista española, hija "La Faraona", sobrina de Carmen Flores y hermana de Rosario, presentará un unipersonal
MADRID.- "Nunca quise ser artista, pero está en los genes", espeta Lolita Flores, para dejar claro de entrada que pertenece a una familia en cuyo seno no cabe otra posibilidad. Hija de la cantante y bailaora flamenca Lola Flores, "La Faraona", y del también cantante y guitarrista Antonio González, "El Pescaílla", Lolita debutó como actriz con tan sólo 4 años, justamente junto a sus padres y en la película La gitana y el charro. Pero su gran primer suceso como artista fue en la canción, cuando con 17 años estuvo primera en la lista de ventas y alcanzó el disco de platino en España y América latina con "Amor, amor".
Ahora, al borde de los 60 y después de haber cosechado cantidad de premios como vocalista, Lolita está volcada al teatro y más activa que nunca. Al tiempo que representa en España la obra Prefiero que seamos amigos, de Laurent Ruquier, prepara su desembarco en la Argentina con La plaza del diamante, un desgarrador unipersonal basado en la novela homónima de Mercè Rodoreda con la España de posguerra como contexto.
La artista, llamada en realidad María Dolores González Flores, se presentará el 30 de este mes y el 1° y 2 julio en el teatro Independencia, de Mendoza; el 5 de julio cruzará a Chile para estar en el teatro Nescafé de las Artes, de Santiago, y el 8 de julio será el gran debut en Buenos Aires, en el ND Teatro. A pesar de visitar el país innumerable cantidad de veces como cantante e incluso en plan personal, por ser el argentino Guillermo Furiase el padre de sus dos hijos, en esta ocasión Lolita tiene especial expectativa por tratarse de su debut actoral, según contó en Madrid en diálogo con LA NACION, a metros de La Latina, sala en la que ahora mismo está actuando.
-¿Tenés especial expectativa por esta nueva visita a la Argentina, ahora como actriz?
Hace quince años que no voy a trabajar a la Argentina. Fui muchas veces a ver a mi familia política que tengo ahí y que es como mi propia familia. Ahora es la primera vez que me van a ver como actriz, con una obra desgarradora, pero que invito a todos a ver porque les va a llegar al corazón.
-Hace más de tres décadas que cantás, actuás y sos presentadora de televisión. Pero ¿es verdad que de chica no querías ser artista?
Es verdad, nunca quise ser artista. Hasta que hice "Amor, amor" y dije: "¡Ah bueno, vale!", y ahí pego el zambombazo. Pero realmente yo no quería ser artista. Y luego me vi metida en una familia en la que no había otra cosa. Y lógicamente los genes ahí están. Mis hijos son artistas: mi hijo Guillermo es músico y mi hija Elena es actriz. Lo raro hubiera sido que yo no me dedicara a esta profesión.
-En tu web oficial decís que el significado de la palabra arte es Lola Flores, ¿cómo te definirías a vos misma?
¿Hija del arte? (risas). ¡Yo creo que sí!
-¿Y qué tal es iniciar una carrera con un apellido ya consagrado? Además de tus padres, están tu tía Carmen Flores y tu hermana Rosario, estaba tu hermano Antonio, hasta tus hijos y tus sobrinos son artistas. ¿Un apellido famoso abre puertas?
Por llamarme Flores me pueden abrir las puertas, pero luego al final hay que currárselo. Al tener un nombre famoso tienes que demostrar más que el resto.
-La mayoría de los Flores estuvieron y están dedicados a la música. Incluso llegaste a hacer giras con tu madre, tu tía y tu hermana. ¿Sentís añoranza?
No, porque profesionalmente el teatro me llena. Y a mi familia la veo todos los días. Extraño a mi madre, a mi padre y a mi hermano, que no los tengo, lógicamente, pero somos muy familiares y nos vemos mucho todos.
-Después de haber tenido tanto éxito en la música, con una decena de discos de platino en España y en América e innumerables giras, ¿cómo elegiste volcarte desde hace ya tantos años a la actuación?
No es que dejé la música, lo que pasa es que el teatro te acapara de una manera que no tienes tiempo para hacer otra cosa. Tienes que estar pendiente con disciplina y responsabilidad. Yo estoy alternando teatro y televisión. Estoy con Tu cara me suena, que empieza otra vez en septiembre, y empiezo a grabar Lolita tiene un plan en la 1 (TVE). Entonces no puedo hacer otra cosa; cuando viene el trabajo y son cosas que apetece hacer...
-Estás haciendo televisión, teatro y te vas de gira. Estás pluriempleada. ¿Se acabó la crisis económica en España?
¡¡¡No!!! La crisis sigue estando. Antes con un sueldo llegaba; ahora tienes que trabajar el triple para llegar a fin de mes. Y hay muchos actores y muchas actrices que no tienen el trabajo que yo tengo. Yo le doy gracias a Dios porque soy una privilegiada. Pero hay mucha gente que es muy talentosa y no tiene trabajo, en todas las edades, pero sobre todo mujeres después de cierta edad. No hemos salido de la crisis. Y menos aún de la crisis de la cultura.
-A propósito de ser mujer y con edad, hiciste la pieza Sofocos, que tenía que ver con mujeres de cincuenta. Más allá de esta temática puntual, ¿en España, como en Hollywood, le pesa la edad a una mujer para encontrar trabajo?
Pero por supuesto, por eso hay que estar delgada y guapa. Porque se te pasa el arroz. No se escriben papeles para mujeres a partir de 45 años. Cuando las mujeres ya hemos pasado los 50 y tenemos una serie de experiencias para hacer un papel de esa edad, eligen a gente mucho más joven y la tienen que caracterizar. Creo que pasa también un poco por lo físico. Yo lo que pasa es que no soy fea y no tengo de qué quejarme...
-Como muestra de que no sos fea dejaste varios amores en el camino, además de tus dos matrimonios...
-Sí, los cadáveres quedaron (risas). A lo que me refiero es a que no he sido una mujer alta, guapísima y de ojos verdes. Pero con mi físico no me puedo quejar, he hecho en mi vida todo lo que he querido a nivel profesional. Sé que tengo un físico muy marcado, que soy muy racial, pero he hecho muchos papeles en los que he intentado amoldarme. Para eso se es actriz. Además yo no tendría problema, por ejemplo, en cortarme el pelo, en ponérmelo rubio... pero no pasa por la mente de los directores ni de los productores porque buscan un prototipo.
-Después del estreno de La plaza del diamante en España, los críticos dicen que ya no hay que llamarte más Lolita, sino "doña Lola". ¿Creés que, a pesar de crecer a la vera de figuras de la magnitud de tus padres, ya tenés tu reconocimiento?
-Del público, por supuesto, y del gremio, también. Me siento una mujer muy respetada, creo que tengo el sitio que me merezco. Y mi ambición no pasa por cosas materiales, sino simplemente por ser reconocida como artista. Y creo que lo he conseguido.