Lo más destacado del Off se muda a la calle Corrientes
El Picadero y el Metropolitan Sura apuestan a títulos ya probados en el circuito independiente, con autores locales y un público que, por fin, renueva esa arteria céntrica
Será que los tiempos de crisis generan cambios, será que el público comenzó a reclamar otro tipo de obras o simplemente será una vez más que el teatro es ese espacio incapturable, impredecible y misterioso. Si la comedia fue el signo teatral de estos últimos tiempos y, casi tirana, se impuso en prácticamente todas las marquesinas de la calle Corrientes dejándole poco respiro a géneros como el drama, el tiempo que se avecina parece indicar que otros vientos soplan. Es que el tan valioso teatro off, independiente o under como se suele llamar a la escena de las salas de menos de 300 localidades, de corte más experimental y para nada rentable, que existe gracias al impuso creativo de quienes lo llevan adelante. Ese tipo de teatro empezó a pedir pista aportando elementos sumamente atractivos a la escena comercial. Por un lado, dialogar con otro público diferente al acostumbrado; y por otro, sumar autorías nacionales en un espacio plagado de obras extranjeras.
¿Los antecedentes? Javier Daulte fue uno de los precursores. Su obra Nunca estuviste tan adorable se mudó al teatro Broadway en 2006 con muy buen suceso. Es cierto, en 2004 se estrenó en un teatro oficial como el Sarmiento, espacio invaluable como generador de nuevos materiales, pero nombres como el de Daulte provenían de la escena independiente Y, del mismo modo, su obra Estás ahí, que se estrenó en 2004 en el Teatro del Pueblo, pasó al Broadway en 2007. Otro precursor fue el productor Sebastián Blutrach -ahora al mando del Picadero pero en aquel entonces del Metropolitan-, tuvo la curiosa y osada idea de mudar allí a Estado de ira, de Ciro Zorzoli. En 2014 la familia más conocida del off desarmó sus valijas en el Paseo La Plaza; fue cuando Claudio Tolcachir mudó La omisión de la familia Coleman de Timbre 4 hasta aquel Complejo. En 2012, Blutrach reacondicionó y abrió nuevamente El Picadero en el pasaje Enrique S. Discépolo, a unos metros de la avenida de los teatros, y desde entonces combinó allí en la programación el teatro comercial con el independiente.
"Mi formación está más ligada al teatro independiente que al comercial. He buscado siempre vivir de mi profesión y cuando pasé a trabajar al teatro comercial me quedó el gusto por el independiente. Le fui buscando la vuelta a los proyectos que creía que podían crecer o sumar públicos cambiándolos de espacios y potenciándolos desde lo comercial y de la venta de entradas", cuenta Blutrach para explicar el porqué de aquella idea. Por eso en su sala, conviven en armonía las comedias de renombre internacional con los fenómenos del off. Para este verano continúan las funciones de La enamorada, protagonizada por Julieta Venegas, dirigida por Guillermo Cacace sobre texto de Santiago Loza de quien también se programó para los domingos Nada del amor me produce envidia; Solo llamé para decirte que te amo, los lunes, y El loco y la camisa, los domingos, ambas de Nelson Valente; el musical Quién retiene a quién, dirigido por Diego Ramos, los martes; y Yo, Encarnación Ezcurra, con Lorena Vega, los miércoles. Se programará también ese día un espectáculo de Gabriel Rolón con Lito Vitale. Los jueves Belén Pasqualini seguirá haciendo Christiane; y Así de simple, de Sofía González Gil e Ignacio Bresso, entrará en su séptimo año. Los viernes subirá a escena What, de Leticia Mazur; mientras que los sábados se podrá ver otro de los fenómenos del off: Cómo si pasara un tren, de Lorena Romanin. Los lunes continuarán las funciones de Caníbal, la obra fuerte de Sebastián Suñé, dirigida por Corina Fiorillo y protagonizada por SebastiánHolz, Belén Pasqualini y Dolores Ocampo
Durante 2019 La omisión de la familia Coleman continuó sus funciones en el Metropolitan Sura, que de a poco también se fue llenando de obras independientes. Este año que termina llegaron allí obras muy importantes como Todo tendría sentido si no existiera la muerte, de Mariano Tenconi Blanco; Petróleo, del grupo Piel de Lava, otra producción del Sarmiento; La fiesta del viejo, de Fernando Ferrer; y Ojalá las paredes gritaran, esa obra de Paola Lusardi surgida y representada en su propia casa de Colegiales. Para este verano, el Metropolitan diseñó un nuevo ciclo, "Verano off en el Met". Desde el jueves 9 de enero hasta el domingo 15 de marzo, doce joyas del circuito independiente se subirán a estos dos grandes escenarios, cada una haciendo una función por semana. "Desde hace unos cuantos años intentamos crear estos cruces de propuestas más alternativas, indies, en el circuito comercial -cuenta Jon Goransky, director ejecutivo del Metropolitan y curador de este ciclo novedoso-. Somos de los que creemos que es importante no solo dirigirnos al público actual de la calle Corrientes sino también sumar nuevos espectadores. Envalentonados además con algunas situaciones de este último año con las que nos ha ido muy bien no solo artística sino económicamente y que nos hicieron poner en duda eso de que la única fórmula para el teatro comercial es una obra de texto sajona o probada de Nueva York o Londres con un actor y un título reconocidos. Entonces empezamos a crear este ciclo teniendo en cuenta tres ejes: hablarle a artistas consagrados en otros espacios y contarles que el Metropolitan es una casa amiga a la que se puede llevar obras. A partir de traerlas, pensar también que con ellas se iba a hacer un público que hasta entonces no venía a nuestro teatro o a la calle Corrientes y ahora 'no le queda otra' porque el contenido que les interesa está aquí. Y, en tercera instancia, proponerle al público de la calle Corrientes contenidos diferentes".
Si la experiencia de 2019 comenzó tímida con obras del off en días menos frecuentes para el teatro, como lunes, martes o miércoles, la explosión clara fue con Petróleo, que empezó los martes y, al agotar sus entradas con un mes y medio de anticipación, pasó a estar de viernes a domingos en horario central, en la sala más grande del Metropolitan. Y anduvo muy bien. "Entonces creímos que podíamos continuar esta línea creando este ciclo -suma Goransky-, dando una opción en verano ya no de obras sueltas sino agrupadas para intentar mostrar lo mejor del Off, que sean lo suficientemente disruptivas respecto a la calle Corrientes pero a la vez que sean obras que han triunfado a lo largo del tiempo en otros circuitos".
Las doce obras elegidas son La Pilarcita, de y por María Marull, uno de los fenómenos del off, estrenada en 2015; La sala roja, de Victoria Hladilo, otro ya clásico que tuvo su primera función allá por 2013; El romance del Baco y la vaca, de Gonzalo Demaría, con Marco Antonio Caponi, dirigido por Daniel Casablanca; Coreomanía, de Josefina Gorostiza; La savia, de Ignacio Sánchez Mestre con Mirta Busnelli como protagonista en un papel bellísimo; Claveles rojos, de Luis Agustoni estrenada en 2011; Delia, de Sebastián Suñé, con Leticia Siciliani; Y clavemos el visto, la primera obra por WhatsApp; y las tres ya programadas Ojalás las paredes hablaran, Petróleo y La fiesta del viejo. A estas once ya conocidas se sumará una sorpresa que se anunciará cuando se de a conocer oficialmente la programación del FIBA. Todas con algo en común: se trata de autores nacionales.
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