Leyendas: Lola y Rocío
Con salero andaluz
No sólo Andalucía, su lugar de nacimiento, hermanó fraternalmente a Lola Flores y a Rocío Jurado. Ambas se sintieron, desde niñas, fuertemente atraídas por la música y con el correr del tiempo se convirtieron en dos grandes voces de la canción española. Las dos entonaron coplas y ampliaron sus horizontes artísticos incorporando otros lenguajes musicales; así tanto el amor como la desesperanza o la alegría de vivir y paisajes de la tierra ibérica, con sentidas letras, se sumaron a sus comienzos flamencos.
Este espectáculo rememora las trayectorias de estas mujeres cuyo garbo transitó por los más importantes escenarios del mundo y lo hace con la calidez y el brío necesario.
En el foro de un escenario vacío se alza una gran pantalla en la que se recrean pasajes de las vidas de Lola y Rocío. Con este fondo, las excelentes voces de María Lozano, Maximiliano Serral, Cintia Reina y Marian Cortés van desgranando el repertorio de canciones que las Flores hicieron populares, mientras que Maricruz Utrera pone la nota humorística y el Ballet Clásico Español se luce en cada una de sus intervenciones, sobresaliendo en un fragmento de "El amor brujo", de Manuel de Falla. Temas tan emblemáticos, como "Con las alas al viento", "Pena, penita, pena", "Limosna de amores", "Como una ola", "Muera el amor", "Señora" y "La lotera", sin olvidar la inolvidable "La zarzamora", van acompañando los recuerdos de esas dos leyendas. La Virgen del Rocío, venerada por ambas, y la Semana Santa en Sevilla no podían estar ausentes de este álbum de memorias.
La puesta en escena de Jorge Mazzini logró, con sencillez y color, abrir un telón a esas vidas dedicadas al arte, un delicado vestuario, una impecable coreografía y una muy buena puesta de luces apoyaron este abanico que se abrió para volver a descubrir a Lola y a Rocío.ß Adolfo
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