La vida es bella y más aún si tiene música de Nicola Piovani
Su carrera como compositor de música para cine quedó para siempre ligada a La vida es bella, la tan recordada película de Roberto Benigni por la cual le otorgaron el Oscar a la mejor banda sonora original dramática. Pero detrás de Nicola Piovani hay una historia que abarca muchas cosas más. Además de ponerles música a numerosas películas (180 para ser precisos), este músico nacido en Roma y egresado como pianista en el Conservatorio Verdi, en Milán, es también compositor de música de cámara, sinfónica, de ópera y teatro. Y en esta, la que será su primera presentación en Buenos Aires, aunque es la segunda vez que está acá de visita (vino en 1993 para trabajar en De eso no se habla, la película de María Luisa Bemberg, con Marcello Mastroianni), en donde a través de dos conciertos muy diferentes se podrán apreciar las dos pasiones que han marcado su carrera.
Con el primero, "Una música, muchas películas", junto a la Orquesta Académica de Buenos Aires y que ofreció el Consulado General de Italia en el marco de la Fiesta de la República, ofreció una selección de la música que ha compuesto para cine. El segundo, "La vita nuova", presenta una cantata para narrador, soprano y pequeña orquesta que compuso basada en la obra de Dante Alighieri y que se presenta dentro de la temporada de los ciclos Nuova Harmonia y de Italia XXI.
Bastaron solo unas breves palabras de parte de Elisabetta Riva, la directora artística del Teatro Coliseo, para presentar a Piovani a los músicos de la orquesta, todos jóvenes que traían ya muy bien ensayadas las piezas del compositor, para que comenzara a fluir esa magia que supone el lenguaje musical. La comunicación se estableció de inmediato pese a ser la primera vez que se encontraban y, sin perder tiempo, se dio comienzo al ensayo, mientras sobre el fondo se reflejaban las imágenes de esas películas cuya música estaban interpretando.
Piovani explica por qué decidió compartir su tiempo entre la composición y la presentación de conciertos. "Llegué a una etapa en la que necesito esta sensación de vitalidad que me da el reto de ensayar con una orquesta que no conozco o enfrentarme por primera vez a un público que no sé cómo recibirá mi trabajo. La actividad con el cine ha absorbido más del 80% de mi carrera y tengo ahora necesidad de hacer teatro. Siento que tengo mucho que aportar en el campo de la música sinfónica, de cámara, de ópera y de teatro. Mi cabeza está llena de proyectos y quisiera poder realizarlos todos".
Teniendo como inspiración a toda la escuela italiana, afirma que su principal referente ha sido Ennio Morricone, aunque nombra también a Bernard Herrmann y John Williams. Todos ellos han colocado la composición para música de cine al más alto nivel.
"En esa escuela italiana en la que yo me formé, el compositor estaba encargado de escribir una partitura completa y que hace a la dramaturgia cinematográfica. Era así desde las películas más importantes hasta las más pequeñas. Hoy día, con la tecnología, el estilo es más centrífugo y ha habido cosas que se pierden y otras que se ganan. Tenemos el trabajo que hace Alexander Desplat, quien para mí es en este momento el número uno de música para el cine, es alguien que trabaja el detalle".
Su música ha estado en las películas de Federico Fellini, Nanni Moretti, Marco Bellocchio, Giuseppe Tornatore, Bigas Luna, John Irvin, entre tantos otros, por lo que seleccionar las piezas a presentar en un concierto le resulta sumamente difícil. "Tiene que hacerse con un criterio que respete lo que significa tocar en un teatro. Por eso decidí presentar tres etapas importantes de mi vida como compositor: la suite Fratelli Taviani, la suite La vita è bella y la suite de Fellini".
A diferencia de lo que sucede con la música para el cine, en la cual está obligado a interpretar la poética del director, Piovani afirma que con los trabajos que está escribiendo actualmente tiene la posibilidad de ser el director absoluto de la partitura y mostrar su conciencia musical más íntima. Son trabajos que abarcan desde un concierto para clarinete y orquesta encargados para un festival en Bélgica, una orquestación para el Stabat Mater que compuso hace 20 años y que presenta en el Maggio Musicale Fiorentino o cualquier trabajo con la Compañía de la Luna, que fundó para darle un significado al teatro musical en Italia. Muestra de esto que está haciendo será la presentación de "La vita nuova".
"Al principio, cuando desde el Festival de Ravenna me encargaron la obra, no quise hacerla puesto que considero que Dante no necesitaba de música. Sus escritos ya lo eran. Pero después quedé fascinado con todos los aspectos modernos que fui encontrando y que a pesar de haber sido escrita hace siglos tienen la capacidad de emocionar a un hombre de hoy. Esta versión no tiene toda la obra, son solo algunos episodios poéticos. Cuando el narrador [interpretado por el actor italiano Oreste Valente] habla, la orquesta se para y hace una sola nota. La parte del canto [interpretada por la soprano Valentina Varriale] se hace sin palabras. El mejor modo para escuchar esto es dejarse llevar por los instrumentos que suenan, la voz del narrador y por la soprano. Será todo un viaje musical".
Nicola Piovani
La vita nuova
- Mañana, a las 20.30
- Teatro Coliseo,M. T de Alvear 1125
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