La Parka: un fenómeno de culto
La obra de Diego Corán Oria llega a la calle Corrientes para deleite de sus fanáticos
Que nadie pueda dejar de mirarlos. El objetivo de los que hacen La Parka, el musical no podía ser más teatral. Buscaban desconcertar y atrapar al público. "Como si se tratara de gente que está haciendo zapping y se detiene en nuestro canal", es la analogía con la que definen el origen de su desopilante propuesta. Una manera siglo XXI de explicar la especificidad del teatro.
La muerte como tema, el humor negro como relato y el cómic como estética. Un cóctel molotov para los sentidos de quien se deja llevar por el juego. Apostaron todo a cumplir con su objetivo y ganaron: si hay algo realista en cada función de La Parka es que el público se siente acribillado por una obra que no escatima en seducción. "No mantenemos un código por más de diez minutos. Es que sino nos aburrimos", alega Diego Corán Oria, director y autor de todas las letras del musical, y del libro junto a Federico Scarpelli.
"El encanto de la obra está en cómo contar una historia sobre un tema universal, pero que es un espacio que no existe, que no lo comprobamos. Lo tenemos que inventar", explica Corán Oria, quien ideó este proyecto para superar su propia experiencia: una noche, sin previo aviso y sin motivo aparente, le dispararon en la calle y estuvo cerca de perder la vida. "Es un tema muy fuerte, pero la idea es hablarlo con franqueza, sacar el tabú, y vivirlo como una descarga", agrega. En el mismo sentido, Facundo Rubiño, uno de los protagonistas y gran motor de este espectáculo, comenta la importancia de entrar en el juego: "Manejamos un lenguaje inherente a ese material. Lo que sucede en escena es posible porque existe en ese mundo que creamos. Cuando el espectador compra las reglas de ese juego, el material explota y pega".
La obra, que lleva seis años en la escena under , se consagró el año pasado con el Premio Hugo al mejor musical off del año y, desde entonces, su éxito dio un volantazo. Ya habían adquirido el estatus de "obra de culto" gracias a cientos de fans que se ocupaban de hacer correr el boca en boca, publicar videos en YouTube de los cuadros más destacados, y seguirlos en las redes sociales. El culto llegó a oídos de grandes productores y hoy se traslada desde El Cubo, donde dio sus primeros pasos, al Tabarís, concretando el sueño de todo musical argentino de llegar a la calle Corrientes.
"Creo que logramos en esta puesta algo que teníamos como el ideal de la obra. Si logramos volcar eso en las funciones, vamos a tener la puesta más hermosa de La Parka de estos años", vaticina Corán Oria, pleno de expectativa. Por eso también mantuvo la tradición de mantener las funciones los lunes, a las 21. El elenco está encabezado por Roberto Peloni, Esteban Masturini, Facundo Rubiño, Angel Hernández y Micaela Castelotti.
Identidad parkera
"La fuerza de nuestra propuesta está en que el trabajo que ponemos se ve", comenta Rubiño, que interpreta a Gladiolo, uno de los personajes más queridos de La Parka y que, junto con Corán Oria, Seku Faillace (coreografía), Roberto Peloni (La Parka) y Tadeo Jones (escenografía y vestuario), forman el "corazón creativo" de la propuesta. "No se nos cae ningún anillo por hacer el trabajo técnico, además de actuar", lanza el actor con fuerte acento cordobés, "habilidad" que usa para componer su personaje, mientras una llave pende atada a su jean. Es que estuvo "colgado" ajustando las luces y ayudando con la escenografía. Como todos. "Creo que nuestra identidad está puesta en la acción. Uno es lo que hace. Lo que trabajás para ser. Acá todos están generando cosas, la acción fluye y parece que la obra se maneja sola", continúa Rubiño, aunque destaca el trabajo del director: "Diego es fundamental como capitán del barco. Es muy intuitivo y genera los espacios de creación".
El fenómeno Parka, con sus luces fluorescentes, sus trajes caricaturescos, su música hiperpegadiza (brillante trabajo de Jorge Soldera) y sus personajes inolvidables, dio lugar a un fanatismo quizá comparable con el fenómeno Drácula en los musicales argentinos. Sólo que sin nombres rimbombantes en su staff. Las redes sociales reflejan un interés y un apoyo admirables.
Así, el "equipo parkero", como les gusta definirse, vio repercutir su creación incluso en grandes referentes del teatro nacional. "¿Esto es La Parka ? ¡Cómo creció!", comentó Lino Patalano, al pasar por la puerta del Tabarís y encontrarse con que el retoño que vio nacer en el Maipo allá por 2005, se convirtió en una gran producción. Guillermo Francella en persona elogió la performance de Rubiño como humorista y alentó su camino. Y tanto Pepe Cibrián Campoy como Ricky Pashkus se prestaron para participar en funciones especiales.
"Conocemos bien a nuestro público. Es amplio y muy exigente. A veces nos dicen: «Hoy no salió tan buena». Están pendientes de todo y vuelven a verla una y otra vez", comenta el director, azorado y agrega, con una sonrisa grande y ojos incrédulos: "Nos venían pidiendo el CD y el DVD, y este año, por fin, los tendremos. Incluso la remera."
Soltaron la fiera y no pueden pararla. "Nos tenemos que pellizcar para darnos cuenta de que no estamos soñando", bromean felices. Cumplieron un sueño y ahora van por más. Conejo 64 bit se llama su nuevo proyecto en conjunto, y prometen muchos de estos elementos que forjaron el éxito de La Parka : una historia sobre lo desconocido, un montón de colores, de sorpresas y, por supuesto, de talento. Para que nadie pueda dejar de mirarlos.
FIESTA, PROCESIÓN Y REDES SOCIALES
Sus seguidores cumplen con todas las consignas que lanzan desde el Facebook y el Twitter. Una "procesión" desde El Cubo al Tabarís convocó a cientos de admiradores. La fiesta de La Parka ya es un clásico y el número de fans en Facebook asciende a casi tres mil, el doble que La novicia rebelde y Chicago, y más de la mitad que Drácula, el primer musical local que generó un fanatismo sin precedentes.
PARA AGENDAR
La Parka : De Corán Oria, Scarpelli y Soldera. Los lunes, a las 21, en el Tabarís, Corrientes 829 (4394-5455), a las 21. $ 50.