La niñera es Julieta

MAR DEL PLATA.– Florencia Peña, la mujer de las mil caras. La señora Finkel de “La niñera”, o el contrapunto de Marley, o la que hará de una vedette en la comedia musical que producirá Adrián Suar, o la que seguirá en TV con otra sitcom junto a Guillermo Francella, o la que, casi como forma de recargar sus pilas, está presentando en Mar del Plata “El romance del Romeo y la Julieta”, una versión tanguera y humorística de Julio Tahier sobre el clásico de Shakespeare, que repuso el viernes pasado. Aquí alquila una casa junto a su familia, la familia de su pareja y, como para que la cosa pinte completa, se vino con la niñera de Tomás, su hijo. “Pero no te creas, no tiene nada que ver con la niñera de la tele”, aclara por lo bajo para evitar malentendidos entre la ficción y la realidad.

–¿Qué aprendiste haciendo “La niñera?

-Aprendí muchísimo. Cuando me dijeron de hacerla sabía que era un riesgo enorme, sabía que podía ser un éxito o un fracaso. Pero lo que más me interesó fue abordar un género que se intentó hacer varias veces pero que nunca se había logrado. Al principio fue muy difícil. Yo venía de trabajar años con Guillermo Francella, con quien siempre improvisábamos, y de hacer "El show de la tarde", con Marley, que era cualquiera. De golpe me metí en una sitcom que desarrolla humor con precisión. Costó dar con ese registro, pero terminó siendo la segunda ficción más vista del año pasado. Con "La niñera" creo que se demostró que podemos hacer humor sin apelar a la típica familia de barrio, a la cosa costumbrista. Ahora voy a hacer otra sitcom con Guillermo y tengo tanto miedo como cuando empecé con "La niñera". Es como el segundo disco: el primero te puede haber salido bien por casualidad, pero si el segundo sale bien quiere decir que hay algo bueno por ahí.

-¿Cuándo te diste cuenta de que había algo serio con vos, que podías confiar en lo que dabas?

-No hace mucho.

-No te creo.

-Es cierto. Estoy en esto desde muy chica y la elección de ser actriz tenía más que ver con un hobby. Pero a medida que pasaron los años, la carrera empezó a implicar otras cosas. A los 20 tuve una crisis muy grande con relación al lugar que quería ocupar en el medio. En ese momento me di cuenta de que mi talento eran mis dos tetas. Fue entonces que me operé, que empecé a producir mis trabajos y comencé a buscar mi arte, a buscar lo que me hacía feliz. Terminé haciendo cosas para chicos, pero no porque quisiera ser Panam sino porque entiendo a la actuación como un juego. No hay manera de hacer humor sin haber perdido el miedo al ridículo. Haciendo "Chabonas", una especie de "Todo por dos pesos" que tenía dos puntos de rating, me di cuenta de que el humor es muy machista y que, siendo mujer, es muy difícil encontrar un espacio popular para el humor, como lo fue en su momento Niní Marshall. Quise ir por ese carril y me mandé. En el camino hice "Confesiones de mujeres de 30", "Monólogos de la vagina", un trabajo con José María Muscari, y fui descubriendo que lo más noble es hacer lo que a uno le gusta. Tampoco todo tiene que pasar por la intelectualidad, no tenés que ser Alcón para ser un actor interesante.

-Seguro, porque tampoco es fácil hacer un programa como "El show de la tarde", que es casi un tratado sobre la soportable levedad del ser.

-No, claro. Creo que lo mejor que tenemos con Marley es no ser pretenciosos. Entonces todo lo que mandes desde ahí es recibido desde ahí. Para mí "El show de la tarde" fue la antesala de lo que pasó con "La niñera": me dio una masividad increíble. Con lo que hacíamos con Marley, desde doña Rosa hasta los universitarios se mataban de risa de nuestras barbaridades. Así me liberé de un costado muy sexual que ya me parecía grotesco; al haberme corrido de ese lugar me permitió relajarme.

Relajada y conforme con su presente, Florencia Peña se larga a hablar del nuevo programa que hará con Francella, que se llama "Casados con hijos". "Es fantástico porque tiene un humor mucho más irónico y sarcástico que «La niñera». Es como la antifamilia", apunta...

-Es extraño que hagas una sitcom con Francella, actor más ligado a la improvisación que al estar siguiendo un texto.

-Claro, él está acostumbrado a la "papa". Pero está bueno, creo que va a estar a bien y me parece muy respetable que se corra de su registro.

De Finkel a Julieta

Florencia llega puntual a la entrevista y, puesta en la situación de charlar, no para. "Tenía muchas ganas de hacer teatro porque estaba un poco agobiada de la tele. Soy un bicho de la tele, pero necesito subirme al escenario para poder alimentar lo que hago en la televisión. La TV tiene una cosa muy monótona y en el teatro cada función es un universo. Hace 23 años que hago televisión y la amo, pero el teatro es el lugar donde experimento", apunta la ex Pechocha.

Es cierto, en un escenario le gusta probar. "El romance del Romeo y la Julieta" lo comprueba. Porque si el que cree que en el teatro Radio City va a ver a Florencia haciendo las monerías de "El show de la tarde" o lo que hace en "La niñera", vale aclarar que esto no tiene nada que ver. En "El romance?" , junto al excelente Guillermo Fernández (el ex Guillermito), otros 11 actores y cuatro músicos en escena arman un trabajo musical riguroso y desopilante sin ningún guiño fácil. "Cuando hace unos años estrenamos «El romance?» no era la actriz que soy ahora, y no lo digo para el afuera. Ahora me siento muy conectada con lo que quiero hacer. Es que a veces los éxitos te van corriendo y comenzás a comprar eso de que sos divina y todas esas pavadas. Veo a veces a tantos actores que llegan con asistentes y peinadores y notás que se «estrolan» en cualquier momento?", dice ella, que no llegó con asistentes ni peinadores y que se presta a las propuestas del fotógrafo sin drama ni exigencia alguna.

Dice que "El romance..." es algo que siempre quiso volver a hacer. Que en su momento bajó de cartel porque había quedado embarazada y que ahora se fue dando todo para reponerla, cosa que hizo hace tres noches con un teatro lleno. Que como nunca había hecho temporada larga en Mar del Plata y que, entre reponerla en Buenos Aires o hacerlo junto a mar, prefirió lo segundo. "A espectáculos como «La prueba» o «El romance?» seguramente les costará más encontrar un espacio porque no responden a la cosa dicharachera. «El romance?» tiene algo bien particular porque es la tragedia de Romeo y Julieta contada a partir de tangos entrelazados genialmente armados. En Buenos Aires funcionó gracias al boca a boca y ojalá que acá suceda lo mismo. Por otra parte, con esta obra conocí a mi marido y estaba bueno venir ahora todos juntos con nuestras familias".

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