La escena infantil y juvenil, en los Premios Hugo
Platea infantil
Un perro se llevó la mayoría de los Premios Hugo en los rubros destinados a la comedia musical infantil: mejor musical, mejor director, mejor libro y mejor actriz. Todo para Mi perro López, la obra de Gastón Cerana que aún se mantiene en cartel en el Teatro 25 de Mayo. El mismo Cerana la codirigió con Omar Calicchio, quien, a su vez, la coprotagonizó -interpretando al perro- con Gustavo Monje, acompañados ambos por un sólido elenco integrado, entre otros, por la también premiada Andrea Lovera. Una historia atractiva, la del encuentro de un niño y un perro, marginados ambos, se ganó la simpatía del público y del jurado de los Hugo.
Premios merecidos, pero que tampoco dejaron afuera muchas otras opciones en una temporada de pocas propuestas destacadas dentro del género musical de los chicos. El galardón a la mejor coreografía lo compartieron Doris Petroni, por Vivitos y coleando 2, y Matías Napp, por la obra para público juvenil Up! La fórmula de la felicidad. En un caso, un premio a la persistencia de una puesta en movimiento corporal de la música de Carlos Gianni acorde con el tono humorístico de la obra de Hugo Midón, ahora en la nueva puesta en escena de Manuel González Gil. En el otro, el reconocimiento a la constelación coreográfica armada sobre un complejo entramado de escenas en el escenario abierto montado en el Cultural San Martín, con la dirección de Alejandra Rubio.
La música galardonada con un Premio Hugo fue la del español Ismael Serrano para Oliverio y la tormenta, de cadencia libre de clichés, que tuvo una intérprete notable en Jimena Ruiz Echazu. Y el premio al mejor actor fue para Mariano Chiesa, un comediante de nota, ganador ya el año pasado de la misma estatuilla -pero en la sección de adultos- por su rol protagónico en Los monstruos. Ahora fue por su participación en Marco Polo. Una que quedó fuera de los premios fue El vestido de mamá, dirigida por Gustavo Tarrío, que podría haber entrado en discusión como una obra disruptiva en la escena infantil.
Entre los homenajeados por su trayectoria en la ceremonia de entrega de los Premios Hugo hubo también dos actores que protagonizaron algunos de los mejores momentos históricos de la comedia musical infantil. Uno de ellos, Carlos March, fue y sigue siendo uno de los imperdibles clowns de la saga Vivitos y coleando. Y la otra, Sandra Guida, tuvo un contacto con el público infantil más puntual, pero igualmente brillante, cuando al comienzo de su carrera protagonizó en 1993 junto a Roberto Catarineu y Pablo Nojes la "gatópera" Sietevidas, escrita por Silvina Reinaudi y dirigida por Roly Serrano. En ese momento puso ya en evidencia las calidades de actriz y cantante que llevaron ahora al reconocimiento de toda su trayectoria.
Piedra libre
Vientos de libertad
La compañía francesa Non Nova de juglaría circense vuelve a presentarse en la Argentina, pero esta vez también presentará espectáculos para chicos. Abre su breve temporada con L'après-midi d'un foehn, dirigida a chicos a partir de 4 años. La coreografía para marionetas y máquina de viento indaga sobre la libertad que otorga el movimiento impulsado por el aire, sobre música de Claude Debussy. El jueves 28 de septiembre, a las 15; viernes 29, a las 11 y a las 15; sábado 30, a las 14 y a las 17; domingo 1° de octubre, a las 13 y a las 16, en Tecnópolis, Av. Constituyentes y General Paz. Entrada libre (se entregan hasta dos por persona en el Centro Cultural Kirchner, Sarmiento 151, de 12 a 19).