La banda de la risa: 25 años de comedia
Claudio Gallardou armó un gran elenco para celebrar el aniversario de su mítico grupo teatral, uno de los últimos referentes de los años 80
A comienzos de los años 80, Claudio Gallardou, Diana Lamas, Tony Lestingi y Claudio Da Passano presentaban unas rutinas de circo en diferentes plazas de la ciudad. La banda de la risa comenzaba a tomar forma pero, por aquel entonces, no estaba en ellos la intención de convertirse en un grupo que llegara a salas alternativas, oficiales o comerciales. En ese momento respondían a una sana intensidad por la que transitaban también muchos actores jóvenes: buscar un nuevo teatro, adherir a ciertas nuevas tendencias que de a poco iban apareciendo y tratar de fortalecer, desde ahí, su necesidad de ser artistas.
La banda de la risa cumple en esta temporada 25 años. "¡La puta madre!", dice Claudio Gallardou, uno de los referentes más sólidos del grupo, mostrando alegría y asombro a la vez. Y este cumpleaños, al menos para él, se da en un momento clave de su vida, porque está esperando un hijo: "Me decidí, ya era hora" explica este payaso cincuentón que parece, por un rato al menos, haberse sacado los grandes zapatones y la nariz roja, para ponerse un poquito serio.
Los 25 años de La banda de la risa lo tienen súper activo. Es que reponen Arlequino, de Carlo Goldoni, una obra que concibieron a mediados de los años 90, en la Fundación Banco Patricios, y que ahora presentarán, a partir del próximo viernes, en el La Comedia.
"Son 25 años de estar atrás de una idea -comenta Gallardou-, de un objetivo; de querer encontrarte con los amigos, de querer crecer, tener sueños juntos; de sostener un grupo, algo para lo cual no hemos sido educados. Más allá de las derivaciones que el grupo tuvo a lo largo de toda su historia, La banda sigue. Es probable que se haya agrandado demasiado y entonces participamos en los espectáculos los que tenemos disponibilidad."
Lo dice porque el "Bicho" Gómez está haciendo temporada en Villa Carlos Paz, Diana Lamas filma una película, Claudio Da Passano está en gira con un espectáculo de Daniel Veronese, pero ellos se volvieron a juntar el año pasado en el Cervantes para hacer una breve temporada de otra reposición, Fausto... o rajemos que viene Mefisto . La primer experiencia verdaderamente teatral del grupo y con la que entraron al Teatro Nacional Cervantes, a fines de la década del 80, con auspicios del Celcit y del Fondo Nacional de las Artes.
"A partir de ahí encontramos una manera personal de expresarnos y una forma de contar el teatro clásico -explica Gallardou-: jugando, transgrediendo, con máscaras, con circo, con canciones. Tenemos la alegría de haber subsistido con propuestas arriesgadas porque consta que, todo el tiempo, buscamos géneros nuevos en obras que nos exponen de tal manera que tenemos que rebuscárnoslas para salir airosos."
En la nómina de esos clásicos se suman al Fausto, Martín Fierro, Sueño de una noche de verano de Shakespeare, Arlequino de Goldoni, El Pelele (a partir de un texto de Carlos Arniches) y Un hombre es un hombre de Bertolt Brecht.
-En los años 80, La banda de la risa respondía a un mundo joven que, en los albores de la democracia, se imponía con fuerza. ¿Qué pasa hoy, 25 años después?
-Cada vez necesitamos estar más comprometidos con un discurso. Lo estético no alcanza, no vasta con la transgresión, tenemos que entrar en un terreno donde lo ético y lo conceptual nos permitan expresarnos. Por eso nuestro último espectáculo fue Un hombre es un hombre, de Bertolt Brecht, en el Teatro de la Ribera. Es una obra que habla de la situación que generan los sistemas que invaden las culturas y las sociedades, modificando la voluntad de las personas y haciendo usufructo de ellas. Tal el caso del mundo de hoy. La globalización ha penetrado en una sociedad y, a través de los medios de comunicación, logra que vos pienses lo que ellos necesitan según su necesidad. De eso habla una obra que Brecht escribió cuando tenía 25 años y antes de la Segunda Guerra Mundial. La banda de la risa, a medida que avanza, necesita encontrar discursos que estén acordes al mundo en el que vivimos.
-No han sido muchos los grupos que, nacidos en aquel tiempo, lograron cumplir 25 años de actividad. ¿Por qué pensás que ha sucedido eso?
-Es muy difícil la subsistencia cuando no tenés subsidios que posibiliten investigar. Todo depende de tu voluntad. Nosotros tenemos una férrea voluntad de ser actores y, los que nos hemos juntado en esto, pudimos contra un sistema que no te ayuda. Es cierto que hoy hay subsidios, pero sólo alcanzan para acompañar una producción. Hoy, para competir en una cartelera como la de Buenos Aires, se necesita mucho más. Y bienvenidos los subsidios cuando llegan y los agradecemos mucho. Creo que haber llegado hasta aquí tiene que ver, sobre todo, con una férrea voluntad de no abandonar y sentir que lo que estamos haciendo puede servir a otros.