Muy conocido en el ámbito del teatro musical porteño, entró en la versión española de A Chorus Line como intérprete y dance captain, pero ahora será además el director residente y participará del montaje de la obra en Broadway
- 5 minutos de lectura'
MADRID.– En 2019 pensó en retirarse. Las luces, los escenarios, las marquesinas, los aplausos y el éxito ya no encandilaban ni aturdían a Juan José Marco. El intérprete y bailarín había librado una batalla contra el cáncer e imaginó, tras su recuperación, una nueva vida, cerca del mar, en México. Antes de partir a una playa “a vender cocos”, como bromea, quiso cumplir un deseo de su padre, quien soñaba con conocer el pueblo de su bisabuelo. Juntos partieron a La Alberca, en Salamanca, España. Su aterrizaje coincidió con las audiciones de A Chorus Line, dirigida por Antonio Banderas, producción a la que se integró tras dos etapas de audiciones y que regresa, tras la pandemia, para vibrar en tres plazas: primero a Madrid, luego a Barcelona y, finalmente, en 2022, en Nueva York, en el Public Theater, donde se estrenó el musical en 1974. Marco, además de intérprete, desempeña el rol de Dance Captain y de director residente de este espectáculo.
Juan José Marco nació en Totoras, Santa Fe. La escuela de Ricky Pashkus y Julio Bocca le brindaron una beca de formación y así comenzó un nuevo capítulo en su vida. Marco forjó una carrera en el mundo del musical porteño. Fue Dance Captain de Priscilla, la reina del desierto, Más de cien mentiras, trabajó en dos espectáculos de Enrique Pinti, Sweet Charity, Y un día Nico se fue y A Chorus Line, dirigida por Pashkus, en el Maipo.
“Cuando estaba en el hospital, tomé la decisión de alejarme, de probar otras cosas. Sentí que me valoraba por lo que hacía, por el papel que tenía en aquel momento, y no por lo era o lo que soy. Entendí que la vida era mucho más que estar en una obra de prestigio, ser protagonista o estar en la televisión. A veces es tan grande lo que sentimos por nuestra profesión que nos confunde”, dice Marco, quien pasó de ser un candidato en multitudinarias audiciones –A Chorus Line realizó pruebas en Málaga, Madrid y Barcelona– a ser quien evalúa a los aspirantes,
“Todo esto es muy flipante o flashero”, dice Marco por teléfono desde su casa en Málaga donde lleva adelante las audiciones para la nueva temporada de A Chorus Line. Este musical fue el elegido por Antonio Banderas para la reapertura del teatro que la estrella de Hollywood y del cine español adquirió y acondicionó para crear un nuevo polo cultural en la ciudad donde nació. A esta sala acudió un poco a modo de juego en 2019 a las audiciones abiertas del musical, luego de que su amigo Agustín Macagno, también figura del musical porteño, lo impulsara a presentarse. “Estaba tan relajado que no me fijé en el equipo creativo. Quería disfrutar de la experiencia, pero cuando llego ahí estaba ella: Baayork Lee”. Luego de la primera jornada, donde pasó las audiciones de danza, y de la segunda, donde fue seleccionado tras su prueba de canto, tomó un workshop con esta leyenda del musical, la asistente de Michael Bennett, en la versión original del musical.
El intérprete viajó junto con su padre, también llamado Juan José Marco, a España, pero no regresaron juntos. Una nueva instancia de audiciones, esta vez en Madrid, y esta vez con la mirada atenta del propio Banderas. Se había realizado un cribado de 50 candidatos, entre un total de 2000, que obligó a cambiar su pasaje de avión. Tras nuevas pruebas, y mientras esperaba el resultado, Marco se tomó unos días para conocer Granada. Cuando llegó a la Catedral de La Anunciación, apagó el teléfono para ingresar porque se oficiaba misa. “Mi vida dio un volantazo con mi enfermedad. Me hice vegano y me volqué a la fe cristiana. Agradecí por tener vida, por haber podido viajar con mi padre, por la audición con Baayork Lee y con Antonio”, recuerda. Diez minutos después, cuando salió del templo, tenía un llamado del productor de A Chorus Line.
Marco no solo interpretó a Franky, sino que fue cover de varios personajes, y también fue convocado para ser dance captain: “Además de ver la obra, tenés que chequear que las coreografías estén limpias, que cada artista esté en su lugar, mantener la calidad del show, preparar los reemplazos, golpear la puerta de los camarinos y hacer un devolución después de cada función”. Pero había un paso más aún que dar. Banderas dirigirá esta nueva temporada, con miembros nuevos del elenco, y en esta versión Marco será director residente. “Te olvidás de que es un actor de Hollywood porque tiene un trato de igual a igual. Tiene lo que tiene y se lo merece. Los verdaderos protagonistas de la obra son los que van a la audición. Podría haber traído cualquier musical y ser él el protagonista, pero eligió una obra donde la compañía es protagonista”. Está feliz porque dos de los elegidos en el nuevo elenco de A Chorus Line son argentinos: Ariel Juin y Florencia Lopardo.
Marco ahora está radicado en España y siente que, en cierto modo, se cierra lo que denomina “el círculo genético” de aquellos inmigrantes que cruzaban el océano en busca de un futuro en América, mientras que él, años después, realiza el camino inverso con el mismo fin que su bisabuelo. “Cada vez el desafío es mayor. Siento que la profesión te sigue buscando. Hoy puedo decir que haber tenido cáncer es lo mejor que ha pasado porque fue una cachetada que me dijo: ‘Despertate. Mirá qué maravillosa es la vida’. Si no, hubiese seguido ciego. Creo que hubo una relajación en mí y cuando uno suelta y abandona algo, creo que eso mismo, si era para vos”.
Más notas de Teatro musical
Más leídas de Espectáculos
"Tengo una nueva reunión". Massaccesi define su futuro, tras la salida de Lapegüe de TN, y Nelson Castro le pone un punto final a los rumores
"Pacto de sangre". Airbag: la banda que sobrevivió a estafas, sigue “al costado” de las modas y llena estadios
“Deberías quedarte ahí”. Matthew McConaughey explicó cómo Hollywood lo “obligó” a mudarse a un rancho en Texas
Polémica. Un panelista se cruzó con Carlos Ruckauf por Wanda Nara y abandonó el estudio