Ivor Martinic: "La familia a veces puede asemejarse a una cárcel"
Es autor de Mi hijo sólo camina un poco más lento, un fenómeno de convocatoria de público; en Buenos Aires, presenta otro drama sobre las relaciones humanas
No sucede tan a menudo que una pieza dramática llegada desde los Balcanes se convierta en Buenos Aires en un fenómeno de concurrencia de público. Sucedió con Mi hijo sólo camina un poco más lento, el drama familiar escrito por el croata Ivor Martinic (Split, 1984) cuya puesta en escena tenía un rasgo singular: todo sucedía entre la mañana y el mediodía en la sala estudio Apacheta, adonde los espectadores, movidos mayormente por la recomendación boca en boca, concurrían los fines de semana en un horario inverosímil. La obra reunió a 30 mil espectadores en 350 funciones.
La obra de Martinic conmovió a muchos, y lo hizo sobre todo por la sensibilidad que exhibe el dramaturgo para examinar lo que nos ocurre frente a aquel que es diferente. La obra continúa sumando adhesiones: sigue ofreciéndose en cuatro funciones semanales, siempre a sala llena.
El romance entre el público argentino y el dramaturgo croata amenaza con afianzarse. Una segunda obra de Martinic, Mirjana y los que la rodean, se estrena ahora en El Picadero, y otra vez el autor se dedica a examinar la compleja trama de relaciones que mantiene una mujer de edad mediana con sus afectos más cercanos y un ex marido. Otra prueba de que a Martinic le interesan los temas de alcance universal (la familia, sobre todo) y desentrañar el mundo de las emociones íntimas y casi siempre secretas. Una vez más, la puesta en escena es de Guillermo Cacace.
Una característica que convirtió la obra en una rareza, entonces, fue el horario en que se puso en escena. La luz que se filtra por la ventana de la sala Apacheta, la trinchera de Cacace, es casi un personaje más. Por eso, las funciones se realizan durante las mañanas y los mediodías los fines de semana.
"El hecho de hacerla de mañana, con la luz natural que se filtra a través del ventanal, es una decisión excelente y crea un ambiente de realidad casi documental, de una sinceridad increíble, tan rara en el teatro contemporáneo", sostiene el autor, que tuvo la oportunidad de presenciar varias funciones en Buenos Aires.
A los 33 años, el dramaturgo croata sabe bien cómo llegar al hueso de sus personajes y a sus emociones, e indagar en la profunda soledad en la que viven. Son seres que buscan una salida en medio de una cotidianeidad que les pesa y los hace infelices.
"En este momento de mi escritura, me interesa definir la familia y explorar un asunto como la libertad y el coraje del individuo para enfrentarse con las reglas sociales. Quiero indagar en lo no dicho, en los tabúes de lo cotidiano e ir en busca de las anomalías en la vida de todos los días. Me interesa hacerme preguntas acerca de cómo vivir la vida en plenitud y dónde encontrar la felicidad en lo cotidiano".
Si Mi hijo sólo camina un poco más lento se centra en la imposibilidad que tiene una familia de aceptar al diferente, Sobre Mirjana y los que la rodean, la pieza que acaba de subir a escena con María Onetto como protagonista, se centra en los vínculos que mantiene una mujer con su madre, su hija, sus compañeros de trabajo y su ex marido.
Son todas relaciones grises, cargadas de egoismos, que van aislando a esta mujer de mediana edad que lucha, entre otras cosas, contra su íntima sensación de inconformidad.
-En su obra dramática algunos temas reaparecen: el hogar, la familia, lo cotidiano, el drama doméstico de una mujer emocionalmente desamparada. ¿Siente que la familia es una estructura que ilustra al mundo?
-Por supuesto la familia como institución es algo que todos reconocemos en el mundo entero. En Sobre Mirjana y los que la rodean el foco de atención está en una mujer y su actitud frente a la familia y la vida cotidiana. Vivimos en una sociedad patriarcal. En Europa eso se refleja en la brecha salarial, en la calidad de los puestos de trabajo, en el trato que hombres y mujeres reciben dentro del núcleo familiar, en el modo en que se observa a unos y otras en ls medios de prensa. La posición de la mujer en la sociedad hoy no es fácil. Y ni hablemos del pasado. Las mujeres tienen muchas más dificultades sociales y políticas en su vida privada y profesional. Es por eso que ellas desarrollan muchas más técnicas que los hombres para reaccionar en situaciones críticas y superar esas dificultades. Todos nos podemos relacionar con esos temas, sin importar dónde vivamos.
-En su teatro pareciera que la familia es un espacio de opresión más que de contención, una especie de cárcel. ¿Es así verdaderamente?
-Es un espacio de relaciones intensas entre los seres humanos. Y debido a esa intensidad, a veces, la familia puede asemejarse a una cárcel. Cada miembro de esa institución tiene sus deseos y esperanzas, que en muchas ocasiones incluyen a otros miembros del grupo, y no necesariamente esos deseos y esas esperanzas coinciden. De ahí que a veces surjan enfrentamientos y haya falta de comprensión. En ambas obras, al final vence la contención y las relaciones entre esos miembros pareciera liberarse, como si algo se relajara entre ellos. Eso sucede por igual en ambas piezas, tanto en el vínculo entre Mia y Branko como entre Mirjana, Veronika y Violeta.
-En Sobre Mirjana y los que la rodean, cuando a la protagonista le preguntan qué es el amor contesta "nada". Sin embargo, en sus dos obras, al fin y al cabo el amor parece ser la única salvación. ¿Hay escapatoria, entonces?
-No estoy del todo seguro. La protagonista está ocupada en las cosas prácticas, en los detalles cotidianos que dejan poco espacio para la poesía o para ciertas categorías espirituales. De ahí que ese personaje puede tener tal actitud hacia el amor. Pero durante la obra Mirjana experimenta un desarrollo espiritual y se da cuenta de que la vida está justamente en esos detalles "poco prácticos" que pertenecen al mundo de la espiritualidad. Ella consigue dar un pequeño paso adelante, acercarse en cierto modo a la ternura, aunque tal vez ya mañana se olvide.
-¿Tuvo contacto con el teatro argentino?
-Estuve varias veces en Buenos Aires y tuve la oportunidad de conocer su teatro, que es excelente. Justamente por el interés del teatro argentino en mis obras y el mío en el teatro argentino, hoy en día todos mis textos tienen su traducción en castellano. Tienen un teatro moderno y un público fiel e interesado.
-¿Sigue pensé que sus obras encontraron "una nueva patria", como dijo hace unos años?
-El éxito que tuvo y el interés que provocó Mi hijo sólo camina un poco más lento no ocurre a menudo. Todas las semanas recibo mensajes de espectadores que vieron la obra y que me dicen que les dejó una huella muy profunda. Siento que mis textos funcionan de manera excelente tanto con el público argentino como entre los artistas que ponen esos textos en escena. Con todos ellos tengo una fuerte sensación de conexión y creo que será una conexión duradera. Acabo de terminar mi último texto, titulado Todo bien mientras nos muramos por orden de ascendencia, que es la tercera parte de la llamada "triolgía sobre la familia", compuesta por Sobre Mirjana y los que la rodean y Mi hijo... Estoy seguro de que un día ese texto también se pondrá en escena para hacer un lindo y redondo cierre a toda esta aventura teatral con Argentina.
Mi hijo sólo camina un poco más lento
Funciones, sábados y domingos a las 11.30 y a las 14.
Apacheta Sala Estudio, Pasco 623.
Sobre Mirjana y los que la rodean
Funciones, sábados y domingos a las 15.30.
Teatro Picadero, Pasaje Santos Discépolo 1857.
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