Gauchos y tangueros
1913. Ricardo Güiraldes y Alberto López Buchardo inauguran en París, con gran éxito, el cabaret de tango Le Garron. A la vez que se acentúa el cosmopolitismo que desde siempre ha caracterizado a los porteños, paradójicamente va tomando cuerpo una reacción (acaso natural) nacionalista, encabezada por Leopoldo Lugones y un grupo de historiadores afines. En una de sus numerosas afirmaciones que años después transformaría en todo lo contrario, Borges definiría -en una conferencia a la que asistió en su juventud quien firma esta nota, hacia 1950- esa actitud de Lugones como referida a "gauchos de escenografía" teatrales.
Recuerdo haber consignado esa frase en uno de los informes sobre la actividad cultural en Buenos Aires que quincenalmente enviaba a La Gaceta de Tucumán.
La pregunta es si seguía habiendo en 1913 gauchos meramente escenográficos en la cartelera porteña.
Si ampliamos el concepto de lo gauchesco, haciéndolo abarcar también lo provinciano, refiriéndolo al interior del país, tenemos sí varios ejemplos de una continuidad temática. La compañía Pablo Podestá-Angelina Pagano estrena el 5 de junio en el Teatro Nuevo otra versión de Santos Vega, tragedia en verso que tiene éxito de crítica y público.
Por primera vez en este año aparece en escena una orquesta típica, recurso que en poco tiempo se volverá una costumbre, casi hasta el hartazgo. Al punto de que se llegará a confiar más en la orquesta que en el autor y los actores como supremo imán de boletería. La novedad se engarza en la obra Una noche de Garufa , la primera que estrena un joven autor, José Antonio Saldías, entonces de 21 años de edad. Saldías (1891-1946), hijo del historiador Adolfo Saldías, periodista y dramaturgo, es autor de más de 60 obras, directivo de la Sociedad de Autores y fundador del Instituto Nacional de Estudios del Teatro, que dirige entre 1942 y 1946.
El estreno de Una noche de Garufa ocurre el 27 de diciembre de 1913, en el Teatro Nacional Santa Fe. Actúan Olinda Bozán, Felisa Mary, Rosa Catá y José Brieva. El tercer acto transcurre en Lo de Hansen, en Palermo, y en la orquesta figura el bandoneón de Osvaldo Fresedo, "el pibe de la Paternal".