Gamers. Mansión Maniática: la parodia musical de un famoso videojuego de los años 80
De la consola de juegos al escenario sin escalas, llegó al Multiescena CPM una original propuesta donde el público elige cómo termina la historia
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“Esta es la historia que, si me la hubiesen contado, habría dicho ‘cómo no se me ocurrió a mí'”, confiesa Pablo Flores Torres, dramaturgo, creador de la música original y director general de Mansión maniática, el nuevo musical argentino que parodia al famoso videojuego de los años 80 de LucasArts, Maniac Mansion.
Para quien sea un niño de los años 90, esta historia le va a despertar muchos recuerdos y saldrá corriendo a buscar la manera de volver a jugar y, por supuesto, de ver el musical. Y si no lo es, seguramente le pasará lo mismo.
Maniac Mansion es un videojuego de aventura gráfica desarrollado por Lucasfilm Games en 1987 que cuenta la historia de Dave, un cinéfilo empedernido que –junto a sus amigos Razor, Bernard y Wendy– se embarca en la aventura de rescatar a su novia Sandy, secuestrada por el Dr. Fred, un científico poseído por un meteorito que vive con su familia en una mansión en las afueras de la ciudad.
En su momento, para el desarrollo de la historia, los creadores del juego utilizaron mucho humor inspirándose en los clichés del cine y películas de terror, parodiando muchos personajes y reconocidas escenas. Sin embargo, lo que más llamaba la atención era que, dependiendo de las decisiones que tome cada jugador para completar la misión, cambiaban los desenlaces del juego. Y aunque “usted no lo crea” y por muy difícil que parezca, en el musical lograron que pase lo mismo.
Muy fanático de ese videojuego, Flores Torres se imaginaba de chico cómo sería la versión fílmica o teatral de la historia, sin pensar que años después sería él mismo quien materialice la idea en un escenario porteño. Tanto él, como Gabriela Manildo –también directora y coreógrafa de la obra– coinciden en que la trama y el musical se enriquecieron a medida que fueron trabajando con los actores en escena. “Se conservaron los protagonistas originales de la historia y el conflicto principal, pero todo el desarrollo de los personajes es de la dramaturgia y de los actores que investigaron. Es una nueva versión 3D de esos personajes que eran 2D”, explica Manildo. “Dramatúrgicamente todo esta parodiado del videojuego. Prácticamente un 70 por ciento de las historias se adaptaron a una nueva narrativa porque el videojuego es de los años 80, por ende, tiene una trama muy acotada, muy limitada por los gráficos de la época. Todo esto fue creciendo por el trabajo de los actores bajo la mirada de mi compañera”, agrega Flores Torres que, además de idear todo esto, se suma al elenco como el Dr. Fred, el científico loco.
Igualmente, la complicación no giraba tanto en torno a la personificación de los personajes, sino en la estructura que debían crear en base a los posibles finales de la historia. Cuando Flores Torres empezó a desarrollar esa idea descubrió que los creadores del videojuego tenían muchas historias que se bifurcaban y habían hecho un mapa conceptual. Él hizo lo mismo. “La metodología fue simple a pesar de los enredos: si la escena 2 empieza de ‘tal manera’, y el público decide ‘tal cosa’, pueden pasar estas tres opciones. Sobre eso, se desarrolló el libreto. Luego de eso, lo que se hizo fue ensayar todas las escenas y buscar actores y actrices que estuviesen dispuestos a este tipo de formato”, expresa el director, a lo que su compañera añade: “hay una escena específica del libreto que es enloquecedora: si fueron a ‘tal lado’ y agarraron ‘tal objeto’, pasa de la página 1 a la 43. Y aún así, lo logramos; no es tan difícil porque hay claridad de dónde se viene y a dónde se va. El proceso es súper lineal. Hay que activar el camino cuando te lo dicen”.
¿Cómo y quién decide el camino a seguir? El público presente en la sala tendrá paletas rojas y verdes para escoger cuál opción le gusta más; y en base a eso, la ruta del cuento se bifurca. Oficialmente son cuatro finales que pueden darse dependiendo de cada acción, es decir, que más que obra de teatro musical, es una experiencia.
Desde la parte musical, Flores Torres creó canciones de todos los estilos: “pensé mucho en la música desde antes, buscaba algo que tuviera que ver con el tipo de musicales del Off Broadway, como The Rocky Horror Show, que tienen mucho humor, y quería que vire por ese lado. Después me fueron llevando mucho las canciones del musical clásico, del pop de esa época. Sin embargo, hay cosas que siento que son parte de nuestra identidad, como el tango, que tenía que incluir porque en el videojuego Fred y Edna son una parodia a Homero y Morticia, y en el musical de los Addams ellos bailan tango, así que tenía que hacer esa asociación. Hay muchos guiños a esas cosas... todo eso me iba llevando musicalmente”.
De la pantalla al escenario, de dibujito a persona
Para encontrar al elenco maniático se hicieron audiciones abiertas. Los directores buscaban intérpretes que se adapten a un proceso de crecimiento, porque si la obra no es convencional, mucho menos lo iba a ser el montaje que funcionó como una especie de laboratorio de creación. “Cuesta mucho bancar los procesos en el teatro. Queremos montar ya, estrenar ya, y todo lo que pasa en el medio, que es lo que te llevas y lo que sigue trascendiendo en otros proyectos, se pierde. Y en esto era muy fundamental eso, porque íbamos escena por escena. Fuimos descubriendo la obra juntos, entonces era muy importante que fueran actores y actrices que propongan y que tengan buena energía para el trabajo”, argumenta la directora.
Bono, el actor que interpreta a Dave, protagonista de esta historia, cuenta que al principio fue todo cuestión de búsqueda y encuentro: “me dieron un par de referencias, pero se me permitió mucho jugar, sobre todo con los chistes. Me divertí mucho en el proceso, porque en esta obra se interactúa bastante con el público y eso me divierte muchísimo. De hecho, hay chistes que cambian según quien entre a escena o lo que ocurra en base a la decisión del público”, explica.
Pauli Kisel y Luna Vivanco Frías son las encargadas de ponerse en la piel de los tentáculos morado y verde, fieles ayudantes del Dr. Fred. Saltando por todos lados y sin poder utilizar los brazos, las actrices recorren todo el escenario demostrando el desafío físico que les lleva interpretar estos particulares personajes. “Con los tentáculos en particular pasamos por muchas instancias: en un primer momento, iban a ser seres humanos totalmente disfrazados, pero no nos convenció; además, ellas empezaron a trabajar en la actuación y fue tan superadora que ponerles un traje de pies a cabeza era perder mucho, y no podíamos permitirnos perder esos gestos. Como no tienen brazos y trabajan la triangulación del cuerpo, habían construido un montón como para ponerles un traje, así que tuvimos que reestructurar el vestuario hasta que llegamos a lo que está hoy, que está buenísimo y ellas se lucen. Es combinar la energía de esos personajes con la estética teatral”, dice Manildo.
Vivanco Frías explica que más allá de ser un poco complicado el tema físico, en el juego ningún personaje tiene voz, y mucho menos los tentáculos. Sin embargo, con las directivas que les brindaron en base a cada personaje, supieron encontrarlos fácilmente. “La descripción del tentáculo verde decía ‘maníaco depresivo, sueña con tener una banda de rock’. Ahí entendí por dónde vienen sus pensamientos, pero ¿cómo hacía para expresar todo esto si, a lo mejor, no tengo ni cara?”, cuenta entre risas la actriz.
Por su parte, Kisel, su hermana de ficción, hace referencia al formato de “elige tu propia aventura” que tiene esta obra y comenta: “este musical rompe mucho la cuarta pared, todo el tiempo va y viene. Y si bien está basado en un juego de los Estados Unidos, es muy argentino y muy actual. Sentís que lo estás viviendo, que el texto se hizo con el noticiero de ayer”. Bono también se suma a esta reflexión y confiesa que ahora ya están entrenados con los diferentes finales, pero al principio tenían miedo con algunos y alivio con otros. “Hay algunos que son menos demandantes que otros y, en verdad, nos preocupaba cómo ibamos a ver las paletas del público, cuánto tiempo teníamos que tardar para tomar la decisión, pero ya nos acostumbramos. Igualmente los que más sufren son los chicos del ensamble porque tienen mil cambios de vestuario y tienen que poner la escenografía en base a la decisión del publico... ahí esta la verdadera complicación”, finaliza el actor.
Completan este numeroso y maniático elenco: Emmanuel Degracia, Kari Gordillo, Marián Lorena Vázquez, Julieta Perelstein, Dani Mercado, Camila Orellana, Aimará Vázquez, Josefina Belardo, Catalina R. Otero, Ximena Rey, Julián Vanrel, Juan Cruz Tresalet y Candela Jeanette Regulez; con producción ejecutiva de Lelé Montero.
Intempestivo, bizarro, delirio, diversión son algunas de las palabras con las cuales definieron los directores y algunos actores a este musical que no sólo captará al público fanático del teatro, sino también a los gamers que tienen mucha expectativa de ver en vivo a estos personajes y a esta historia que siempre vivieron detrás de una pantalla.
PARA AGENDAR
Mansión maniática
Miércoles, a las 20.30.
Teatro Multiescena CPM, Corrientes 1764.
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