Fuerzabruta: otra producción argentina que conquista Israel
El fenómeno de la compañía teatral en Medio Oriente: en poco más de 20 días dará 46 funciones ante más de 62.000 personas
Argentinismo 1
TEL AVIV- La agente de migraciones del aeropuerto Ben Gurion habla en un fluido castellano. Mientras es sometido a una requisa antiterrorista, el que firma estas líneas le pregunta por el tono argentino de su pronunciación. Y ella responde con una sonrisa: "Es de ver televisión".
Argentinismo 2
El taxista habla hasta por los codos en hebreo y en inglés, y cada tanto larga algunas palabras en castellano. Dice que su nombre es Nati, lo que para un norteamericano podría ser algo así como Nathan. El cronista le pregunta si sabe que, en castellano, Nati se usa para abreviar un nombre femenino. Y el taxista responde en castellano: "Claro: Natalia Oreiro".
Argentinismo 3
En un predio de exposiciones, cercano a la autopista que comunica el norte con el sur de la ciudad un grupo de actores vocifera con acento argentino. Arenga al público que está en medio de la escena para que se ponga en cuclillas y luego salte y baile. Y el público responde porque, vamos, esto no es un fenómeno masivo de televisión, con la popularidad de Casi Angeles , Rebelde Way , Nati Oreiro ni Osvaldo Laport, pero la compañía Fuerzabruta es furor en esta primera visita a Israel. Tiene un gran sponsor que hizo una buena comunicación para su llegada. Por eso antes de presentar la primera función ya había casi 40.000 tickets vendidos. El resto es de boca en boca. Por eso, la compañía que encabeza Diqui James dará hasta el 22 de este mes 46 funciones. A razón de 1350 personas por show, el espectáculo será visto por 62.100 personas en poco más de 20 días.
Con 14 actuaciones por semana, los días en los que hay tres funciones esto parece un show de Disney en el Luna Park durante vacaciones de invierno. Claro que no están fuera del predio los vendedores de merchandising. Sólo hay un puesto oficial donde se pueden conseguir DVD de Fuerzabruta a 70 shequels y remeras y CD a 50.
Antes de ingresar en la carpa principal se accede a otra ambientada al estilo sector VIP con música electrónica y puestos de comidas y bebidas. La gente hace una fila para el acceso a la sala del show y entre tanto cuchicheo en hebreo se escuchan cuatro voces en castellano (tres correntinas y una paraguaya). Se trata de dos parejas que llevan más de 20 años radicadas en Tel Aviv. Dicen que pagar 250 shequels (unos 285 pesos argentinos) no es nada barato, pero creen que valdrá la pena.
A Diqui James, director artístico de este adorable monstruo, se lo ve satisfecho. Y se lo escucha cauteloso. No parece venir subido al caballo del éxito de las giras que está realizando por pequeñas o grandes ciudades desde 2010 (Madrid, Bilbao, Edimburgo, Londres, Berlín, Taipei, ahora Tel Aviv y Manila). ¿Influyó el megadesfile que produjo para los festejos del Bicentenario en Buenos Aires? "No tuvo repercusión internacional -dice-. En Latinoamérica sí, porque estaban los presidentes. Pero la cosa es más fría. Lo único que te abre la puerta es que venga a verte un productor y sienta que en su ciudad va a lograr vender entradas con lo que hacemos. Y lo complicado es comunicar Fuerzabruta. Porque no es un musical de Broadway ni un concierto de rock. Acá nos va tremendamente bien, pero podés ir a otra ciudad y que pase inadvertido", dice entre una función y la siguiente, mientras en los camarines y en el backstage los actores y los técnicos se preparar para la tercera presentación de ese día.
"A veces los productores intentan usar la misma fórmula que se usa para otro tipo de espectáculos. El teatro está muy devaluado. La gente joven no va al teatro. Es una realidad. Y la particularidad de lo que hacemos es que traemos gente joven al teatro. Pero no podes decir la palabra teatro."
¿Qué viene después de todo esto? Salir de gira con el espectáculo Wayra Tour , que es el que se presentó en el Luna Park, a mediados de 2011. "El concepto del Wayra tiene que ver con el de una banda de rock -explica-. Con eso de presentar el disco nuevo y también tocar lo anterior. Dimos un paso en Buenos Aires. Daremos otro en Rosario y Córdoba. Creo que lo seguiremos trabajando hasta tener algo realmente contundente para dar un paso mas grande". James sigue con la idea del espacio "arena" que le permite la dualidad de tener a un público que observa desde las plateas laterales y a otro que participan, en el centro de la escena, en el campo (como se diría en un recital rockero). "Es el gran desafío. Hacer crecer este lenguaje para lograr que vos que estás sentado en una butaca puedas sentir lo mismo o algo parecido a lo que siente el que está adentro. Lo que a mí más me molesta de este formato es que hay mucha gente que no quiere estar parada una hora, o le da miedo, o le provoca inseguridad. Eso me da pena. Sé que hay gente que podría pasarla bien sentadita a un costado. Con la experiencia del Luna Park me gustaron muchas cosas y me di cuenta de todo lo que me falta. Por eso nos van a servir Rosario y Córdoba". Con días todavía por confirmar, en el salón Metropolitano de Rosario estarán en mayo y en la Vieja Usina de Córdoba el mes siguiente. "Te das cuenta de muchas cosas una vez que las hacés. Es gracioso porque Madonna va a venir a Israel el mes que viene y al estadio donde va a actuar se lo dan un mes antes para poder preparar el show. Yo pienso: dame el Luna Park un mes antes y me vuelvo loco."
-¿Trabajarías con músicos que desarrollan grandes puestas en escena?
-Todo el tiempo hay amagues, pero nuestro barco es nuestro show. Eso es lo que nos hace crecer. El mes que viene vamos a Nueva York a hablar con un músico muy importante. Si no te adelanto nada es porque muchas veces pasó y al final no salió nada. Fuerzabruta hace algo que parece más simple de lo que es. En general, hay conexiones con muchos artistas, charlas, cenas, pero luego queda todo ahí. Imaginate que en Nueva York tenemos el show hace cuatro años y medio. Por ahí pasa un montón de gente. Madonna se recontracopó con el show y después me robó la mitad de la compañía. Primero recibimos una carta diciendo que era espectacular lo que hacíamos; al tiempo se nos había llevado a la mitad de la gente. Pero, bueno, al final, me siento orgulloso. Es un honor.
A Diqui no le dieron en Tel Aviv un estadio; tampoco tuvo su carpa un mes antes. Pero no tiene de qué preocuparse porque los que vienen llegan impulsados por la curiosidad. Todo lo que ha hecho hasta aquí es fruto de lo que comenzó cuando tenía 20 años, con La Organización Negra y luego con De la Guarda. Lo dice con orgullo y con cierta nostalgia. Porque también cree que U.O.R.C . (el primer espectáculo de La Organización Negra) habría podido girar por el mundo.
De la Guarda sí lo hizo y estuvo en Tel Aviv. Pero la mayoría de los que vienen a ver a Fuerzabruta no conocen este tipo de espectáculo y se dejan llevar por lo que allí sucede. Esa sensación de lo inesperado, de moverse de un lado a otro de la carpa hasta que llegue una nueva sorpresa quién sabe de qué rincón; la brutalidad de los actores, la sensualidad de esas sirenas que bailan en una pecera que casi aplasta al público (aunque no lo hace, por supuesto). Incluso, en Tel Aviv el público parece estar segmentado. Así como en las funciones de la tarde hay más presencia familiar, en las nocturnas se ven más adultos en pareja y jóvenes en grupo, que son los que mejor la pasan, los que más bailan. Y nadie pronuncia la palabra "teatro" en castellano ni en hebreo.
Dos shows para volver a casa
En un par de meses, la compañía reanudará su actividad en nuestro país, mientras sigue dando funciones con otros dos elencos en el exterior. Diqui James cuenta que tienen un nuevo galpón para ensayos y pruebas de nuevos números. Por otra parte, las actuaciones que en mayo darán en el Metropolitano de Rosario y en junio en la Vieja Usina de Córdoba servirán para seguir madurando sus espectáculos. Las fechas se confirmarán próximamente.
3
Son los elencos que tiene Fuerzabruta trabajando al mismo tiempo: uno estable en Nueva York y otros dos que van en gira, actualmente uno está en Tel Aviv y otro en Manila
62 100
Personas verán el espectáculo en Tel Aviv
14
Funciones por semana son las que se están presentando en Israel.
60
Personas del staff técnico se necesitaron para poner a punto el estreno de la primera función
2
Containers son los que utiliza la compañía para trasladar su equipo propio; el resto se consigue en cada lugar y se adapta a las necesidades del show
1350
Localidades son las que se venden para cada función; en Tel Aviv se llegan a ofrecer tres funciones diarias
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