Evita, Broadway y mucho glamour
NUEVA YORK.– Broadway arde. No por el clima, que es bastante fresco a pesar del sol que pretende hacer avanzar la primavera, sino por la cantidad de novedades en su cartelera que se estrenan de a poco o están en la primera instancia de previews. Entre ellas las versiones musicales de Ghost y de Leap of Faith; el nuevo boom de Disney llamado Newsies y dos reposiciones de Andrew Lloyd-Webber: Jesucristo Superstar y Evita, que anteayer tuvo su glamorosa premier en el Marquis Theatre.
En Times Square, uno puede identificar a la gran cantidad de argentinos que circulan por Nueva York porque suelen cruzar Broadway Boulevard corriendo para sacarse una foto con la marquesina de Evita como fondo, en la que se ve una gigantografía de una imagen doblemente familiar: la de Elena Roger, en el balcón de la Casa Rosada, caracterizada como Eva Duarte de Perón. Allí mismo, en la calle, se escucha "Another Suitcase in Another Hall", uno de los hits de ese musical que Tim Rice y Andrew Lloyd-Webber imaginaron a fines de los años 70. Y ver tanta bandera argentina, tanta Evita y tanto "No llores por mí, Argentina" casi obliga a los compatriotas a pegarse a la pared del Marquis.
Las previews (preestrenos, en la jerga criolla, que sirven para "testear" la obra) comenzaron el 12 de marzo y ya se hablaba de esa intérprete argentina casi desconocida por aquí, pequeñita de tamaño pero inmensa en el escenario. Pero esta semana fueron los estrenos oficiales. El miércoles se realizó la función para los críticos (en la que estuvo presente LA NACION) y anteayer, llegó la gran première, con todo el glamour de Broadway.
Ya desde temprano la alfombra roja y los murales de la obra cubrían el pasaje que une las calles 44 y 45, atravesando el edificio del Marriott, donde se ubica el Marquis Theatre. Allí, cada medio tiene su lugar en una forma tan organizada que da envidia. La función comenzaría a las 18.30, por lo tanto los invitados fueron convocados a las 17. La prensa ya ubicada, a las 16.30 tenía sus gacetillas no sólo con los nombres de los invitados famosos sino con sus fotitos, por si algún distraído no conoce a alguno. Y, de a poco, comienzan a llegar con rigurosa puntualidad. La mayoría accede a hablar unos minutos con cada medio; sólo algunos pocos rezagados prefieren evitar la alfombra y entrar por algún otro lado para evitar ser interceptados.
Una de las primeras en arribar fue Vanessa Williams, una de las grandes estrellas de este tan particular universo teatral. "Es la segunda vez que vengo. Vi la obra hace dos semanas, en uno de los previews , y me encantó. Ricky está fantástico, su pronunciación en inglés es perfecta; Elena tiene un gran encanto y su voz es inmensa; y la coreografía es bellísima, con toques de tango argentino. Enseguida te transportan a Buenos Aires y podés sentir que estás en esa ciudad", dice la actriz de El beso de la mujer araña e Into the Woods .
Los invitados que pasan por la alfombra roja son desde artistas hasta figuras del mundo de la moda, pasando por deportistas y políticos. Entre estos últimos, a pocos pasos de la Williams, se encuentra el embajador argentino Jorge Argüello, que da una mirada más realista de este musical cuyo rigor histórico es cuestionable. "Es la tercera vez que veo esta obra y la segunda en la que está Elena. Tuve el privilegio de verla hace unos años en Londres. Este es un hecho cultural interesante en el que una de las grandes figuras de la historia argentina es recreada, aunque en una versión que no tiene una exacta correspondencia con los hechos que ocurrieron en el país. Pero es Evita, un símbolo de la identidad nacional y uno tiene que entender que estamos frente a un hecho artístico", sintetiza.
Así, uno a uno, todos los que desfilan por allí darán sus pareceres y expectativas. Como Debra Messing, otrora figura de la serie Will & Grace y ahora estrella del musical televisivo Smash , que se cuela por otra puerta sin evitar que este cronista la intercepte. "Estoy un poco abrumada con tanta gente, perdón. Tengo las mejores expectativas porque es una obra magnífica y mucha ansiedad por ver a Elena, de quien me dieron las mejores referencias", dice mientras se escabulle por una puerta giratoria.
El desfile de estrellas será incesante, con muchas figuras latinas, debido a la presencia de Ricky Martin. Entre ellos Rubén Blades, Thalía, Josefina Scaglione -primera argentina en desembarcar en Broadway- y Bianca Marroquin. A ellos se suman Michael Douglas, Catherine Zeta-Jones, Kim Cattrall, Scarlett Johansson, Barbara Walters, Kathy Griffin y los mismísimos Andrew Lloyd-Webber y Tim Rice. Como suele ocurrir en los estrenos criollos, donde algunas figuras que prometen ir dejan plantadas sus entradas, aquí también. Los ausentes más notorios: Jude Law y Whoopi Goldberg.
En el entreacto, los cuchicheos fueron decisivos. "Impactante", le dijo Douglas a Lloyd-Webber, mientras se le unía a un champagne. "Elena es inmensa", esbozó Rubén Blades. Mientras tanto, algunos argentinos discutían sobre la distorsión que los autores hicieron con la historia. Cerca, Anthony Rapp (protagonista del primer Rent , que estuvo en la Argentina) susurraba a este cronista: "Ya escuché sobre las diferencias con la realidad cuando estuve en Buenos Aires, pero esta obra me marcó porque fue la primera que hice, cuando yo tenía nueve años".
Sobre el final, lo esperado. Apenas salieron a saludar los integrantes del ensamble, la sala completa se puso de pie. Tanto Ricky Martin por su actuación como Che, como Elena Roger, por su trabajo, fueron ovacionados durante dos minutos. La actriz argentina dejó su ramo de flores a un costado y corrió fuera de escena para buscar a Lloyd-Webber y a Rice.
Poco después, vestidos de gala para la fiesta posfunción que se realizó en el noveno piso del hotel, el elenco completo de Evita recorrió también la alfombra roja. "Es un sueño, estoy feliz", dijo Elena. "Esta noche fue para nosotros, para el elenco. Sabíamos que la prensa iba a estar, pero ya no los críticos. Lo que queríamos, fundamentalmente, era compartir nuestro trabajo y pasarlo bien. Fue una función con amigos, con familia, rodeados de grandes actores, una noche diferente. Para mí es una responsabilidad muy grande dar a conocer en Broadway la historia de Eva Perón. Este es un aplauso diferente", señaló Ricky Martin a La Nacion antes de unirse a una fiesta tan glamorosa como formal que concluyó apenas comenzada la madrugada, cuando ya se susurraba el veredicto del implacable Ben Brantley, del New York Times . No fue bueno. Pero en medio de la felicidad de una primera función, no importó.
Joyas made in Argentina
Elena no es la única presencia argentina en este revival de Evita. El orfebre argentino Marcelo Toledo fue elegido para diseñar las joyas para la obra. En la noche de la première se lo vio feliz mostrando sus alhajas y rodeado de la farándula neoyorquina. Aquí, en la Gran Manzana, también está realizando una exhibición de su colección. Fue el primer artista argentino autorizado por el instituto de investigaciones históricas Eva Perón para replicar sus joyas. La colección está compuesta por aros, broches, gargantillas, anillos y prendedores.
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