Estrenos de teatro. El clásico binomio, un clásico nacional sobre sueños y engaños
Bajo la dirección de Eduardo Lamoglia, Daniel Miglioranza y Gerardo Baamonde se meten en la piel de dos seres entrañables
![Daniel Miglioranza y Gerardo Baamonde, en El clásico binomio](https://www.lanacion.com.ar/resizer/v2/daniel-miglioranza-y-gerardo-baamonde-en-el-VMAGB77YVVG3FGKYYI67EUTEAI.jpg?auth=6ac808d992e855b9601e9e231ea2b1168d61301cd36cbe640962b25ea20d01e4&width=420&height=280&quality=70&smart=true)
Autores: Rafael Bruza y Jorge Ricci. Puesta en escena y dirección general: Eduardo Lamoglia. Intérpretes: Daniel Miglioranza y Gerardo Baamonde. Escenografía y vestuario: El clásico binomio. Música: Pablo Porcelli. Luces: Damián Janza, Manuel Mazza. Asistencia de dirección: Valentina Tiengo. Sala: El tinglado, Mario Bravo 948. Funciones: viernes, a las 20. Duración: 60 minutos.
El clásico binomio es uno de los textos más emblemáticos del grupo santafesino Llanura que, entre otros, conformaban Jorge Ricci y Rafael Bruza. Ellos lo recrearon en buena parte del país y también en muchos festivales internacionales. Hasta tuvo una segunda versión, en Buenos Aires, en 2008, dirigida por Mauricio Kartun, quien le aportó una calidad poética extraordinaria.
Dos artistas conforman un dúo que busca divulgar sus creaciones tangueras y salen a realizar una gira por diversas localidades. Tienen un supuesto representante que intenta posicionarlos en el exterior. Y entre sus deseos artísticos y la meta que intentan lograr van recorriendo ciudades sin éxito, mientas pasa el tiempo y cada vez se alejan más de sus mundos familiares. Durante veinte años intentan sostener una vocación que, lamentablemente, solo los expone al deterioro creativo y personal.
Eduardo Lamoglia rescata a esos personajes tan entrañables y los coloca en el escenario de El Tinglado buscando rescatar a esos intérpretes de provincia que hablan de sus sueños, sus aspiraciones; que enfrentan un presente que les provoca un profundo desgaste hasta que deciden volver al punto de inicio: sus casas, sus familias y ya nada es igual.
Daniel Miglioranza y Gerardo Baamonde se introducen en la historia de manera superficial al comienzo. Muestran quienes son esos seres. Pero, al cabo de la representación, consiguen generar una relación muy fluida entre ellos, que posee tanta intensidad logrando que las diversas situaciones grotescas por las que atraviesan resulten sumamente conmovedoras.
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