Escena Japón: unas 30 obras de creadores de la vanguardia escénica nipona llegan a la Red
En el marco de del FIBA como en la página Alternativa se abre una inquieta propuesta de la escena japonesa que entabla un puente entre Kazuo Ohno o el Kabuki a la danza experimental o el manga
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Desde Argentina, la escena japonesa tiene algo de desconocida, mágica, inquietante. Sea por motivos económicos, por los 29.000 kilómetros de distancia entre Buenos y Tokio y/o por cuestiones de gestión cultural, fueron pocas las veces que artistas del teatro o de la danza del lejano país han pisado los escenarios porteños. Pero lo hicieron, ya hace unas décadas, con la presencia de figuras y compañías emblemáticas del teatro noh, el kabuki y el butoh. Ahora, como tratando de ajustar esa especie de jet lag, la Japan Foundation, institución pública de aquel país que da a conocer a su cultura en el mundo, está implementando en la página de Alternativa y lo hará durante la próxima edición del Festival Internacional de Buenos Aires (FIBA), que se inicia el próximo viernes 25 de febrero, una serie de propuestas pensadas para el streaming que congregan a las figuras más destacadas de la escena nipona actual. En cierto modo, lo iniciativa tiene algo de reestablecer un puente con el extremo más distante a nuestro país.
En las últimas cinco décadas, se produjeron algunas visitas de creadores escénicos japoneses a Buenos Aires que dejaron su marca en el teatro local. Como si respondieran a una planificación casi regida por parámetros didácticos, esas visitas implicaron para el público local tomar contacto con los máximos exponentes de tres expresiones escénicas constitutivas de las artes escénicas del lejano país: el teatro noh, una de artes teatrales clásicas del Japón; el kabuki, expresión nacida a fines del siglo XVI; y el butoh, especie de lamento bailado que nació hace unos 80 años. De cada una de estas expresiones tuvieron como protagonistas a sus máximos referentes.
En 1978, se presentó la Escuela Hosho, de Tokio, la compañía nacional del teatro noh. En el Teatro San Martín montaron Hageromo y Tsunemasa. “No recuerdo cuál de ellas fue, pero nunca olvidaré lo que vi. Actuaban un humilde pescador y un ángel. En el tramo final, el ángel ascendía al cielo. Cómo lo hizo, no lo sé; pero sin despegar los pies del tablado, creó la ilusión perfecta de levitar”, confesó el desaparecido crítico Ernesto Schoo en una columna en LA NACION. En 1986, el teatro Kabuki ofreció tres espectáculos (o verdaderas ceremonias) que llenaron la Martín Coronado, la sala mayor del San Martín. El kabuki contiene elementos del bunraku (teatro de marioneta) y del noh (por el gesto detenido y las poses simbólicas). Esa misma temporada, Kazuo Ohno, verdadero gurú del butoh que murió en 2010 a los 103 años, presentó en la misma sala Admirando a La Argentina, montaje inspirado en la bailarina y coreógrafa de flamenco Antonia Mercé, figura que unió al neoclasicismo con la vanguardia; y Mar Muerto. En uno de los espectáculos, el maestro se asomaba al escenario desde un lateral apelando a movimientos de una fragilidad fantasmal. En una de las funciones, un persona del público susurró: “No es él, es la muerte”. Tenía razón.
A partir de aquellas presentaciones, el butoh empezó a ser parte de las búsquedas del arte del movimiento local con creadores locales que indagaron sus propias búsquedas, caso Gustavo Collini Sartor. A eso, se sumaron las visitas de otros exponentes orientales. En 1997, en el marco de la primera edición del FIBA los bailarines Eiko y Koma ofrecieron Wind. De jóvenes, ambos se habían incorporado a la Tatsumi Hijikata Company, figura central del movimiento avant-garde japonés, y con Kazuo Ohno, el otro creador emblema del butoh. En 2011, por fuera de un emprendimiento público, Tadashi Endo (nacido en Pekín, nacionalizado japonés) presentó en Buenos Aires Ikiru-Vivir, un espectáculo que era un homenaje a Pina Bausch, quien fue íntima amiga de Ohno. Tadashi Endo es figura central de la El jardín de los cerezos, de Doris Dörrie. Y en 2012, Hiroaki Umeda, figura clave de la vanguardia japonesa actual, presentó en el marco de la apertura de la Usina del Arte While going to a condition, trabajo que, lamentablemente, pasó inadvertido en medio de esa fiesta inaugural de la que formó parte también Ryoji Ikeda, artista sonoro de culto.
El nuevo puente entre Tokio y Buenos Aires
Como parte de esta nueva etapa, en la página Alternativa ya está disponible Escena Japón, ciclo que está compuesto por una serie de videos que dan a conocer las búsquedas escénicas contemporáneas niponas y que estará disponible hasta a fin del mes próximo. La Japan Foundation se abocó, durante el tiempo de Covid-19, a filmar y comisionar trabajos de diferentes disciplinas escénicas. En algunas ocasiones, se sumaron creadores extranjeros que tendieron sus puentes con artistas japoneses. El resultado de esta tarea es una colección de más de 20 obras disponibles gratuitamente y que, dato importante, cuentan con subtitulado. La iniciativa surgió como modo de paliar la imposibilidad de presentar artes escénicas en vivo y poder llegar así a otras audiencias mostrando la diversidad creativa de los artistas japoneses que, si bien siguen practicando sus artes tradicionales, están a la vanguardia de las artes escénicas contemporáneas. En perspectiva, queda la posibilidad de que este nuevo acercamiento sirva para sembrar la posibilidad de que estos artistas, como alguna vez ya sucedió, se presenten ante el público porteño.
Entre los contenidos disponibles en la página Alternativa figuran creadores como Kasai Akira, uno de los bailarines de butoh más destacados; una obra de la bailarina y coreógrafa Kitamura Akiko: otra propuesta del bailarín de butoh Maro Akaji; un montaje a cargo del artista Ohmaki Shinji y la coreógrafa israelí Ella Rothschild, una obra de teatro físico con tintes biodramáticos a cargo de la compañía Nibroll como la tercera entrega de la serie La atmósfera que da cuenta de la situación social y la realidad política que atraviesa al Japón. Para marzo, entre el nuevo contenido figura una obra del creador italiano Romeo Castellucci, cuyas disruptivas propuestas ya han sido vistas en el marco del FIBA como en la Bienal de Performances. Del creador italiano se podrá ver un obra que fue realizada por encargo para la apertura del Festival/Tokyo 11. Se trata de un programa doble basado en la obra del dramaturgo y actor japonés Ameya Norimizu en la que actúa el mismo Castellucci.
Y para la edición del Festival Internacional de Buenos Aires la Japan Foundation presentará un material propio definido siempre por el cruce entre la tradición y la vanguardia en donde la mixturas de lenguajes escénicos (desde la danza y el teatro de texto hasta elementos del circo contemporáneo o del teatro testimonial). Entre el variado material al cual se podrá acceder desde la página del festival, del famoso bailarín, coreógrafo y artista multimedia Hiroaki Umeda, aquel que alguna vez hizo apenas una función en la Usina del Arte, se podrá ver Median, un hipnótico solo de 30 minutos en el cual la iluminación y el sonido se articulan de manera inquietante. Entre los 10 contenidos disponibles durante el festival, también estará disponible una versión de Romeo y Julieta, trabajo a cargo de la compañía Nibroll que lidera Yanaihara Mikuni, y que se llama Romeo o Julieta. En las primeras imágenes de este creador que ha sido galardonado con el premio de arte dramático más prestigioso de Japón los bailarines y las bailarinas cubren sus extremidades inferiores con pantalones cortos negros eliminando el concepto de lo femenino y lo masculino, de la norma heterosexual. O, como muestra de la diversidades de estéticas y de lenguajes escénicos, del bailarín Shimaji Yasutake y del rapero Tamaki Roy se podrá ver Akira, una atrapante performances en la que la música, la palabra y el movimiento de ambos en medio de un escenario no convencional los convierte en dos figuras emergentes de mayor actualidad.
En el plano institucional, desde la Japan Foundation explican a LA NACION que el ciclo en su totalidad tiene por objetivo introducir tanto la tradición de las artes escénicas japonesas así como también el desarrollo contemporáneo a un público que no está familiarizado con la producción de ese país. “Las líneas de trabajo incluyen la difusión de autores y directores teatrales contemporáneos de la talla de Noda Hideki, director de Demonio rojo que integra la serie de Alternativa del mes de marzo; Miyagi Satoshi, reconocido internacionalmente que ha participado en el Festival de Avignon; o Hirata Oriza, creador de la reconocida compañía Seinedan. También pensamos en aquellas espectáculos que, usando elementos culturales contemporáneos y simbólicos de Japón, pueden ser atractivos como es el caso del musical 5D que utiliza el manga, el animé y los videojuegos que estará disponible en la página de Alternativa el mes próximo. A la hora de pensar en la selección de danza, nos propusimos mostrar maestros del butoh, como Akira Kasai, discípulo de Kazuo Ohno y Tatsumi Hijikata; así como la producción contemporánea que conforman la escena japonesa en la actualidad”, sostienen desde el organismo.
De aquellas propuestas icónicas que se presentaron hace décadas en el San Martín, la escena japonesa vuelve estas presentes en la Argentina. Por ahora, es en modo streaming. Quedará para más adelante volver a tener la posibilidad de ver estos creadores en algún escenario de Buenos Aires.
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