Entre el teatro, la música, lo femenino y la estética vintage
Ariel Gurevich, creador de Seré tu madre tranquila y Las noches blancas, estrenó una nueva pieza sobre el amor
Cuando el dramaturgo y director Ariel Gurevich era niño debió elegir entre dos actividades extraescolares. Estudiar música o practicar fútbol en el club Ferro, a pocas cuadras de su casa. Esto último parecía ser un fuerte deseo familiar. Pero, muy poco afecto a los deportes, el creador optó por comenzar a estudiar órgano en una academia Yamaha. Fue una profesora de su escuela quien le recomendó a la madre que el joven tomara clases con el destacado músico Diego Vila.
A través de su maestro, Gurevich empezó a tener contacto con la actividad teatral y un buen día reconoció que su interés estaba más en el escenario que en el piano. El autor de Seré tu madre tranquila, Las descamisadas y Las noche blancas, comenzó a desarrollar un camino que lo llevó a intentar formarse como actor, pero tampoco ese fue un espacio que lo provocara artísticamente. Siendo estudiante de Comunicación en la UBA y luego de un viaje de estudios muy inspirador a España encontró su campo de acción, la dramaturgia.
Desde hace aproximadamente dos años, Diego Vila y Ariel Gurevich volvieron a encontrarse, y esta vez con la intención de compartir un proyecto. El músico lo convocó para ser el autor de un trabajo que estaba comenzando a diseñar con la cantante Laura Esses, al que denominaban La trastornada. "Al principio iba a ser una especie de recital comentado -cuenta Gurevich-. Cuando escuché el repertorio, lo primero que me vino como idea fue La Mary, la película de Daniel Tinayre. Alguien loco, pero con una pulsión de amor que lo lleva a un desborde pasional. Laura no quería estar sola en escena, así que la imaginé acompañada por dos guardicárceles. Ahí me empezó a dar vueltas la idea de que la acción debía tener lugar en una clínica en la que se trataran temas relacionados con el amor".
En realidad con ciertos males que produce el amor. El lugar es atendido por dos hermanas, Nidia y Mabel, que ya mayores decidieron abrir un centro de recuperación anímica, espiritual, destinado a mujeres que sufren por amor. Así nació La trastornada, que se presenta en el Centro Cultural 25 de Mayo con un elenco integrado por Esses, Marcela Ferradás, María Inés Aldaburu y Gurevich, quien decidió, en esta oportunidad, volver a tocar el piano.
"También tenía que ver con animarme a una estética -comenta el autor- que me gusta mucho y ante la cual me censuraba, el melodrama. Me costaba abordar un material emocionalmente desbordado, no cool, no canchero. La primera obra de teatro que leí fue Prohibido suicidarse en primavera, de Alejandro Casona. Tenía un abuelo que era un actor amateur y en cuya biblioteca encontrabas estos textos. Desde entonces me gustan las estéticas medio vintage, me convocan".
Tanto en Seré tu madre tranquila como Las descamisadas el dramaturgo parte de historias de mujeres. Una cuestión que se continúa en esta pieza. "Describir mujeres me divierte -señala-. No sé exactamente por qué. Aparecen y no me hago preguntas. En mi familia las mujeres son verborrágicas y los hombres ocupan un lugar más silencioso. Pero también hay algo en la cultura que me resulta llamativo. En la mujer ha recaído lo débil, lo emocional, cosas que el hombre no se permite tanto. Por lo menos en las formas exteriores". Desde el vamos en esta historia que construyó había un personaje especial, la trastornada, un ser que le interesaba como prototipo de lo peyorativo asociado a lo femenino. "Como si en diferentes épocas -explica- lo femenino se fuera corriendo de lado para nombrarlo de distinta forma: bruja, histérica, loca. Y me interesaba, mucho antes de que se pusiera de moda el tema de la sororidad, entender por qué en esta casa en la que se desarrolla la acción las mujeres no eran más solidarias".
La trastornada es la segunda pieza que Ariel Gurevich produce a pedido. La primera fue Las noches blancas, texto que concibió a partir de la novela de Fiódor Dostoievski. "Siempre escribo antes de dirigir y cuando llego a ese momento cambio cosas, borro, altero. Quiero que el texto funcione en sí mismo. Es un proceso muy personal. En el fondo creo que es como tener una relación con alguien".
La trastornada
De Ariel Gurevich
C. C. 25 de Mayo, Triunvirato 4444.
Domingos, a las 16