El regreso del género chico
Se está realizando el Primer Festival Nacional del Sainete
Durante las primeras décadas del siglo XX surgió en Buenos Aires un género, a veces breve, y festivo que reflejaba marcos y arquetipos humanos de una época donde los diferentes idiomas se mezclaban en una charla común. Alberto Vaccareza, autor de "El conventillo de la Paloma" describía al sainete como: "Un patio de conventillo, un italiano encargao, un yoyega retobao, una percanta, un vivillo, dos malevos de cuchillo, un chamullo, una pasión, coques, celos, discusión, desafío. Puñalada, aspamento, disparada, auxilio, cana... telón".
La ausencia de producciones y el anacronismo de sus piezas más relevantes hicieron que el sainete fuera considerado un género muerto. Pero en 2003, a Néstor Sabatini se le ocurrió crear un sainete con ribetes de revista criolla: "Ensalada mistonga", en el centenario teatro José Verdi, del barrio de La Boca. La pieza, con 35 artistas en escena, se mantuvo 4 meses en cartel, y le despertó un interés especial por el género. Se juntó con Santiago Doria, Roberto Cossa, Fernando Caride, Héctor Liboni y Jorge Ríos y formaron una "comisión organizadora del sainete".
Fue así que, tras haber trabajado durante todo el verano, surgió la idea de hacer un Concurso Nacional de Sainetes Breves y, luego, el Primer Festival del Sainete, en el Astral, que se mantiene con una buena aceptación de público. Todos los lunes y martes, a partir de las 20, se puede asistir, a la usanza del viejo teatro por secciones, a sainetes clásicos junto a los ganadores del concurso. Hoy son más de 250 las personas involucradas.
"Después de treinta años de hacer espectáculos que el público tiene que decodificar en estas tendencias europeas muy ricas que tomamos después del 60, nos hemos alejado mucho del público masivo -explica Sabatini-. Hicimos un gran teatro para una pequeña minoría, pero el público común quiere ver algo que le llegue en forma directa. Por eso pensé en generar un teatro como en la década del 50, popular y de contenido. Ahora estamos orgullosos porque lo logramos." Ya pasaron por los elencos del festival actores como Edda Díaz, China Zorrilla, Leonor Manso, Pepe Soriano, Ana María Cores, Víctor Laplace, Ana Acosta, Jorge Guinzburg, Duilio Marzio, Gabriel Goity, Cutuli, La Banda de la Risa, Gogó Andreu, Héctor Gióvine, María Figueras, Valeria Vanini y muchos otros.
Por día se presentan entre tres y cuatro sainetes y aún quedan dos fechas para presenciar "Las goletas", "Conventillo a media luz", "El hombre", "Babilonia", "Estar con bendiciones", "El bien dotado", Guapos de la guardia vieja" y varios monólogos.
Sangre nueva
Son muchos los autores jóvenes que presentaron sus obras en el certamen. Algunas de ellas de época, otras adaptadas al Buenos Aires de hoy. Eduardo Grilli es uno de los autores de "Qué supimos conseguir", que se presentó esta temporada en el Teatro del Pueblo, y escribió el sainete "Tango lo qué". "Siempre me atrajo mucho la comicidad. Traté de extraer los elementos del sainete clásico y lo mezclé con terminologías modernas. Es la historia de un tanguero que se quiere hacer el moderno y le quiere meter batería electrónica al tango -explica-. Me atrae lo que puede disparar un sainete con todo lo que representa: mezclar temáticas actuales con otras de principios de siglo. Hay una corriente de seguir lo que está de moda, y lo clásico se deja a un lado. Me atrajo también esa idea." También a la vieja usanza, el director Enrique Dacal, le agregó un "intermezzo" tanguero: "Naranjo en flor", pero con música electrónica.
Por su parte, la autora Elba Degrossi es una amante del teatro musical y abrazó al sainete desde su variante lírica en la pieza "Conventillo... a media luz". "Me gusta mucho el tango y el género popular. Tengo escritas varias piezas con canciones. Me atrae mucho el lenguaje de la vida del conventillo, que hoy se ve con otro tipo de inmigración. Me gusta mucho esa mezcla de culturas de seres que están al margen, pero que son muy naïve. Eso los diferencia de los seres marginados actuales. La mezcla que hay en Barrancas de Belgrano con el barrio chino y los argentinos, los coreanos, los peruanos y los bolivianos da pie para estas historias", explica la autora, que sostiene que ningún género está muerto. "Algunos son más actuales y hay gente que no conoce lo que es el sainete. Pocos actores jóvenes pueden representarlo porque no lo han conocido. Pero, «Los Roldán» tienen mucho de sainete", agrega.
"Quijotada"
- El Teatro Cervantes los ayudó ofreciendo sus salas de ensayo, en tanto el Teatro San Martín les cedió parte del vestuario, y Argentores brindó una ayuda económica. Pero el proyecto fue más grande de lo que los organizadores pensaban y se encontraron con muchas deudas. "Nos han ayudado, pero también nos han quitado mucho apoyo otros organismos. Por ejemplo, no conseguíamos sala para hacerlo. Esto fue una quijotada, pero hemos aprendido de los errores para no volver a cometerlos la próxima vez. Ya plantamos la semilla. No se sabe qué saldrá. Por lo menos lo intentamos. Hay plantas que crecen al tiempo", concluye Sabatini.
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