El regreso de un clásico
Romina Gaetani será la protagonista de este musical que producen CIE y Adrián Suar, y que se estrenará en marzo de 2007
Con grandes pestañas postizas, maquillado, en cuero y con delgados tiradores, el muchacho sentado al borde del escenario cantaba ahogado "I Don t Care". Era la imagen del clown desgarrado por dentro. Terminó de cantar y algunos de los 15 personajes sentados en la platea, examinando su talento, suspiraron emocionados. Otros se habían quedado mudos. Pero sólo le dijeron "Gracias". El muchacho se fue muy nervioso por la platea y se quedó esperando un rato en el hall del Astral.
"Ninguno nos logró emocionar como él", dijo uno. "¿Lo llamamos después?", preguntó alguien. "No, no lo hagas sufrir más, llamalo ahora. Pero hacete el serio", respondió otro. Veinte segundos después, Alejandro Paker entraba con la cara lavada y unos nervios que lo carcomían. Todos lo recibieron y la productora general, Mariana Correa, le dijo: "Bienvenido". Lógicamente se agarró la cabeza, se le llenaron los ojos de lágrimas, se abrazó con quien desde ese minuto sería su director, Ariel Del Mastro, y todos los demás, en orden. "Ya no aguantaba más", les dijo. "Pero decile chau al gimnasio, esos bracitos musculosos tienen que desaparecer", le sugirió Del Mastro. Alejandro Paker tuvo papeles secundarios en varios musicales como Grease o El principito , por ejemplo. Pero ahora le toca el gran desafío de su carrera. Fue elegido para ser el emcee (maestro de ceremonias) de la versión porteña de Cabaret , que se estrenará el 20 de marzo de 2007, en el Astral.
El proyecto no es nuevo. A CIE se le frustró en 2002, con la crisis. Iba a poner en escena la versión más nueva del musical, que realizó Sam Mendes en el Studio 54 de Nueva York y que hoy recorre el mundo. Se habían hecho las pruebas, habían quedado Elena Roger, Guillermo Angelelli, Diego Ramos, Luz Kerz y Salo Pasik, pero la crisis tiró el proyecto por la borda. Desde hace un año se volvió a hablar del tema, pero para llevar a escena la versión original, concebida por Harold Prince en 1966. "Empezamos a hablar de esto cuando estábamos haciendo juntos Revista nacional . Es un musical que me gusta mucho y creo que va a ser la apuesta fuerte de la cartelera porteña para el año que viene", afirma Adrián Suar, asociado a CIE en este proyecto. "Es una producción importante que costará un millón y medio de pesos", agrega Marcelo Ripoll, titular de esa empresa multinacional que ya hizo musicales como La Bella y la Bestia, Los miserables y Chicago.
Cualquiera desearía presenciar audiciones para musicales desde el comienzo. Claro, sin estar ahí arriba. Hay muchos cruces de energías que fluyen constantemente y eso contagia. Sobre el final de las pruebas, la expectativa crece y los sentimientos de los aspirantes están a flor de piel. Sobre todo cuando se trata de pruebas como éstas, en las que también participaron muchos famosos. A algunos de ellos no les gusta que se sepa que quedaron descartados. Pero bueno, igual se sabe finalmente.
El mismo día en que fue elegido Paker quedó "cantado" quién sería bendecida con el rol de Sally Bowles, el mismo que estrenó Jill Haworth, que en cine hizo Liza Minnelli, y que luego interpretaron indistintamente Alyson Reed, Natasha Richardson y Brooke Shields, entre muchas otras.
Comenzaba la audición, a las 16, y Romina Gaetani ya estaba sobre el escenario, caracterizada según su muy acertada visión al respecto. Concentrada, no le tuvo miedo al dramático tema musical "I Don t Care". Todos conformes. Más que conformes. Media hora después, doce bailarinas-cantantes hicieron su rutina también caracterizadas. Sólo debían quedar siete. Había mucho en juego.
Luego Alejandro Paker hizo su "Wilkommen" y Romina logró estallar el tema central de la obra: "Cabaret" . Estaban presentes el director, los productores mencionados, el director musical Julián Vat, el director de actores Rubén Viani, la directora vocal Cecilia Stanzione, la vestuarista Renata Schussheim, el escenógrafo Jorge Ferrari, la productora ejecutiva María Amelia Ferrari y Vanina Said, la mano derecha de la coreógrafa Elizabeth de Chapeaurouge, además de asistentes y productores. El epicentro de la decisión puso cara de "es ella".
Así fue. Pero en este caso, se lo comunicaron después.
"Se pone mucho en juego en una audición -explica Paker con un nudo en la garganta-. Lo soñaba, pero no tenía idea de que podía quedar. Sólo me quedaba con la emoción con la que lo canté. Se lo dirigía a mi papá. Los actores somos inseguros. Tengo a todos mis amigos rezando y prendiendo velas. Mi maestro fue Carlos Gandolfo y me dijo que iba a tener la oportunidad de hacer emocionar. Hasta el momento siempre me tocaban personajes cómicos o clownescos y tenía una decepción porque me había preparado para ser actor dramático. Se me dio la oportunidad. Es un personaje que siempre me gustó."
Trabajar en conjunto
A las chicas se lo comunicaron después. Las elegidas eran Cecilia Estévez, Patricia Browne, Milagros Michael, Flavia Pereda, Laura Winter, María Bermúdez y Laura Montini. También ya se podían decir los nombres de Luz Kerz, Juan Carlos Puppo, Patricia Etchegoyen, Gustavo Monje, Nicolás Armengol, Charly G y Sebastián Vitali, en un elenco de 28 personas. Pero faltan confirmar dos personajes clave: Cliff, el escritor, y el alemán Ernst. "Queremos salir del estigma del artista de musical impostado que canta muy bien. Vos viste estas audiciones. Fue emocionante lo que hizo este chico o lo de Romina -explica Del Mastro-. Cuando empezamos pusimos el foco en el canto. Pero nos dimos cuenta de que son siete protagónicos, de los cuales hay dos que si no cantan no importa. Quiero dos buenos actores y no me importa que no sean famosos. Tienen que dar para un hombre que se enamora de Romina, que es un hembrón. Así se nos cayeron algunos Cliff posibles."
Cuando la producción hizo el llamado a audiciones, alrededor de 600 personas presentaron sus currículum, de los cuales audicionaron 330. Fueron dos semanas con jornadas de 12 horas de pruebas. "Son una responsabilidad las audiciones. ¿Sabés por qué? Porque audicionar es una mierda. Te estás exponiendo en 30 segundos o un minuto con lo que te toque ante gente que no conocés. Por ahí tenés un mal día y diste una prueba horrible y tenés un talento increíble. Creo mucho en las audiciones porque una persona puede haber cambiado y progresado mucho en un año. Nos pasó. Hay que ver de nuevo a la gente y sacarse el prejuicio. La próxima vez voy a hacer audiciones abiertas", dice el director.
Un viejo cabaret
La propuesta de Del Mastro, ya un director canchero con Peter Pan y Aladín en su haber, se acerca un poco a la idea primigenia de Harold Prince.
El productor-director buscaba un nuevo musical y se topó con la obra inglesa I Am a Camera, que se inspiraba en uno de los personajes de The Berlin Stories , una serie de relatos de Christopher Isherwood situados en los momentos de ascensión del nazismo. Prince y el libretista Joe Masteroff, con quien había trabajado en She Loves Me , prefirieron centrarse en la atmósfera de las historias de Isherwood y situarlas en el ambiente lúgubre del cabaret. El resultado final salió de un trabajo de muchos meses entre ellos y distintos compositores y realizadores, hasta quedar la fórmula final: Masteroff-Fred Ebb-John Kander y Prince en la dirección y producción.
Así fue como se gestó éste, uno de los musicales más populares en el mundo entero. Broadway tuvo dos versiones posteriores: la remake de Prince, en 1988, y la innovadora de Sam Mendes, en 2004. ¿Qué tenía ésta que hizo hablar a todos los expertos? Además de la puesta, más expresionista, un cambio en la partitura y las canciones. La obra original no tiene muchas de las canciones que John Kander y Fred Ebb compusieron para la película. "Money Money" , " Mein Herr" o " MaybeThisTime" no estaban en la versión teatral. Por lo tanto, Sam Mendes hizo algo muy inteligente, eliminó las canciones más remanentes del original y le agregó los famosos temas de la película. Indudablemente, "Money Money"es una exquisitez que arroja por la borda a "The Money Song", la original de la obra.
La versión teatral argentina que se estrenó en 1988, en el Metropolitan, hizo algo similar. Pero la gran diferencia es que eliminó también personajes. En definitiva, Mario Morgan dirigió una versión teatral de la película. Fue protagonizada por Andrea Tenuta, Carlos Perciavalle, Mario Pasik, Andrea Bonelli, Edward Nutkiewicz y Juan José Villar, entre otros. Las letras fueron adaptadas por China Zorrilla.
"Lo que hicimos fue un mix de canciones. Pusimos de manifiesto la música más elevada del cabaret. Tiene canciones muy lindas y otras que no, entonces para qué poner esas", explica Julián Vat sobre la actual versión. "Van a ser nueve músicos, pero serán casi todas mujeres. También hicimos audiciones para elegirlos. Era importante el look porque están integradas a ese mundo del cabaret. Este es un equipo real, un bloque de trabajo placentero, con aprendizaje, búsqueda, opinión, charla, debate y respeto. Felices del concepto de Ariel, que genera mucha camiseta", agrega.
La idea de Del Mastro es muy clara. No van a levantar butacas para hacer mesitas, ni nada se parecerá tampoco a aquella puesta embrional que hicieron Harold Prince y su equipo magnífico de talentos. "Este es un cabaret muy decadente. Estamos potenciando eso para diferenciarnos de las demás puestas del mundo. Por eso, elegimos gente más grande, como de 30 años para arriba", explica el director.
Todavía faltan dos personajes y mucho por hacer. Pero con Cabaret, Sweet Charity y Víctor Victoria en cartel en marzo, se podrá afirmar que el musical vuelve a copar la avenida Corrientes.
En el mundo
- Bogotá, versión original
- Londres, versión original
- México, versión original
- EE.UU., versión de Mendes
- España (en gira), versión de Mendes
- París, versión de Mendes Espectáculos