El regreso de los tehuelches
Es "una de indios" dice Mariana Chaud. Así comienza explicando, la autora y directora, su nueva producción Los sueños de Cohanaco que se estrena hoy en el Teatro San Martín. La escritura la compartió con Leandro Halperín. Entre ambos dieron forma a un texto que rescata el mundo de los tehuelches en la Patagonia argentina. La inmensidad de la región a muchos le produce tristeza, a Chaud le despertó la imaginación y la necesidad de leer historias de indios y bandidos que recorrieron, en otros tiempos, las provincias del sur de nuestro país.
De ahí en más buscó cruzar los tiempos. El siglo XIX y el actual parecen darse la mano de manera forzada pero, en verdad, algunos puntos de contacto asoman certeros: el cacique Cohanaco sueña con el futuro -con este presente- y reconoce que allí su vida y la de su pueblo no tendrán existencia. Mientras tanto deambula por tierras patagónicas con su tribu, relacionándose con un inglés y un criminal chileno.
"Todo empezó con un viaje a la Patagonia -explica Chaud-. Esa desolación, esa inmensidad me hicieron pensar en cómo vivirían los indios en esos lugares tan inhóspitos. Los tehuelches no sólo desaparecieron después de la Campaña al Desierto sino que también hubo otras causas que los diezmaron, como ciertas enfermedades y la introducción del alcohol en su cultura. Estas cosas devastaron esas tribus nómades muy primitivas".
El proceso de trabajo no fue sencillo. Las incesantes lecturas -desde Darwin hasta algunos textos antropológicos- fueron reprocesadas y terminaron dando forma a una pieza que se desarrolla en dos planos: el de la realidad y el de los sueños. En la obra, Mariana Chaud no deja de lado algunas de las constantes que aparecen en otros de sus textos, como Sigo mintiendo o El hecho . Ella explica: "Me gustan mucho los personajes disparatados, mostrar algunos vínculos inexplicables entre personas o convivencias raras. Me interesa, además, trabajar sobre ciertos imaginarios oscuros que están alejados de la cotidianeidad. También, siempre asoma algo de disparate. Me gusta reírme de algunas cosas o romper un poco con algunas situaciones porque sino todo se vuelve muy solemne".
Eso lo aprendió junto a Hugo Midón o Nora Moseinco. En verdad parecería traerlo desde muy pequeña cuando le gustaba disfrazarse y escarparse por un rato de la realidad. Después llegaron otros maestros como Ricardo Bartis, Pompeyo Audivert o Javier Daulte, quienes fueron moldeando a una creadora teatral que hoy circula entre la escritura, la interpretación y la dirección. "Ellos me dejaron una marca importante: el compromiso con el trabajo, el rigor y, también, mucha libertad a la hora de la creación. Siempre estás frente a un desafío: poner el cuerpo, pensar no sólo en uno mismo o en la actuación sino también en la escena, en el teatro, en el otro". A la hora de la escritura Mariana Chaud encuentra en la literatura un fuerte germen de inspiración. También le importa compartir la tarea con otros. Lo ha hecho con Moro Anghileri, con Laura López Moyano y, ahora, con Leandro Halperín. "Me gusta tener diálogo mientras escribo -comenta-. Al principio hay un poco de tironeo con la otra persona pero, después, la cosa se va armando. Ambos descubrimos cual es la clave de la pieza y todo fluye de otra manera."
La autora del biodrama Budín inglés regresa al Complejo Teatral de Buenos Aires. Esta vez para estrenar en el Teatro San Martín y con un elenco que integran: Agustín Rittano, Santiago Gobernori, Daniel Cufaro, William Prociuk, Luciana Acuña, Eliza Carricajo y Claudia Mac Auliffe.
Para agendar
- Los sueños de Cohanaco , de M. Chaud y L. Halperín.
- Sala Cunill Cabanellas , del San Martín, Corrientes 1530. De miércoles a domingos, a las 20.
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