NUEVA YORK.- Las finanzas de Harry Potter están llenas de cifras que nos dejan boquiabiertos: los 500 millones de libros vendidos en todo el mundo de las aventuras del personaje de J. K. Rowling y los 7700 millones de dólares de ingresos que reportaron las películas que adaptan sus novelas.
Y acá va otra cifra apabullante: llevar a Broadway el espectáculo Harry Potter y el niño maldito costó nada menos que 68,5 millones de dólares. La cifra incluye no sólo los 35,5 millones necesarios para montar las dos partes en las que se divide la obra, sino también los 33 millones de dólares que requirió la renovación total de la sala en la que se presenta desde esta semana, el Lyric Theatre.
Para una industria tan voluble como la del espectáculo, se trata de una apuesta enorme, pero al parecer también muy confiable, ya que existe enorme expectativa de que El niño maldito se convierta en uno de esos éxitos eternos de Broadway que rinda ganancias durante años.
"Incluso en términos de lo que se suele invertir en Broadway, es un montón de plata, de eso no caben dudas, pero estamos hablando de Harry Potter, una de las marcas más populares de la historia –dice Tom Viertel, director ejecutivo del Instituto de Teatro Comercial–. No se compara con nada que uno vaya a ver en Broadway."
En las funciones de preestreno, cuando el elenco todavía ensayaba y los técnicos y el equipo creativo hacían ajustes, el show ya batía récords de taquilla: los más de 2 millones de dólares en entradas vendidas durante la primera semana de abril superan lo recaudado por cualquier otra obra en el distrito teatral neoyorquino en ese lapso de tiempo.
Pura magia
Las reseñas, a su estreno –ocurrido esta semana – fueron sumamente elogiosas, lo que ayudará a consolidarse entre las propuestas "Harry Potter y el niño maldito sube la apuesta en términos de lo que puede conseguir la magia de Broadway", afirmó el influyente crítico Ben Brantley en su reseña para The New York Times: "Los creadores de este inspirado espectáculo dominan el tiempo a voluntad. Gracias a su imaginación y disciplina que no dejan lugar a ningún paso en falso, hacen que las cinco horas de la obra pasen en apenas lo que le lleva guiñar un ojo a un mago".
El récord de inversión de 35,5 millones de dólares –el monto reunido por productores e inversores para pagar un elenco y equipo técnico inusualmente grande, ensayos de una obra muy larga y una producción extremadamente sofisticada–, se conoció por una presentación ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos. En comparación, la mayoría de las obras no musicales de Broadway cuestan entre 3 y 5 millones de dólares, y hasta los más despampanantes musicales rara vez superan los 25 millones de presupuesto.
Pero conseguir financiación fue apenas una parte del camino que hubo que recorrer para que El niño maldito hiciera pie en Broadway.
El Ambassador Theater Group, gigante teatral británico que maneja el Lyric, gastó 23 millones de dólares para convencer al anterior ocupante de la sala, el Cirque du Soleil, de que bajase de cartel su musical Paramour para dejarle el campo libre para El niño maldito, según fuentes cercanas a la negociación.
"You can’t go into parenthood as a battle wearing armour. It doesn’t work that way" – #CursedChildNYC's Jamie Parker (@DickLeFenwick) on playing the adult Harry Potter. pic.twitter.com/GXaksJPSrD&— Cursed Child NYC (@HPPlayNYC) April 25, 2018
Ambassador compitió con otros dos pesos pesados de Broadway para alzarse con la puesta de El niño maldito, desmontó y prácticamente reconstruyó íntegramente la sala, a pedido de los productores de la obra. Otrora un teatro con forma de granero y poco encanto, que fue sede de varios fracasos, como el musical Spider-Man: Turn Off the Dark, fue reconvertido en una sala de ópera a la antigua, con cielorraso abovedado, palcos, y 1622 localidades. Hasta cambiaron de lugar la entrada del teatro, de la ruidosa calle 42 a la menos transitada calle 43. Según los documentos presentados ante el Departamento de Edificaciones de Nueva York, las obras de reconstrucción del teatro terminaron costando 10 millones de dólares.
El espectáculo, una historia en dos partes con una duración total de más de cinco horas, es una secuela de la serie de novelas de fantasía para adolescentes escritas por J. K. Rowling y que tienen a un niño mago como protagonista. Harry Potter y el niño maldito transcurre 19 años después del relato del último libro de la saga, cuando Harry y sus amigos ya se han convertido en padres, y el hijo de éste, Albus, comienza su educación en Hogwarts.
El libreto de El niño maldito –publicado también en forma de libro – fue escrito por Jack Thorne, en base a una historia de Thorne, Rowling y el director John Tiffany. El proyecto fue estrenado originalmente en el West End londinense, donde se presenta con localidades agotadas desde hace 22 meses. En 2017 ganó nueve premios Olivier –el equivalente británico al Tony–, entre ellos, el reservado a la mejor obra. Para el año próximo está programada una tercera producción con sede en Melbourne, Australia.
En respuesta al interés suscitado por las cifras del espectáculo, dos de sus principales productores, Sonia Friedman y Colin Callender, ofrecieron una visita guiada por el teatro, mostrando candeleros con forma de esfinge, los faroles-dragón, y las paredes del foyer, con imágenes de esas criaturas guardianas y luminosas que en el universo Potter se llaman "patronus".
El esquema de colores es intenso y sombrío –la mayoría de las paredes están pintadas de color pluma de cuervo– y el alfombrado original reproduce el monograma H (por Hogwarts, la escuela de hechicería donde estudió Harry). La renovada fachada del teatro fue adornada con alas gigantes y enormes esculturas de un niño (¡alerta simbólica!) atrapado en un nido.
"It’s amazing, it’s humbling, it’s extraordinary and I can’t take anything for granted" – #CursedChildNYC's @MissDumezweni on playing Hermione on Broadway. pic.twitter.com/DPAgnoOSsT&— Cursed Child NYC (@HPPlayNYC) April 24, 2018
"Quisimos crear un ambiente, sin pasarnos de la raya y convertirnos en un parque temático", señaló Callender. Y Friedman agregó: "Para nosotros era muy importante que la fachada y el foyer tuvieran la atmósfera del mundo de Harry Potter, porque ahí empieza la experiencia de nuestro público."
Friedman dijo que montar la obra en Londres había sido significativamente más barato que en Nueva York. Y agregó que en Nueva York, la mano de obra, la publicidad y el alquiler de los teatros son mucho más caros. "Me cuesta entender los costos que manejan acá", dijo Friedman. "Son números que no me gustan nada."
Pero también reconoce que El niño maldito tiene aspectos particulares que encarecen el proyecto. Una obra en dos partes necesita el doble de tiempo de ensayo, y las complejas ilusiones visuales del espectáculo demandan mucho personal técnico debajo del escenario y entrenamiento suplementario. Tan solo ubicar todos los elementos de la puesta en el interior del teatro llevó cuatro meses.
.@jk_rowling talks to us on the red carpet of today’s #CursedChildNYC Official Broadway Opening. pic.twitter.com/lZj5U6a6HO&— Cursed Child NYC (@HPPlayNYC) April 22, 2018
Según Friedman y Callender, para construir e instalar la escenografía, la iluminación y el vestuario, debieron reunir a un equipo de 220 personas. Un elenco de 40 actores (encabezado por Jamie Parker, Noma Dumezweni y Paul Thornley, como Harry Potter, Hermione Granger y Ron Weasley, respectivamente), así como 20 tramoyistas, 16 vestuaristas y peluqueros, y cinco directores de escenario.
"Es obvio a dónde fue a parar el dinero… Reformaron todo el teatro para adecuarlo a la obra, y el nivel de excelencia técnica es algo nunca visto en Broadway", dice
Jonathon Rosenthal, consultor informático de 38 años que coordina un grupo de fans y que vio uno de los preestrenos en Broadway a principios de abril. "Es como si en el escenario hicieran magia."
Las entradas para la obra están prácticamente agotadas hasta marzo de 2019, aunque liberan más entradas, incluidas algunas a bajo precio, cada viernes. El precio de la entrada para cada una de las partes del show oscila entre 165 y 286 dólares (hay 300 entradas por función con un precio restringido de 40 dólares o menos). Las dos partes pueden verse en un único día –lo que recomiendan sus creadores– o en días consecutivos.
Entre los mayores beneficiarios de este regreso exitoso de Potter se encuentra la propia J.K. Rowling. Los documentos de inversión no detallan cuál será la retribución para la creadora de la saga, pero dice que "los habientes de los derechos, los licenciatarios y sus filiales" –categoría que incluye a Rowling– recibirán inicialmente un 31 por ciento de las ganancias netas del espectáculo, y que esa compensación se elevará eventualmente hasta un 41 por ciento, a medida que la obra empiece a dar ganancias. Rowling también puede hará rendir la obra de otra manera: es la tercera productora en orden de importancia, a través de su empresa Harry Potter Theatrical Productions.
Traducción de Jaime Arrambide
¿Potter vuelve al cine? Los fans dicen que sí; Rowling lo niega
Animales fantásticos: Los crímenes de Grindewald, la segunda entrega de la serie de películas ambientadas en el mundo mágico de Potter, décadas antes del nacimiento del niño mago, llegará a las salas locales el próximo 15 de noviembre.
La película,que volverán a protagonizar Eddie Redmayne, Katherine Waterstone, Alison Sudol y Johnny Depp como el malvado Grindenwald –más Jude Law, como un joven Albus Dumbledore, quien llegaría a ser director de Hogwarts y mentor de Harry– tiene guión de J. K. Rowling, como lo tendrán las tres entregas restantes de esta pentalogía que expande la historia global, bastante oscura por cierto, de este universo.
Pero, por estos días, no es Animales fantásticos la película que los fanáticos de Potter quieren ver en las salas. A pesar de las contundentes desmentidas de su autora, crece por estos días en las redes el entusiasmo por la posibilidad de que Harry Potter y el niño maldito llegue al cine, impulsado por más de un "trailer" hogareño que imagina cómo se vería el trío protagónico como adultos (con escenas tomadas de la coda del último film, Las reliquias de la muerte parte 2) y una casualidad que los seguidores toman como muestra del destino.
La última película de Animales fantásticos tiene fecha de estreno para 2024, por lo que una adaptación de El niño maldito no podría llegar a las salas antes de 2026, cuando Daniel Radcliffe cumpla 37 años. Es exactamente la edad que tiene Potter en el inicio de la obra, actualmente en cartel en Broadway y el West End, que para entonces habrá tenido una larga vida teatral y podrá beneficiarse del renovado interés que pueda otorgarle la versión de Hollywood. Esa de la que podrían –podrían, pero claramente no lo harán, al menos por ahora– formar parte también el resto de sus protagonistas, Emma Watson y Rupert Grint , que compartirán la edad madura de sus personajes para entonces.
Michael Paulson
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