¿El amor es invisible a los ojos?
"¿Estás ahí?", de Javier Daulte. Con Gloria Carrá y Héctor Díaz. Diseño de sonido: Pablo Ratto. Iluminación: Javier Daulte. Vestuario: Mariana Polski. Escenografía: Alicia Leloutre. Dirección: Javier Daulte. En el Teatro Cervantes, Libertad 815.
Nuestra opinión: muy bueno
Están ahí, en medio de un típico living venido a menos. El y ella, o Francisco y Ana, como quiera llamarlos. Claro que también está el vecino, que vive abajo de ese departamento al cual la pareja se acaba de mudar, y la madre de él que se asoma a la trama desde el otro lado del teléfono. Habría que acotar que también está ahí, en escena, la asistente de Francisco, una tal Renata. Claro que su aparición es un tanto compleja (por decirlo de algún modo) porque una vez aparece en el cuerpo de Ana (leyó bien) y otra en su propio cuerpo. Y para confundir un poco más la cosa, también está ahí, paradito en medio del living, otro personaje. Paradito es una forma de decir (o suponer) porque, dato no menor, el señor en cuestión es invisible. Ergo, perdón por la obviedad de la aclaración, el público no lo ve.
Todos ellos (los visibles, los invisibles y los que se intuyen que están) se convierten en las piezas fundamentales de una historia de amor por momentos desopilantes y, en otros, en una historia de amor desopilantemente melancólica, como todas las historias de amor plagadas de situaciones cruzadas y encuentros y desencuentros
Entre los que están en escena y los que no, se arma el relato de "¿Estás ahí?", la inteligente pieza de Javier Daulte que tiene todos los elementos de una sólida comedia de enredos, aunque no sólo eso. Casi al finalizar la obra, uno de los personajes se encarga de abrir el juego hacia otras lecturas posibles. "Uno -dice-, siempre se da cuenta de cómo quiere a un persona cuando ya es tarde. Cuando estás ahí, cuando lo tenés adelante, el amor es... imposible. Uno sólo ama al que estuvo, no al que está." Claro que, cuando uno de los seres amados se convierte en invisible, el estar ahí presenta sus dificultades.
Solidez garantizada
Acerca de la obra en sí misma, la puesta es un compacto trabajo de los llamados rubros técnicos: desde la escenografía de Alicia Leloutre al sonido de Pablo Ratto, pasando por la iluminación del mismo Daulte o el vestuario de Mariana Polski.
Por su parte, Gloria Carrá y Héctor Díaz son los encargados de dar vida a los ausentes y los presentes protagonistas de esta pieza estrenada en Londres bajo el formato de un monólogo. Luego de esa puesta experimental, Daulte convirtió a la obra en dos especies de monólogos cruzados y complementarios en la cual los dos únicos actores comparten ese living apenas pocos minutos.
Días de gloria
Claro que para que todas las ánimas tomen vida en escena hacía falta actores como Carrá y Díaz, de la compañía Díaz de Gloria. Los dos están adorables. Ella se banca meterse en el cuerpo de otra persona sin demasiados problemas. O se desparrama en escena con pasitos ridículos con un desparpajo maravilloso. El, Héctor Díaz, entrecierra los ojos para ver al personaje invisible tornándolo real. O sostiene una pelea con el invisible al mejor estilo de "Los tres chiflados"
Las acciones y los gestos de cada uno de ellos son eficaces, inteligentes y funcionales. Hasta se permiten jugar con los lugares comunes de esas series televisivas que incluían a personas que aparecían y desaparecían como por arte de magia.
Por su parte, Javier Daulte, en el doble papel de dramaturgo y director de su propia historia, se las ingenia para hacer creíble una historia que juega con clichés todo el tiempo (desde la relación madre-hijo a los efectos trágicos de una mudanza o los complejos vericuetos del amor). Su rompecabezas incluye momentos de un humor delicioso, secuencias propias de una comedia de enredos con puertas que se abren y cierran, y un final abierto.
"¿Estás ahí" es una bella historia contada con talento. Una historia apta para todos los públicos de uno de los exponentes de la nueva dramaturgia de la década pasada que, con el paso del tiempo, fue ampliando su discurso escénico con facilidad y desparpajo.
Falta de riesgo
- Es una lástima que la mayoría de los productores del teatro comercial le den la espalda a la escena alternativa. Si se animaran a hacerlo, descubrirían dignísimas obras -como "¿Estás ahí?" o "Afuera"- que podrían tranquilamente transitar con éxito la escena comercial. Pero como pocas veces ven este tipo de trabajos, el espectador está casi obligado a ver cómo se siguen desempolvando trabajos que fueron exitosos en otros momentos, como si no hubiera una producción dramática nacional más acorde con los tiempos que vivimos. Por eso seguimos viendo segundas vueltas de piezas (como "El protagonista", "Oscar" o "Cabaret Bijou") que, más allá de sus logros, son obras ya vistas, probadas y que pareciera ser que tienen una caja asegurada.