Toque de queda sanitario: "El sector teatral está al límite de la resistencia"
El toque de queda sanitario para contener el avance de contagios de coronavirus puso a varios sectores en estado de alarma. El sector gastronómico ya expresó su preocupación y manifestaron que los daños serán irrecuperables, pero la actividad teatral, un sector duramente golpeado por el coronavirus, también está en la línea de fuego.
"Las autoridades saben que no somos parte del problema, que los protocolos en las salas teatrales funcionaron en estos casi dos meses, que no hubo ni contagios ni suspensiones. No hay mucho más que podamos hacer. El sector está al límite de la resistencia", apunta Sebastián Blutrach, dueño del teatro El Picadero y número dos del Teatro Cervantes, en diálogo con LA NACION.
Horas después Aadet, la cámara que reúne a empresarios y productores ligados a la actividad teatral y musical comercial en salas, publicó un duro comunicado dirigido a los que toman decisiones políticas y sanitarias de todas las jurisdicciones y áreas competentes en el tema. En él expresan su "extrema alarma" ante la potencial decisión de impedir la circulación de personas en horarios nocturnos. Luego de señalar que desde noviembre, cuando volvió a la actividad en salas, "hemos demostrado que nuestra actividad no contribuye al aumento de casos y que el teatro y la música en vivo se están desarrollando de manera ejemplar", solicitan que se les permita seguir desarrollando tu tarea "sin restricciones de horarios". En la misma comunicación piden a las autoridades que, con la presentación de la entrada para el público como mediante una carta para artistas y trabajadores de las salas emitida por los teatros, se les permita circular en los horarios comprendidos por el toque de veda sanitario. "El teatro y la música son seguros, de noche y de día", termina la comunicación.
Todo indica que la medida se implementará el mismo fin de semana en la que, tanto en la costa Atlántica como en la ciudad de Buenos Aires, varias salas están abriendo por primera vez sus puertas desde marzo. Sucede con el Metropolitan Sura, con su ciclo de teatro de verano, como en Timbre 4, con la reposición de La vida extraordinaria, con las estupendas Valeria Lois y Lorena Vega, para tomar dos ejemplos tanto de la escena alternativa como comercial. O, para la semana próximo, que está prevista la esperada reapertura de la nueva sede del Moscú Teatro, en Vila Crespo y el estreno de dos montajes musicales de Ricky Pashkus, en el Astral, de la avenida Corrientes.
Justamente Pashkus, antes de tomar forma estas medidas de las que se vienen hablando desde hace uno días, había dicho a LA NACION reportaje reciente que "hacer un espectáculo en estas condiciones es medio kamikaze". Hay que aclarar siempre que el retorno del público a las salas, que se inició en noviembre, no está motivado por cuestiones económicas, porque tanto productores de la escena comercial como alternativa saben que con un aforo limitado al 30 por ciento los números no cierran. Y el sector es consciente que todo esto sucede mientras se siguen cerrando salas alternativas. De hecho, en el mismo barrio de Villa Crespo en donde está Moscú Teatro esta semana El Arenal Teatro bajó la persiana.
"No todo es lo mismo"
Hay otro dato: la actividad teatral en salas se rige por estrictos protocolos que están muy por fuera de la lógica de las imágenes de multitudes reunidas en espacios públicos abiertos o reuniones cerradas en las que no se respetan las medidas sanitarias. En función de esa realidad, las entidades que representan al sector están a la espera de articular medidas para que el impacto de la veda no afecte tanto a un sector tan golpeado. En esa línea de cautela, Carlos Rottemberg opta por la cautela a la espera de la letra chica de la medida, pero en su cuenta de Twitter se preguntó: "¿Restricción por horario o por actividad? No todo es lo mismo". Y repasa las medidas que rigen al teatro con público en la sala: "Aforo al 30 por ciento, filtros de aire F7, distanciamiento físico real, barbijo permanente, ventilación exterior, declaraciones juradas, trazabilidad de butacas, programas digitales o folios, toma de temperatura y sanitización por funciones".
Maxi Seuge es uno de los productores ejecutivos de Timbre 4. Asociados al Metropolitan, tlos responsables de Timbre 4 tienen previsto estrenar mañana Imprenteros, a las 22.30, y el domingo y el lunes, La vida extraordinaria, a las 20:30. Todo eso está, en estos momentos, pendiente de las medidas gubernamentales.
"En Timbre 4 estamos arrancando con mucho esfuerzo porque tuvimos que hacer una obra gigantesca para adecuar la sala al protocolo, pero el toque de queda nos modifica todo. Yo comparto la necesidad de contener el pico de contagio, pero lo único que pedimos es una atención especial por todo el trabajo que todas las salas estamos haciendo. El teatro es un lugar seguro, está demostrado. Debería haber algún tipo de excepción para el sector, como lograr un salvoconducto para que tanto el público como los artistas y la gente de sala puedan volver a sus casas cuando termina la función. Solamente pedimos una mirada más atenta que contemple la especificidad de la actividad para no matar a la misma actividad", explica uno de los gestores de una de las salas activas dentro del mapa de la escena alternativa porteña.
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