Duilio Marzio: un actor versátil e indispensable para la escena nacional
Elegante, vital, lúcido, simpático y de buen humor. Así vivió Duilio Marzio y así se mantuvo hasta los últimos años de su vida, hasta su muerte, ocurrida ayer. Duilio Bruno Perruccio nació el 27 de noviembre de 1923, en Buenos Aires. No ocultaba su edad, por el contrario, se sentía satisfecho porque sabía que llevaba sus 89 años con el orgullo y la dignidad que le da el ser poseedor de una carrera ininterrumpida durante más de cincuenta años en teatro, cine y televisión.
Fue un actor muy convocado por cineastas de la talla de Fernando Ayala, Leopoldo Torre Nilsson, Luis Puenzo, Raúl de la Torre, Lautaro Murúa, Daniel Tinayre, Lucas Demare, Julio Saraceni, directores que tenían sus motivos para contarlo entre los elencos. Duilio Marzio era, como pocos, capaz de interpretar papeles de una variada gama. Podía ser el protagonista romántico de Ayer fue primavera, el político corrupto de El candidato, el antihéroe de Un guapo del 900 o el oportunista de Marta Ferrari , todos resueltos con la misma eficiencia. Hubo épocas en que llegó a filmar tres o cuatro producciones por año. Después de las década del 50 y 60, su actividad estuvo dedicada tanto al sector sindical como al estudio y la actuación.
De la facultad al escenario
Curiosamente, sus inicios estuvieron ligados a la música, actividad en la que comenzó en la década del 40, integrando la Jazz San Francisco con el nombre de Alan Warren. Mientras estudiaba derecho, el director Antonio Cunill Cabanellas dictó un curso en la facultad y fue suficiente para atraer a Marzio y también a Pepe Soriano, quienes integraron un elenco experimental universitario. Ésa fue la experiencia reveladora que lo hizo abandonar sus estudios para dedicarse a la actuación.
Comenzó en el cine con un pequeño papel en Fin de mes , de Enrique Cahen Salaberry; después Leopoldo Torre Nilsson lo convocó para Días de odio y La Tigra. En 1955 filmó un episodio de El amor nunca muere , de Luis César Amadori. Luego, El jefe , por el que recibió un premio como mejor actor de reparto, al dar vida a un personaje que se enfrentaba al líder, y El candidato , ambos de Fernando Ayala. En 1958, trabajó en En la ardiente oscuridad , de Daniel Tinayre, una producción que exponía el mundo de los no videntes, y en 1959, en La caída , de Leopoldo Torre Nilsson sobre la novela de Beatriz Guido. También participó de Paula cautiva (1963), de Fernando Ayala, y en Italia filmó La espada de Ivanhoe , que no llegó a estrenarse.
Además actuó en Sinfonía de juventud (1955), Surcos en el mar (1956), Edad difícil (1956), Sábado a la noche, cine (1960), Plaza Huincul (Pozo uno) (1960), Huis Clos (A puerta cerrada) (1962), Primero yo (1964), Extraña ternura (1964), La Raulito (1975), Pobre mariposa (1986).
Entre 1964 y 1968, se dedicó a la actividad gremial al dirigir la Asociación Argentina de Actores.
A principios de la década del setenta viajó a los Estados Unidos, donde estudió con Lee Strasberg y realizó giras por las universidades con espectáculos unipersonales.
En teatro participó en 1956 en La gata sobre el tejado de zinc caliente , de Tennessee Williams, de la cual recuerda una anécdota: "Para mí fue el papel consagratorio. La hice con Francisco Petrone, que volvía del exilio. Inda Ledesma estaba seleccionada para el papel de Maggie. Cuando Petrone me vio, me dijo que tenía el físico para el papel. A los cinco días me llamó y me dijo muy campechano: «Duilio, usted sabe que yo estuve mucho tiempo afuera, no conozco a mucha gente, pero me dicen que usted es una figurita de cine, que es mal actor, así que si quiere hacer una prueba?». Yo acepté, hice la prueba y me gané el papel. Ésa fue mi introducción a la cosa seria del teatro y del cine".
Otra de las obras que marcaron su actuación fue Equus , dirigida por Cecilio Madanes, que se estrenó en 1976, en el Ateneo. "Fue la primera producción de Carlitos Rottenberg -recordaba con entusiasmo-. Tuvimos que dar examen ante cinco generales y cinco brigadieres para ver si podíamos hacer la obra. En el elenco estaba Miguel Ángel Solá y fue un descubrimiento para el público." También actuó en Gigí , con Susana Freyre; La real cacería del sol , dirigido por Lautaro Murúa; Beckett , con Lautaro Murúa y Norma Aleandro; La escalera, Mi adorado embustero, Trampa para un hombre solo, Trampa mortal, Plaza Suite, El proceso de Mary Duggan, Un domingo en Nueva York, Indiscreta, Al fin y al cabo es mi vida, Aplausos, La visita de la anciana dama, Luz de gas.
Después de un largo paréntesis regresó con la obra Borges y Perón , de Enrique Estrázulas, trabajo que lo hizo acreedor a los premios María Guerrero, Trinidad Guevara, Florencio Sánchez y ACE al mejor actor dramático de 1998.
En 2006 actuó en el film Las manos , de Alejandro Doria, y protagonizó la obra Ohio Impromptu , dirigida por Patricio Orozco para el Primer Festival Beckett Buenos Aires, que le valió la nominación a los premios ACE en la terna de mejor actor de teatro off. Entre sus últimos trabajos figuran, en teatro, El último encuentro , con Hilda Bernard y Fernando Heredia, por el que recibió el premio ACE al mejor actor de 2009, y en la película Silencios , de Mercedes García Guevara.
Un pensamiento lo incentivaba: "Yo disfruto más ahora que antes. Cuando llega un libro que me atrae lo disfruto más. Soy más consciente del disfrute. Trabajar en lo que a uno le gusta es casi felicidad. Mientras no me falle la memoria, ésa es la condición sine qua non".
Sus restos serán velados hasta hoy, a las 13, en el Teatro Cervantes, Libertad y Córdoba.
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