En 1998 la magia de Disney desembarcó por primera vez en un teatro local cuando el empresario Daniel Grinbank produjo en el Teatro Ópera La Bella y La Bestia, el primer título de la franquicia en pasar del celuloide al escenario en Broadway. Con la debutante Marisol Otero y el consagrado Juan Rodó (tras su protagónico en el Drácula de Pepe Cibrián Campoy y Ángel Mahler) en los roles principales. Doce años después, en 2010, ese mismo título y en la misma sala fue repuesto con otro elenco liderado por Magalí Sánchez y Martín Ruiz. Desde entonces se ha hablado y mucho del regreso de Disney a la avenida Corrientes con alguno de los títulos que supieron de versiones teatrales y que fueron éxito en todo el mundo, como La sirenita, Mary Poppins, El rey león, Tarzán y El jorobado de Notre Dame. Sin embargo, las distintas crisis económicas impidieron que esto se convirtiera en realidad, habida cuenta del alto costo que siempre implica poner en marcha producciones de semejante envergadura, sobre todo con un dólar fluctuante.