Después de ochenta años, Mozart y Salieri siguen rivalizando
Para la presente temporada se anuncia el regreso a las carteleras porteñas de Amadeus , la exitosa obra de Peter Shaffer (1926), sobre la rivalidad entre Mozart y Salieri, que Cecilio Madanes dirigió, un cuarto de siglo atrás, en el Liceo, con Oscar Martínez y Carlos Muñoz en esos papeles, y Leonor Manso como Constanza, la mujer de Mozart. Ahora Martínez dirigirá y será Salieri. En estos momentos se asiste en Londres a una nueva versión de la pieza, lo que da motivo a una extensa nota de Anna Tims en el Guardian de Manchester en su edición del pasado lunes 14 de enero.
El primer entrevistado es Shaffer, quien se abstiene cuidadosamente de mencionar la obvia fuente de su obra, el diálogo -titulado, justamente, Mozart y Salieri- escrito un siglo antes por Pushkin. Se limita a decir que leyó mucho sobre Mozart y que le llamó la atención el contraste entre la música sublime y la vulgaridad de las cartas del compositor. Acusado en su momento ( Amadeus se estrenó en 1979) de presentar un Mozart infradotado, a un paso de la imbecilidad, dice: "Expreso su costado infantil, las cartas parecen escritas por un chico de ocho años".
El director original iba a ser John Dexter, pero entre el autor y él estalló un conflicto de intereses que acabó con una amistad de muchos años. "John dirigió algunas de mis primeras obras - Ejercicio para cinco dedos, Comedia negra -, pero es una persona difícil. Pretendía cobrar un porcentaje de mis derechos cada vez que se representase Amadeus , aunque él no la dirigiese. Le mandé una carta, me la devolvió sin abrir, fui a verlo personalmente y tuvimos una pelea tremenda. No he vuelto a saber de él. En ese momento, Peter Hall, que como régisseur se especializó en Mozart, me pidió que le permitiera dirigirla y acepté, encantado".
Del reparto original convocado por Dexter, tan sólo quedó Simon Callow (1949) en el papel de Mozart: en ese momento era un desconocido. El papel de Salieri recayó en un monumento del teatro inglés, Paul Scofield (1922-2004), y Constanza fue Felicity Kendal. "Durante los ensayos -acota Shaffer-, seguí modificando el libreto, añadiendo o suprimiendo." "Sí -recuerda Felicity-, todos los días modificaba algo, hasta que Scofield, con su voz de trueno, una tarde dijo «¡Basta!» y ahí se acabaron las rectificaciones."
Según Shaffer, Kendal ha sido la mejor Constanza de todas las versiones. La actriz, famosa no sólo por su talento sino también por sus caprichos, dice: "Participar en Amadeus me enseñó a pensar en la obra antes que en el personaje. Yo era muy arrogante entonces y rechazaba papeles si no me parecían lo bastante extensos o importantes. Constanza es un personaje pequeño; si no fuera por el brillo del libreto, que me sedujo, no lo habría aceptado. Pero la leí y supe que yo tenía que estar en esta obra. Paul Scofield era un coloso, y el director, Peter Hall, uno de mis ídolos. Cada día me despertaba ansiosa por ir cuanto antes al ensayo. Es raro que uno sepa que algo va a ser un clásico mientras todavía lo está ensayando. Pero así fue con Amadeus . Se habla del dulce perfume del éxito. Nosotros ya lo percibíamos desde mucho antes de estrenar".