En la década del ochenta formaron parte del programa donde brillaban los niños cantores; cuatro décadas después celebran la amistad y una carrera que las cruzó en varias oportunidades con un recital en El Picadero donde repasarán sus repertorios y estrenarán un nuevo tema
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Quien coleccione los programas de mano –objeto imprescindible para el espectador que muchos productores decidieron recortar de sus presupuestos– encontrará sus nombres en numerosos musicales. Si hasta se podría organizar un juego cuya consigna sea “obras en las que participaron Deborah Turza e Ivanna Rossi, comenzando ya…” y la lista sería interminable.
Es que ambas iniciaron sus carreras siendo niñas en Festilindo, aquel recordado programa de pequeños cantores, muchos de ellos, luego convertidos en profesionales del arte. Así sucedió con ellas, quienes no pararon de trabajar jamás, ya sea formando parte de elencos o con sus actuaciones como cantantes solistas. Mérito no menor para estas mujeres que decidieron festejar esas cuatro décadas de poesía y música sobre un escenario. No podía ser en otro lugar. “Somos jóvenes, pero empezamos muy chicas”, se atajan entre risas. No mienten.
Esta noche, desde las 21, Turza y Rossi ofrecerán Cuarenta (años de carrera), un concierto que las paseará por los más diversos sonidos. La cita es en la coqueta terraza del teatro Picadero, allí en sobre la calle Enrique Santos Discépolo, el pasaje ondulado del centro porteño, y dada la buena acogida de público –para la función de hoy ya no hay tickets disponibles– la fiesta también se repetirá el domingo 5 de marzo.
El show
“El concierto es una bomba, hay arreglos que son una belleza. Fue difícil elegir las canciones, ya que son cuarenta años de trabajo, pero creo que logramos algo muy hermoso con Ivanna y con el maestro Diego Rubinsztein, que también canta”, describe Turza.
Lo que proponen estas mujeres intensas del musical argentino, excede la categoría de espectáculo para adentrarse en una ceremonia del encuentro de las almas, en un ritual de la amorosidad donde también le dedicarán algunos tramos a la interpretación solista. “Habrá canciones que nos acompañaron en diversos momentos de nuestras vidas, dúos que nos tocó hacer en algún momento de las carreras y, sobre todo, temas que tenemos ganas de versionar”, enumera Rossi, quien adelanta que también interpretarán “una canción nueva que lleva letra de Deborah”.
Camino al andar
“Con Ivanna nos conocimos a mediados de 1983 en el programa Festilindo, donde pasamos a formar parte del coro estable. Estuvimos allí durante diez años, y luego cada una tomó un camino diferente, aunque con algunos puntos en común”, explica Deborah Turza.
Ivanna Rossi, a los cuatro años, empujada por su mamá y su tía, audicionó para ingresar en el famoso formato televisivo. Ya se vislumbraba su talento, con lo cual fue una de las integrantes con mayor permanencia en este show frente a cámaras.
Rossi recuerda que “con Deborah nos separamos un poco cuando yo tenía 13 y ella 18, no son muchos años, pero a esa edad son dos vidas diferentes”.
En el 2007, el destino las volvió a reencontrar en el escenario de la obra Sweet Charity, un ícono del género musical. Ambas interpretaron a las amigas del personaje central, rol que les permitió volver a compartir un proyecto artístico, luego de aquel debut infantil. Curiosamente, el papel de Charity Hope Valentine era interpretado por Florencia Peña, que también había sido parte de Festilindo.
En aquella temporada, Rossi se sumó cuando regresó de Italia, donde protagonizó Mina che cosa sei? “Fue la primera vez que volvíamos a compartir un escenario y, increíblemente, haciendo de amigas en la ficción”, aún se sorprende la cantante.
En los últimos tiempos, Deborah Turza e Ivanna Rossi formaron parte de Somos Festi, el show que fue la excusa para que los ex niños cantores de Festilindo se volvieran a reunir artísticamente. Estos conciertos han logrado reunir a una multitud que los apoyó aún cuando ha debido padecer algún cercenamiento de parte de los herederos del creador del programa.
Pensar en la carrera de ambas e intentar enumerar sus trabajos, podría ser una tarea titánica. Turza fue parte de El Violinista en el Tejado, Jazz, Swing, Tap, Aplausos, Los Productores, Al bárbaro le doy paz, entre tantos otros. Rossi por su parte, le dio su talento a La Celia, Forever Young, Dominó y Sorpresas, por sólo citar algunos títulos. Ambas, además, fueron parte de Primeras damas del musical, la creación del director Pablo Gorlero que homenajea a las figuras del género.
Cuarenta (años de carrera) parece repetir ese mismo éxito. “Es un espectáculo para celebrar cómo nos acompañó la música en la vida”, finaliza Rossi; mientras que Turza reconoce que “hay un amor y un afecto muy grande y, a pesar que la vida te lleva por diversos caminos, siempre estuvo el cariño y la admiración entre nosotras”.
Será un show en el que no faltará la emoción. Es que, si bien ambas cantantes son muy jóvenes, aquel debut precoz hoy las lleva a tener un currículum demasiado abultado. Indudablemente, han hecho camino al andar.
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