Cuestionamientos a la obra del Teatro Colón
El lunes se presentará un nuevo recurso de amparo
"El tema central es que la gente que ha estado a cargo de la obra del Teatro Colón no sabe del tema, y esa misma gente es la que continúa en esta gestión. Sumado a eso, hay una empresa encargada del gerenciamiento de la obra que tampoco sabe de intervención en edificios históricos. Pasaron distintas administraciones, jefes de gobierno, directores del Colón y legisladores, pero todo sigue igual. Mientras tanto, la Comisión Nacional de Monumentos Históricos es cómplice de esta situación por no haber encausado el tema", sostuvo ayer el arquitecto Fabio Grementieri, en una conferencia de prensa en la que los trabajadores del Teatro anunciaron la presentación de un nuevo recurso de amparo.
Grementieri, quien en noviembre recibió el prestigioso premio Henry Hope Reed por su trabajo de preservación, estuvo acompañado por la profesora Cristina Lancellotti, especialista en restauración de monumentos históricos.
La medida cautelar se presentará el lunes
ante los tribunales de la ciudad y, según señaló Máximo Parpagnoli, delegado de la sala, apuntará, por un lado, a lo que se refiere al edificio mismo y al patrimonio del Teatro, y por el otro, al perfil que tendrá la sala. "O sea, la falta de cuidado que se ha dado al vestuario, la zapatería, los muebles, los libros incunables y las piezas donadas, y al edificio en sí mismo, que viene siendo maltratado desde el comienzo del Master Plan –ejemplificó el delegado en un apartado con La Nacion–. Por otro lado, hablaremos del daño funcional que se le está haciendo al Teatro desde el punto de vista de producción. Por ejemplo, según el análisis de los planos oficiales, se perderá el 60 por ciento de los espacios destinados a la producción."
Parpagnoli subrayó que la medida no tiene como objetivo frenar las obras. "Simplemente, queremos que la Justicia intervenga para que lo que se pueda reparar se repare."
La profesora
Lancelotti, por su parte, se preguntó la razón por la cual el Estado sostiene una universidad que cuenta con especialización en preservación, el IUNA, pero que no está trabajando en el Colón.
Un análisis comparativo realizado por la sección (disuelta) de Arquitectura Teatral del Colón, entre el "viejo" teatro y los planes actuales, llega a diversas conclusiones. Por ejemplo, que el área de escenografía tenía dos talleres de alrededor de 2250 m² y que ahora quedarán 900 m². El informe señala que la actual dirección del Master Plan ha reducido también el metraje destinado a camarines de las bailarinas del Ballet (antes, 260 m²; ahora, 108 m²) y su reubicación a dos niveles de distancia del escenario. En relación con los camarines de los músicos de la Orquesta Estable, sostiene que de tener 0,82 m² por persona pasarán a 0,42. "Esta metodología se aplica a todos los vestuarios y/o camarines del proyecto actual. No existe espacio de cambiado, ni siquiera parados", sostiene el informe.
En lo que se refiere a la seguridad, los responsables de Arquitectura Teatral apuntan que en el primer subsuelo aparecen cuatro termotanques "que están pegados a sastrería, y una de las salas de dimmer [iluminación] está al lado del escenario. No hay peor lugar para ponerla", apuntó la arquitecta Adriana Giugnio, quien desde hace años trabaja en el Colón.
Durante la exposición, Parpagnoli afirmó que este modelo de teatro en el cual se duplican las áreas públicas con confiterías y puestos de ventas tiene como "autor intelectual" a Martín Boschet, ex director ejecutivo de la sala que tuvo que dejar su cargo a mediados del año pasado. Además, cuestionaron que la reapertura de la sala esté pendiente de la política y no de los tiempos que requieren los complejos mecanismos de preservación de un edificio histórico.
Contexto
Todo este movimiento sucede a pocas semanas del informe redactado por la Auditoría de la Ciudad de Buenos Aires que surgió a partir de una iniciativa de la diputada Inés Urdapilleta, presidenta de la Comisión de Cultura porteña. En él se analiza el estado de las obras de 2005 a 2007, y las falencias detectadas en la planificación evidencian que se han extendido los plazos de ejecución de los trabajos en 660 días.
También se detectó que hubo tres trabajos por los que se pagó en promedio un 88,4 por ciento más de lo establecido en el presupuesto oficial, entre ellos la restauración de las azoteas planas, que demoró 1507 días contra los 270 previstos. Esa tarea tuvo una partida inicial de 805.580 pesos, pero le terminó costando al Estado porteño 2.358.129 pesos. O sea, un 192,7 por ciento más y 41 meses después de lo proyectado. Vale aclarar que el trienio analizado fue durante las anteriores gestiones de gobierno. También cabe consignar que de aquella versión del Master Plan a la actual varias de las cabezas visibles continuaron en sus cargos. Desde la Comisión de Cultura, este año volvieron a presentar el pedido para que la Auditoría incluya el año pasado y el actual. Todavía no hay novedades al respecto.
Mientras se producen estos movimientos, el Ministerio de Desarrollo Urbano abrió al público el Centro de Interpretación Vivencial de las obras, ubicado en Viamonte y Libertad. Con muy poca convocatoria de público, según reconoció uno de los encargados del centro cuando La Nacion visitó el lugar, la semana pasada, en una de las salas los actuales responsables de las obras responden los puntos más conflictivos de éstas. Una de las preguntas que se leen en una pantalla interactiva hace referencia a la acústica de la sala. Según sostiene una de las responsables de esta nueva versión del Master Plan, habrá "mejor nivel acústico en el escenario". Toda una novedad para una sala con un nivel acústico de excelencia reconocido internacionalmente.
Desde el Ministerio de Desarrollo Urbano, Sergio Levit, su encargado de prensa sostuvo: "Vamos a esperar a que se presente el amparo, lo analizaremos y veremos qué respondemos".
Los planos
- Información del Ministerio de Desarrollo Urbano . En www.teatrocolon.org.ar/planos.php se tiene acceso a los planos oficiales y al centro de interpretación abierto al público.