Coronavirus: Kartun, Muscari, Tenconi Blanco y la problemática del teatro en cuarentena
Con la nueva extensión de la cuarentena hasta el 26 de abril, la actividad teatral permanece suspendida. Una parálisis casi total que desde el 20 de marzo último afecta tanto a actrices y actores, como autores, directores, técnicos, empleados, productores y empresarios: la "gran familia del teatro". Y mientras se empieza a soñar con una salida "quirúrgica" del aislamiento obligatorio, todo indica que al mundillo de las tablas le llevará un tiempo prolongado volver al ruedo, al final de una extensa fila de otras tantas actividades al aire libre o que se desarrollan en espacios donde no se concentren muchas personas.
En plena cuarentena, LA NACION convocó a los autores y directores Mauricio Kartun, José María Muscari y Mariano Tenconi Blanco para analizar el presente de la actividad, los subsidios estatales, el teatro en plataformas de streaming o redes, los desafíos que deberán enfrentar de cara a los próximos meses y cómo vislumbran el regreso a las salas.
Vale recordar que al 20 de marzo, cuando se publicó el decreto presidencial, todos se encontraban en plena actividad. Kartun preparaba el reestreno de La vis cómica, como autor y director, que estrenaría en abril en la sala Caras y Caretas 2037, donde también estaba haciendo temporada Terrenal. Muscari seguía con Sex en escena, con funciones de jueves a domingo y localidades agotadas, mientras avanzaba en su próximo espectáculo, Perdidamente, inspirado en los conceptos del neurólogo Facundo Manes. Y Tenconi Blanco comenzaba con las primeras funciones a sala llena de La vida extraordinaria, que después de presentarse dos años en el Cervantes desembarcó en Timbre 4, mientras trabajaba en un proyecto para estrenar dos obras en el Teatro de la Ribera en octubre: Las Cautivas y Las ciencias naturales.
Hace unos días, Carlos Rottemberg, aseguro que como consecuencia del coronavirus, la temporada teatral del 2020 está perdida. En este contexto de emergencia sanitaria, con aislamiento social y funciones suspendidas: ¿Qué mirada tienen sobre el presente de la actividad?
Kartun: -Coincido con Carlos. Nos tocan épocas de repliegue, más allá de algunos sucedáneos truchos que intentamos, reciclando material de repertorio en redes y esas cosas. Parece ser la más grave de las crisis que ha enfrentado nuestra profesión. El teatro ha pasado guerras incluso, pero todo vino paulatinamente, dio tiempo a acomodarse. Frente a las pestes, que solían ser localizadas, o a las catástrofes naturales, aparecía el paliativo de alguna gira. El teatro como el agua busca siempre por donde correr, pero esto ha sido un dique súbito.
Muscari: -Mirá, a mi me cuesta tener un veredicto porque me parece que esta situación que estamos viviendo es muy dinámica. Lo único que hay son especulaciones, que a veces se cumplen y a veces no. Antes no había que usar barbijo y ahora hay que usarlo. Dentro de ese dinamismo me cuesta mucho confiar en el veredicto de otro o el mío. Me parece que cualquier veredicto que aparezca en relación a nuestra actividad tiene que ver más con las angustias que con una certeza. Mi orientador tiene que ver más con la acción de seguir haciendo que con detenerme a pensar que el año no tiene salida.
Tenconi Blanco: -Obviamente, me parece que lo primero es escuchar lo que dicen los profesionales de la salud es ponerse a disposición en eso. Y sucede que no podemos proyectar demasiado hacia adelante, es extraño. Respecto de esa frase de Rottemberg, me cuesta afirmarla o negarla, porque en virtud de lo que uno lee, me resulta muy difícil saber lo que va a pasar a ciencia cierta. Soy un poco más cauto, esperaría a ver cómo va evolucionando la salida en Europa.
-¿Qué impresiones reciben de aquellos que habitualmente trabajan junto a ustedes, desde actrices y actores, técnicos hasta otros directores y autores?
Kartun: -Desconcierto. Y angustia económica. Es cierto que en el teatro independiente tenemos el cuero curtido en esto de no ganar, pero podés hacerlo cuando la guita te la gestionás de alguna otra manera. Y ahora no hay manera por ningún lado.
Muscari: -Bueno, por un lado tengo el feedback directo de la compañía de Sex, son 25 actores más 15 personas abajo del escenario, que están ahí con toda la garra de que el espectáculo vuelva. De hecho todos están muy pro activos porque hace dos semanas encontramos una especie de canal abierto en el Instagram de la obra (@vivituexperienciaok), que tiene actividades continuas todas las noches, generadas por el mismo elenco y la producción. Es la única obra de teatro con actividad diaria. Por ejemplo, el lunes pasado a la noche le hice una entrevista a Miss Bolivia, y a las 23, la Chica del fuego, que es una drag performer de la obra, se duchó en vivo con Facu Quiroz, uno de nuestros bailarines muy sexuales. Estamos muy pendientes de mantener esa llama encendida. En el otro costado, tengo a Claudia Lapacó, que sólo por su edad pertenece al grupo de mayor riesgo, que se encuentra en su casa estudiando el texto de la nueva obra. Por otro lado, tengo algunos amigos en la actividad que atraviesan una desazón, una angustia, una negatividad y una falta de optimismo a los que trato de inyectarles mi natural optimismo, y también me preservo de no ser el receptáculo de esas angustias o esa frustración que genera este momento, porque siento que es una vibra que no tiene que ver conmigo y que no quiero que me tome.
Tenconi Blanco: -Bueno, por una lado bastante preocupación desde lo económico porque nuestro trabajo depende muchísimo de la actividad presencial. En el caso de los actores y actrices, de las funciones de teatro, pero también de ir a grabar o de ir a rodar. O las clases de actuación, que seguramente son lo más difícil de virtualizar. Por otro lado bastante tristeza. Al margen de que el teatro sea nuestra forma de sustento, es todo un modo de vida, y de pronto, sobre todo para los actores, el coronavirus viene a inscribir una nueva narración en el cuerpo. Es bastante doloroso tener que modificarse a ese nuevo relato que no nos gusta, porque nos deja afuera. Tristeza por no poder actuar y no poder tener el contacto con la gente.
-¿Qué opinan del Plan Podestá que lanzó el Instituto Nacional del Teatro (INT), que supone para el sector independiente un aporte de 100 millones de pesos, en beneficio de salas y elencos?
Kartun: -Sí, muy buen aporte. En mi caso, ninguna de mis puestas lo podrá recibir. No estamos en el catálogo del INT y nuestro subsidio original es previo al 2018. Otra buena noticia que tuvo ayer el teatro es que el Ministerio de Cultura dispuso la creación del fondo Desarrollar, 30 millones de pesos para asistir a espacios culturales. Y hay gestiones avanzadas de las salas grandes de conseguir créditos a tasa cero que les permita seguir pagando los sueldos al menos. Otra buena es que el Cervantes sube a su sitio web videos de producciones de su repertorio y le paga a los artistas por esas reproducciones. Todo un gesto que se agradece.
Muscari: -Sabía de su existencia, recién leí en nuestro grupo de producción pero todavía no había novedades. También me enteré de otro plan opcional para las salas, así que lo compartí en mis redes. Más allá del optimismo personal, también me preocupa el mientras tanto, y me parece que está buenísimo que aparezca de algún lugar gubernamental algún tipo de ayuda, saber que no estamos tan solos en nuestra actividad mientras el público no nos puede acompañar. Hay una frase dando vueltas que me representa, que dice que si creías que los trabajadores de la cultura no eran importantes, qué sería de este momento si no tuvieras libros para leer, poesías para emocionarte, películas para ver, plataformas de entretenimiento. Hay algo de la importancia de los artistas que también aparece en este momento
Tenconi Blanco: -Sí, tenemos una obra que se llama Todo tendría sentido si no existiera la muerte, que forma parte del catálogo que ellos eligen con un jurado y como estamos dentro de ese catálogo, somos beneficiarios del plan. El 26 de marzo nos avisaron que nos correspondía y el 3 de abril nos dieron el beneficio.
-Como respuesta al aislamiento, tanto artistas como salas oficiales e independientes liberaron registros grabados de algunas obras por streaming o redes, siempre de manera virtual. ¿Ustedes subieron alguna de sus obras?
Kartun: -Subimos Salomé de chacra, que estaba ya en YouTube como video privado, así que sólo tuvimos que difundir el link.
Muscari: -Tuve la maravillosa experiencia de que el Complejo Teatral de Buenos Aires eligiera Madre Coraje como la primera obra para abrir este ciclo que está haciendo vía streaming. Con Enrique Avogadro y Jorge Telerman quedamos increíblemente shockeados al tercer día de que el espectáculo estaba subido, cuando vimos que llegaba casi a 900 mil reproducciones.
Tenconi Blanco: -Sí, participamos con Walsh, todas las revoluciones juntas; como no pudimos hacer la función que estaba prevista para el 24 de marzo, la pusimos online ese mismo día y quedó durante 24 horas, con más de dos mil espectadores. Después el último domingo dimos Lima Japón Bonsai, una obra que se estrenó en 2011, también por 24 horas, ambas en la página de Timbre 4, que además nos brinda la posibilidad de pasar una gorra virtual para que aquellos que quieran hacer su aporte, puedan hacerlo con un pago electrónico que luego se reparte en partes iguales entre la sala y la compañía.
-¿Y qué opinión les merece el registro del teatro grabado, sin la "presencia aurática" de los cuerpos en escena?
Kartun: -Bueno, a falta de beso a veces se agradece una porno, pero digamos la verdad: boca es boca y pantalla es pantalla. No te quedás haciendo cucharita con la Cicciolina. Lo más hermoso del teatro cuando es bueno, suele venir después. Virtual viene de virtus, la voluntad de hacer algo, por encima de que se lo haga. Al teatro grabado hay que ponerle demasiada voluntad. Un mapa te sirve para imaginar el territorio, pero nadie pasa sus vacaciones entre los límites de una división política, necesitás la playa. Los lenguajes audiovisuales cuentan por corte y eso crea un lenguaje que tu cabeza descifra y disfruta. Pero el punto de vista único del teatro y sus convenciones tan rudimentarias resultan brutalmente ingenuas fuera del pacto que se hace en una sala.
Muscari: -Me parece que no hay una cosa que es de una manera. Si la idea es comparar lo que me pasa viendo una obra de teatro en una plataforma frente a lo que me pasa cuando voy a vivir el hecho en un teatro, no tiene comparación en cuanto a las emociones que me genera. El teatro fue creado para ser vivencial. Ahora, en Teatrix, por ejemplo, las obras están filmadas con una calidad muy superior a lo que uno imagina cuando piensa en una obra de teatro grabada. Ahí tengo subida una versión de La casa de Bernarda Alba, y no paro de recibir buenos comentarios de gente que no tuvo la opción de verlo en escena y ahora puede verlo ahí. Por lo cual soy súper pro de que todo lo que aporta para el bien, está buenísimo y tiene que seguir sucediendo.
Tenconi Blanco: -Me parece que es un registro en video, en algunos casos con una solución un poco más feliz, porque se usan varias cámaras, o se ha grabado mejor el sonido, otros casos son menos amigables, con la cámara fija, pero incluso en el caso de los videos mejor producidos coincido en que es un registro y que sirve para paliar el momento, para que el teatro siga estando de una u otra forma, o para ver algunos espectáculos que pasaron hace muchos años y uno ya no puede volver a ver. Tiene ese tipo de funcionalidades, pero de ninguna manera es el teatro ni lo remplaza.
-De extenderse la emergencia sanitaria por varios meses: ¿Qué consecuencias tendrá sobre las futuras producciones? ¿Existe la posibilidad de un camino intermedio entre el teatro y el mundo virtual?
Kartun: -Todo está a probarse. Hay que probar y ver. Los alquimistas no descubrieron la piedra filosofal pero mezclando cosas te inventaron por ejemplo los fósforos. Lo bueno es que el teatro tiene una rara inteligencia genética; ha sido en su supervivencia siempre tan astuto y sinuoso como el virus mismo. Basta mirar sus veinticuatro siglos. No creo que lo que encuentre en estas circunstancias se vuelva una forma trascendente, pero estoy seguro que de estos experimentos termina sacando chispa nueva para volver a hacer lo viejo.
Muscari: -Quiero pensar que todo esto que nos está pasando no es solamente una infección, un virus; que nos tenemos que quedar en casa hasta que pase y después todo continúa como si nada. Quiero pensarlo más como una opción al mundo para replantearse un montón de cosas, y en ese replanteo, por supuesto que el teatro forma parte, de la misma manera en que cuando salgamos de todo esto nuestro vínculo social se modifique, indefectiblemente el teatro también. Estoy seguro de que hay un montón de artistas como yo que están creando cosas en este momento, y el resultado de eso que vamos a crear no es lo mismo que no estando en cuarentena. En mi caso, la operación del mundo virtual en la creación ya está ocurriendo con Sex, que mientras tanto no se detuvo, es el único espectáculo que continúa su marcha pro activa y creativa a diario.
Tenconi Blanco: -Por un lado creo que a lo largo de la historia han sucedido muchas pestes y crisis, y el teatro ha demostrado ser más fuerte, ha pasado la época de Shakespeare, las Guerras mundiales, va a seguir estando siempre. Después podemos pensar qué cosas podemos tomar de este momento para repensar la actividad, producir trabajos accesorios que tengan que ver con el teatro, en lo audiovisual y las redes. Al menos ampliar el espectro del trabajo. Por ejemplo, la danza ha hecho una gran simbiosis con el video, que está bueno, funciona y existe.
-Mientras tanto: ¿Cómo se gana la vida la gran mayoría de los trabajadores de la actividad teatral?
Kartun: -Es dramático. No hay mucha salida. Los teatros pueden apelar a la generosidad de su público y conseguir que solventen alguno de nuestros experimentos, pero la clase media que nos sostiene también está en crisis y para ser generoso, tenés que tener con qué. Confío en que una próxima cuarentena discriminada permita al menos las grabaciones. Las plataformas virtuales se han vuelto con el encierro obligado un negocio más extraordinario todavía y creo que se abrirá una corriente de demanda de series y películas de ese formato. Habrá que reformatearse.
Muscari: -Es una pregunta muy compleja que me gusta circunscribirla no sólo a los actores, sino a los ciudadanos en general, porque el teatro no es independiente a lo que pasa mundialmente. Los actores somos trabajadores independientes, y creo que estamos enraizados en esa realidad. Lo que me pasa a mí le pasa a mi tío que vende zapatos. Hecha esa aclaración, el "mientras tanto" lo veo muy jodido, la única opción que encuentro es tener un poco de ahorro, tomar con alegría la posibilidad de que las tarjetas las podes financiar y empezás a pagar más adelante, y si no tenés el dinero ver si te lo puede prestar alguien para subsistir. Personalmente no se me ocurre como retribuir con recursos económicos lo que hago virtualmente.
Tenconi Blanco: -Es una complicación el mientras tanto. En mi caso continué con las clases de dramaturgia y actuación poniéndole mucha imaginación y todo el trabajo que se pueda para mantener los grupos, primero porque es nuestro trabajo, y necesitamos mantenerlo, y después porque me gusta muchísimo y los días de clases son días que están salvados porque tengo esa ocupación. Pero sin dudas es una gran complicación para muchos colegas y también para muchas salas pequeñas, que tienen menos espalda, como hacer para subsistir. Creo que hay intención de los gobiernos de ayudarnos, y esperemos que la actividad no llegue tan diezmada al final de todo esto.
-Cuando pase la pandemia: ¿cómo imaginan el regreso del público y sus artistas a las salas?
Kartun: -Una vez superada la pandemia quedará durante algún tiempo el recelo de volver al codo a codo. Confío en que la temporada de verano, la que fuese, ojalá la próxima, arrastre con su euforia a volver a las butacas. Dicen que en su origen el carnaval nació de un pueblo que habiendo vencido a una peste salió a festejar con máscaras de calavera; literalmente: burlando a la muerte. Las vacaciones, como los corsos, son siempre un tiempo de permisividad y descontrol. Fantaseo con los teatros de la costa y la sierra llenos de gente ávida de celebrar. Si se abre ese canal la temporada de invierno recibirá esa corriente.
Muscari: -Tengo la sensación de que cuando nos den bandera de largada, no solamente todos los artistas vamos a estar muy necesitados de la actividad, sino particularmente el público que va a estar muy podrido de todo lo que sucede vía streaming. Creo que la gente estará tan podrida de lo no presencial que cuando nos den esa bandera de largada el teatro va a ganar largamente esa pulseada.
Tenconi Blanco: -Seguramente la vuelta será paulatina, manteniendo la distancia social, que los espectadores se sienten butaca de por medio, tal vez los actores con barbijos. Por supuesto no ahora ni en el corto plazo, pero me parece que el teatro es una actividad fundamental, un orgullo para nuestros dirigentes y muy respetado en todas partes. Por eso me parece importante ponerle especial cuidado y atención a nuestro teatro, que tanto orgullo nos da en el mundo, y ver cómo podemos hacer para que prontamente esté en plena actividad con los artistas trabajando.
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