Con Susana Giménez y Mirtha Legrand en sus palcos, reabre el Teatro Tronador de Mar del Plata
MAR DEL PLATA. El día tan esperado llegó para el teatro Tronador. Luego de cuatro años sin actividad y más de tres años en obra, con una millonaria inversión privada de por medio, volvió a encender las luces para una reinauguración con Les Luthiers sobre el escenario y Mirtha Legrand y Susana Giménez en primera fila, como grandes estrellas invitadas para este acontecimiento. A la cita también acudieron el productor Lino Patalano y el intendente Guillermo Montenegro y su esposa.
Casi dos manzanas que rodean a la sala de la calle Santiago del Estero al 1700 tuvieron tránsito vehicular cortado desde temprano como parte de un operativo para la llegada de estas figuras, las únicas del mundo del espectáculo convocadas para este primer telón arriba. Cientos de personas se instalaron detrás de las vallas que se dispusieron en la vía pública, a efectos de ordenar el arribo de las dos conductoras. Mirtha Legrand ya estaba instalada aquí, esta vez con programa de pleno descanso y después de muchos años sin aire en la temporada estival.
En el caso de Susana Giménez, la diva arribó temprano y se instaló en un reconocido hotel de la zona de Punta Mogotes. Allí aguardó el momento del traslado hasta el teatro Tronador.
Mirtha fue la primera en llegar, en un Mercedes Benz gris. Bajó y con una gran sonrisa saludó al público. Lucía un vestido en tonos de rosa y brillos, además de una chalina al cuello, necesaria en una tarde de brisa fresca en la ciudad. Agradeció al público y subió por una de las dos escaleras mecánicas que llevan al hall del primer piso, toda una novedad para los teatros marplatenses.
Dos minutos después arribó Susana Giménez. También fue más que generosa con el público: se paró en la vereda y saludó tanto a quienes estaban detrás del vallado como a quienes le gritaban desde los balcones de edificios cercanos. "Su-saaa- na", cantaban. Fue la más aplaudida.
En el primer piso las recibieron los empresarios Marcelo González y Guillermo Seita, responsables de este proyecto que devolvió al teatro Tronador a la actividad. En esta sala, durante las próximas dos semanas, se presentará Les Luthiers con su espectáculo Gran Reserva.
El teatro Tronador es una sala ubicada en pleno centro de la ciudad, sobre la calle Santiago del Estero, que, verano tras verano, encendió su antigua marquesina rectangular con nombres como los de Susana Giménez, Mariano Mores, Alberto Olmedo, Arturo Puig, y Moria Casán. Remozada, con forma de anfiteatro, la sala ofrece tecnología de vanguardia y el confort necesario para que espectadores y artistas puedan cumplir sus roles con absoluta comodidad. Además, el espacio se convirtió en la sede local del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón (Isatc), lo cual permite a los residentes de la ciudad y la zona contar con una formación académica respaldada por la excelencia del primer coliseo de la lírica y la danza dirigido por María Victoria Alcaraz. El Instituto funciona desde hace un año y cuenta con más de 200 alumnos en su matrícula.
Modelo Siglo XXl
La sala levantó su telón, por primera vez, en 1979 pero, con el paso de los años, comenzó a sufrir la falta de mantenimiento y una programación que no estaba a la altura de su historial. Cuando esta noche se presente Les Luthiers, el Tronador volverá a recuperar los brillos perdidos y a posicionarse como una de las alternativas ineludibles del espectáculo marplatense.
Luego de tres años de obras, la platea albergará a casi 800 espectadores y contará con varios palcos de honor. Dos de ellos llevarán los nombres de Susana Giménez y Mirtha Legrand, quienes estarán presentes para celebrar la buena nueva. Juan Carlos Pallarols fue el responsable de diseñar las placas que bautizarán a cada palco con el nombre de las divas homenajeadas. Así mismo, el famoso orfebre fue quien diseñó el lobo marino, símbolo inequívoco de la ciudad, ubicado en el foyer central. La escultura, de grandes proporciones, fue realizada con material bélico de la Guerra por las Malvinas y se convierte, de esta forma, en un homenaje a los soldados caídos en combate. También rinde homenaje a los tripulantes muertos en la tragedia del submarino ARA San Juan hace poco más de un año.
El Tronador reabre con todo lo necesario para convertirse en una sala de nivel internacional. El escenario desmontable, que fue construido a nuevo, ahora cuenta con un sistema de paneles, el mismo que se colocó en el Teatro Colón porteño en 2010. Estos compartimientos, traídos desde Estados Unidos, también fueron instalados en la sede del Isatc. Además, se realizó un tratamiento acústico en las paredes de todos los niveles para optimizar el sonido interior y evitar filtraciones del exterior. Se modificó el techo en altura, la cabina de proyección y se instaló tecnología de última generación para los montajes de luz y sonido. Los camarines fueron reacondicionados, al igual que el foyer principal que luce mármoles resplandecientes, la boletería, y la zona destinada a la técnica. El escenario cuenta con una parrilla organizada en una estructura metálica que pesa 70 toneladas. Desde allí podrán pender las luces de última generación e imponentes escenografías móviles que podrán ascender y descender con comodidad para los cambios de escena. El techo del escenario fue desmontado y vuelto a construir para poder sostener estos dispositivos.
Además de las ineludibles medidas de seguridad y evacuación, la sala cuenta con acceso directo desde el estacionamiento hasta los palcos. Desde la calle Santiago del Estero se pueden observar dos escaleras mecánicas relucientes que conducen a la sala. Por otra parte, el Isatc cuenta con salas de ensayo con todas las comodidades que requieren los alumnos de danza. En un anexo cercano funciona la Escuela Orquestal de Música y Canto.
Veranos estelares
Se lo conocía como "el teatro de la galería" porque su ingreso se entrelazaba con una galería comercial que, durante algunos años, se conectaba con la que funcionó en el espacio del viejo Teatro Astral, hoy reconvertido en el Teatro Bristol de Carlos Rottemberg. El Tronador funciona en esa misma manzana en la que estaba el Regina, sobre la peatonal San Martín, y a espaldas del Neptuno y el Lido. Forma parte de esa latitud geográfica asociada, ineludiblemente, al acontecimiento teatral.
Con el Roxy, Melany y Radio City, timoneados por Marcelo Marán, a pocos metros, esa zona de la ciudad es un polo ineludible para los turistas que buscan el entretenimiento nocturno asociado al teatro, una receta de sabor propio que define la vida veraniega de Mar del Plata. El Tronador formaba parte de ese menú estival hasta que sus puertas se cerraron para iniciar su proceso de remodelación. Ya en sus últimas temporadas no mostraba el brillo de otros años, de esos veranos donde la gente llegaba caminando por las peatonales adyacentes hasta la sala de la calle Santiago del Estero 1760 para ver, en escena, a las celebridades más famosas.
Por el Tronador pasaron todos. O casi todos. Operativo contable 79 fue el espectáculo que lo inauguró. La propuesta era protagonizada por Mariano Mores, Estela Raval, Mario Sánchez y Juan Carlos Mareco. Al año siguiente llegó Espía por amor con Claudio García Satur, Ricardo Darín y Graciela Alfano. Doce meses después se estrenó Gasalla Verano 81. El Circo Tihany y la comedia Matrimonios y algo más, de Hugo Moser, también desfilaron por la sala semicircular.
Durante la temporada de 1985 arribó un plato fuerte: La mujer del año, con Susana Giménez y Arturo Puig. Un año después, el Tronador albergaría, por primera vez, un espectáculo de revista: Meta Moria en Mar del Plata. En 1988, Alberto Olmedo encabezaba la comedia Éramos tan pobres. Fue un suceso de taquilla. El actor estaba acompañado por Javier Portales, Silvia Pérez, Beatriz Salomón, Susana Romero, César Bertrand y Divina Gloria. Pocos días antes de terminar la temporada, Alberto Olmedo cayó desde el balcón del departamento que habitaba frente al mar. El público se acercó masivamente hasta la puerta del Tronador para depositar ofrendas florales ante el estupor y frente al silencio de un sala vacía y en penumbras que, hasta pocas horas antes, colgaba en su boletería el letrero "Localidades agotadas". En 2015, cuando aconteció su última temporada, se presentó el exitoso grupo rosarino Kiene Soneto y el espectáculo, siempre efectivo, de Marikena del Prado.
Mirtha Legrand y Susana Giménez llegarán, en pocas horas, a la gala de inauguración. La calle Santiago del Estero estará cortada desde la avenida Pedro Luro hasta Rivadavia. Autoridades gubernamentales y diversos artistas locales serán testigos de un hecho poco frecuente: la apertura de un teatro. La última vez que sucedió, en el circuito empresarial, fue cuando un estacionamiento de la avenida Pedro Luro se convirtió en el Teatro Mar del Plata, por iniciativa de Carlos Rottemberg.
Teatro Tronador, cultura y sentidos. Así se lo presenta hoy, resumiendo el espíritu que la querida sala marplatense buscará recuperar desde esta noche cuando Les Luthiers presente Gran reserva, Antología ante una platea colmada y esperanzada en el nuevo destino de la sala.
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