Carne de Crítica: el regreso de un grupo de culto que se basa en la exploración
Carlo Argento, Francisco Pesqueira y Claudio Pazos decidieron continuar sus carreras por separado, pero hoy vuelven a unirse luego de siete años, en Besos negros
En el teatro no es tan común el concepto de compañía, mucho menos cuando esta se vuelve de culto para un público fiel. Durante la temporada 2002, el trío conformado por Carlo Argento (director), Francisco Pesqueira y Claudio Pazos (intérpretes) dio forma al grupo Carne de Crítica. Se presentaron en sociedad con un espectáculo que llevó el mismo nombre. Su propuesta estaba algo arraigada en ciertas formas que se habían impuesto en la década del 80: experiencias elaboradas por un conjunto de sketches que les posibilitaban a los actores construir personajes de diferentes cualidades. En escena se imponía el varieté en su forma casi pura apelando al humor, el transformismo, el canto.
A lo largo de diez años, Carne de Crítica montó los espectáculos Dignos de lástima, Correte que chorrea, Lo frío y lo caliente (pieza de Pacho O'Donnell que se corrió de la línea original de trabajo), Subió la carne, Carne sola o Doña Rosita, el soltero y Mamarracho.
Allí se produjo una instancia particular. Argento, Pequeira y Pazos comenzaron a desarrollar sus carreras de manera individual. Dejaron de producir juntos y un proyecto que tenían en mente quedó trunco. Siete años después deciden retomarlo y es así que, desde hace algo más de nueve meses, vienen preparando Labios negros, una propuesta que estrenan hoy en La Comedia y para la que contaron con tres dramaturgas como aliadas: Patricia Suárez, María Rosa Pfeiffer y Laura Coton, y al equipo actoral se sumó Laura Pisanu.
"Empezamos a pergeñar esta obra hace varios años -cuenta Argento-. El proyecto nació en 2012, cuando nos reunimos con las autoras. Hicimos un torbellino de ideas. Les comentamos qué queríamos hacer y ellas empezaron a trabajar. Es más: se fueron a Santa Fe un fin de semana y, en unas jornadas de trabajo intenso, completaron el material. En aquel momento intentamos producirla, pero aparecieron diferentes posibilidades de trabajo para cada uno que nos imposibilitaban hacer coincidir nuestros horarios. En estos años cada uno se fue enriqueciendo en lo personal. Yo seguí dirigiendo, también volví a actuar, y ellos participaron de diferentes espectáculos. El año pasado surgió la necesidad de volver a contar algo juntos y de reflotar esta obra, que nos gustaba mucho".
Labios negros es un proyecto cuya acción se ubica en los años 40, en tiempos del peronismo. Tres intérpretes -Delita, Herminda y Adalberto- se conocen durante la filmación de la película La cabalgata del circo y desde entonces comparten un camino que los va llevando por diferentes estudios de filmación. Y mientras trabajan en lo que pueden, dan pistas acerca de lo que son sus propias vidas en el marco de un conflictivo universo político.
"Teníamos que volver marcando una diferencia, correr un riesgo -explica Francisco Pesqueira-. Este regreso nos muestra de una forma muy diferente. No aparece el formato más tradicional de nuestras producciones. Hicimos una obra de Pacho O'Donnell y ahí hubo una diferencia. Esta obra habla de cosas que me gustan mucho, como el cine nacional, el artista olvidado, la necesidad de trabajo, el hambre, los actores secundarios esperando un papelito. También se retrata el clima de aquellos años y un hecho puntual: la supuesta cachetada de Libertad Lamarque a Eva Perón mientras filmaban sobrevuela durante toda la obra. A los personajes les suceden muchas cosas mientras la historia argentina pasa".
En escena, también, aparecen el peronismo y el antiperonismo, dos fuerzas antagónicas muy poderosas. "Estos actores se conocen en 1945 -explica Claudio Pazos- y son tres extras con pretensiones de actores. Nunca pueden lograr lo que quieren. Están todo el tiempo pretendiendo un espacio mayor. Los personajes se ubican en los polos opuestos. Herminda es muy defensora de Evita, y Delita, fanática de Libertad Lamarque; Adalberto está en el medio. Entre cada uno de los cuadros, a los que nosotros llamamos fragancias, transcurren dos años y podemos ver en miniatura aspectos de aquella sociedad. Ellos vuelven a reencontrarse y las rivalidades se profundizan. También hay historias propias que no sabemos si son verdaderas, porque todo el tiempo sucede el cine, se suspende la acción y aparece la escena de una película. En todo momento ellos representan ese papel que nunca logran alcanzar, jamás llegan a ser protagonistas".
La actriz y cantante Claudia Pisanu ha compartido el escenario con Pesqueira, Pazos y Argento en diferentes producciones. Ella confiesa que juntos tienen una vida dentro del teatro y también por fuera de él. Integrarse al grupo le resulta una experiencia muy atractiva porque ha seguido la historia de Carne de Crítica y siempre con mucho interés. En la ficción recrea a Adalberto, un ser que fue expulsado de su familia cuando tomó la decisión de convertirse en actor.
"La vida de estos tres seres es tan gris que toman como propia esa otra vida que les propone el set de filmación -comenta la intérprete-. Aunque sean el último orejón del tarro, los unen el hambre, la soledad, la desesperanza. Adalberto es un gran mediador porque ellas siempre están a punto de agarrarse a las trompadas. Sus discusiones son terribles y él mantiene una actitud esperanzada ante la adversidad. Él trae una frase de La cabalgata del circo que dice que la vida tiene límites y los sueños no. A pesar de cualquier dificultad se mantienen unidos por el cariño. Son personajes de una gran humanidad".
Labios negros marca el regreso al Teatro La Comedia de estos creadores apasionados que supieron conquistar primero a un público joven y con ganas de divertirse, y luego a espectadores mayores que en el humor crítico de sus experiencias escénicas encontraron una forma posible de reconocer historias de personajes que expresan una opinión sobre el devenir de nuestra sociedad.
Labios negros
Grupo Carne de Crítica
La Comedia, Rodríguez Peña 1062.
Lunes, a las 21